En el 828, las reliquias de San Marcos fueron llevadas de Alejandría por navegantes italianos, que las trasladaron a Venecia, donde se conservan en la Basílica de San Marcos, construida expresamente para albergar sus restos.
San Marcos es el patrono de Venecia desde el año 828, sustituyendo a San Teodoro. La historia cuenta que dos mercaderes, Buono Tribuno da Malomocco y Rustico da Torcello robaron sus reliquias de su tumba de Alejandría en Egipto y las escondieron en una carga de carne de cerdo para que los guardias musulmanes no lo descubrieran. Cuando llegaron a Venecia, lo donaron al Dux. Giustiniano Partecipazio que las colocaría en el castillo.
Para acoger los restos del Santo, que nombraron protector de la ciudad, construyeron una iglesia siguiendo el modelo de la basílica de los Doce Apóstoles de Constantinopla. Concebida como una prolongación del palacio ducal, al principio era de cruz griega, cúpula sobre crucero y brazos (5 cúpulas). Fue quemada en un motín en el 975 durante la insurrección del Dux Candiano IV y reconstruida en el siglo XI, (en el 1063) por arquitectos y obreros de Constantinopla. Fue construida respetando el modelo de dos basílicas de la antigua ciudad imperial de Bizancio (los Santos Apóstoles y Santa Sofía y santa Irene), con una planta central con forma de cruz griega, con cinco grandes cúpulas y una particular mezcla de arte antiguo y oriental.En el siglo XIII la sustituyeron por una tercera más espectacular. Se le añade un nártex cubierto con cúpulas más pequeñas y que envuelve el brazo inferior de la cruz. Ésta representará el poder de la próspera República veneciana.
Con el tiempo, la Basílica sufrió otras modificaciones, en los siglos XV y XVII, soobre todo en cuanto a la decoración: los arcos góticos apuntados, el arco de Sant’Alipio, las esculturas y los mosaicos de los siglos XVII y XVIII de la fachada principal, los bajorrelieves que representan las profesiones y los signos zodiacales del portón central, los mármoles que provienen de Oriente, las figuras de pórfido de los Tetrarcas y los caballos de San Marcos. Las cinco cúpulas bizantinas del siglo XII están rematadas por una linterna y una cruz. La fachada principal se ve recortada por una terraza donde se alzan los cuatro caballos de bronce, copia de los originales traídos de Constantinopla, expuestos en el museo de San Marcos. El resultado es una estupefaciente mezcla de estilos.
La iglesia estaba sometida al Dux en su función de capilla palatina hasta el año 1807 cuando pasa a ser catedral, dado el hecho de que el patriarcado, hasta entonces en la isla de San Pietro di Castello, tomó posesión de la iglesia.
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