Cuando en todo Europa se habla de crisis de vocaciones, especialmente en el centro del continente, donde la secularización sigue avanzando, hay que hacer algunas excepciones. Una de ellas es la Abadía Cisterciense de la Santa Cruz, cerca de Viena, que ha llegado a convertirse en un fenómeno mundial no sólo por sus grabaciones de canto gregoriano, sino también por su éxito vocacional. Su receta no pueda haber sido más sencilla: un inteligente retorno a las raíces más genuinas de la tradición monástica europea. En este tiempo de Pascua nos han hecho partícipes de su bellísima celebración de la Vigilia Pascual con este video que han colgado en su Página Web.
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