viernes, 31 de octubre de 2014

Catedral de Siracusa

Siracusa no solo es una de las ciudades de Sicilia con más ilustre y prolongada antigüedad, sino también la ciudad de la mártir cristiana Lucía. Hoy visitamos su Catedral, que fue construida por el obispo Zosimo en el siglo VII sobre el gran Templo de Atenas (siglo V a. C.), en la isla Ortigia. Era un edificio dórico con 6 columnas en los lados cortos y 14 en los largos: éstas fueron incorporadas a los muros en la iglesia actual. La base del edificio griego tenía tres escalones. El interior tenía una nave y dos naves auxiliares. El tejado de la es de época normanda como los mosaicos de los ábsides. La fachada fue reconstruida por Andrea Palma en 1725-1753, con un orden doble de columnas corintias, y estatuas de Ignazio Marabitti.

jueves, 30 de octubre de 2014

Catedral de Madrid. Entrada del nuevo arzobispo

Una catedral no es un museo: es la sede del obispo de una diócesis. Hace unos días tuvo lugar la toma de posesión en la Catedral de la Almudena del nuevo arzobispo de Madrid, monseñor Carlos Osoro. Nunca se ve mejor el misterio de la Iglesia y de la sucesión apostólica que en este momento. Por eso, gracias a las cámaras de TV13, vemos el momento inicial de este acontecimiento.

miércoles, 29 de octubre de 2014

Restos de la Cruz que se conservan

Jacopo del Casentino - Crucifixión

He visto este fragmento del documental "La Ruta del Mesias" donde Jeff Kavins y Raymond Arroyo visitan Tierra Santa y nos muestran los restos de la Cruz de Olivo del Señor que fueron encontrados por Santa Elena madre del emperador Constantino. Me ha parecido muy interesante, en este día en el que el Evangelio nos invita a seguir el camino arduo que el siguió a través de la Cruz hacia la Resurrección. 

martes, 28 de octubre de 2014

Reliquias de los santos Simón y Judas en Saint Sernin de Toulouse

Apostolado de la Cripta de Saint Sernin de Toulouse

Existe una Pasión de origen latino, llamada Hechos de Simón y Judas, en la que se narran los milagros, conversiones y martirios de estos apóstoles. Se encuentra en la denominada Colección de Abdías. El relato se sitúa en Persia y Babilonia.

Según el relato, después de predicar y obrar milagros, convirtieron al cristianismo al rey Acab de Babilonia. Luego, su tránsito por Persia habría sido más tortuoso y difícil. Recorrieron todo el territorio predicando, convirtiendo y bautizando a sus habitantes. Al entrar a la ciudad de Suamir, habrían sido sorprendidos por los sacerdotes paganos del lugar y, al negarse a adorar a sus dioses, sentenciados a muerte.

Según la tradición católica, a Simón el Cananeo lo martirizaron aserrándolo por medio, y a Judas Tadeo le habrían aplastado la cabeza con una maza y se la habrían seccionado con un hacha o un shamsir. De allí que se lo represente con alguno de estos instrumentos de muerte en la mano. Hasta el siglo XIV se personificó también a Judas Tadeo con alabarda o con espada.

Saint Sernin de toulouse

Al conocer la noticia de la muerte de estos apóstoles, el rey Acab de Babilonia habría invadido el lugar con sus soldados, recogido los cuerpos de Judas Tadeo y Simón el Cananeo, y llevado los mismos a la ciudad de Babilonia. Cuando los mahometanos invadieron Babilonia, los restos habrían sido sacados secretamente y llevados a Roma. En el año 800, el papa León III le presentó a Carlomagno un conjunto de restos óseos, declarando que eran las reliquias de ambos santos. Carlomagno habría conducido una parte donada de esas reliquias a Francia. Hoy, parte de las reliquias se veneran en una cripta de la Basílica de San Pedro y otra parte en la Basílica de San Saturnino de Tolosa, en Toulouse (Francia). Por ello, la Iglesia de occidente celebra conjuntamente a Judas Tadeo y Simón el Cananeo, en tanto que la Iglesia de oriente desglosa las respectivas festividades.


lunes, 27 de octubre de 2014

San Juan de Baños


Ya hemos hablado en otra ocasión de unos de los templos más antiguos de la antigua Hispania cristiana: la basílica visigótica de San Juan de Baños. Hoy volvemos a visitarla a través del siguiente montaje.

viernes, 24 de octubre de 2014

jueves, 23 de octubre de 2014

En Camino a Santiago. San Miguel de Estella


Visitamos otro de los magníficos templos de Estella: la iglesia de San Miguel, que está ubicada en la cima de «La Mota», bastión rocoso muy adecuado para la defensa de la ciudad. Se tienen noticias de la existencia de una parroquia dedicada a San Miguel desde el año 1145. No obstante, los restos más antiguos que se conservan evidencian una construcción probable entre 1187 y 1196, fecha de la invasión de Navarra por los castellanos durante el reinado de Sancho VII. Las obras se prolongaron en el tiempo, con lo que se encuentran diferentes estilos en el mismo edificio.

La cabecera tardorrománica consta de cinco ábsides escalonados. Las cinco capillas están cubiertas por bóvedas de horno. Las tres naves, compuestas de tres tramos cada una, evidencian formas góticas, y se corresponden a una reforma realizada en la primera mitad del siglo XVI.


Al interior se accede a través de dos puertas, situadas en los lados de la Epístola y del Evangelio. La meridional, del siglo XIII, es muy sencilla, con arquivoltas apoyadas en capiteles decorados con vegetales estilizados y algunas cabecitas. La septentrional reviste mayor interés tanto desde el punto de vista técnico como iconográfico.

Contiene importantes tesoros artísticos, entre los que destaca el retablo de Santa Elena, donado por Martín Pérez de Eulate y Toda Sánchez de Yarza, vecinos de Estella, cuyos sepulcros se hallan en el interior del templo.


Ya en el exterior se encuentra la pequeña capilla de San Jorge, a unos metros de la cabecera y unida a ella mediante un arco apuntado. Es una construcción de nave única trapezoidal, cubierta con bóveda de crucería simple con clave central decorada con una Anunciación.

El video que a continuación podemos ver pertenece, como el de ayer, al historiador Julio Asunción.

miércoles, 22 de octubre de 2014

San Pedro de la Rúa de Estella - 2 -

Hacemos una nueva visita a la Iglesia de San Pedro de la Rúa de Estella, gracias al magnífico video del historiador y guía turístico Julio Asunción.

martes, 21 de octubre de 2014

San Pedro de la Rúa


Retomamos nuestro Camino a Santiago en la ciudad de Estella, donde vamos a visitar uno de los templos más hermosos de todo el Camino: el de San Pedro de la Rúa. Se accede a él por una escalinata que lleva hasta la portada de este monumento que ya en el siglo XIII era conocido como San Pedro el Mayor. Se le menciona como parroquia desde 1174, aunque es posible que existiera anteriormente. En 1256 alcanzó el título de iglesia mayor de la ciudad.

La fachada data de mediados del siglo XIII, con grandes similitudes con las portadas de las cercanas iglesias de San Román de Cirauqui, y la de Santiago en Puente la Reina. En sus capiteles y arquivoltas encontramos una rica decoración de carácter vegetal, geométrico y figurativo. Sobre las jambas de la puerta una rica figuración de origen clásico y de tipo escatológico, con sirena, centauro, arpías y grifos.

El interior presenta formas constructivas originadas en el último cuarto del siglo XII. Las naves son del siglo XIII y el ventanal de tracería gótica, situado en el muro norte de la iglesia, en su primer cuerpo y dentro de la torre, del siglo XV. Las cubiertas de las naves son de los siglos XVI y XVII. Cobija diversas obras entre las que cabe destacar el retablo de la Virgen del Rosario (primera mitad del siglo XVII), en cuya hornacina central se encuentra una imagen de la Virgen de la O, datable en el siglo XIV.

La capilla de San Andrés, patrono de la ciudad, está construida con formas barrocas a partir de 1706. El retablo, realizado a finales del siglo XVIII, es una fábrica de estilo rococó.

Destaca el retablo del Crucificado, del siglo XVII, que contienen en su hornacina principal una talla del Cristo en la cruz de carácter románico, datable en el siglo XIII. En el Presbiterio se encuentra una imagen de la Virgen de Belén, talla de finales del siglo XIII, procedente de la cercana iglesia del Santo Sepulcro. Otros retablos son el de San Nicolás y el de la Santísima Trinidad, fábrica del siglo XVII.

En el sotocoro, bajo el ventanal de la torre, se halla una bella sillería barroca y una pila bautismal de factura propia del siglo XII, único objeto litúrgico del edificio primitivo. Sobre las paredes cuelgan lienzos atribuibles al siglo XVII, de desigual calidad técnica.

El claustro, de planta cuadrada y del que sólo se conservan las galerías occidental y septentrional, está fechado en torno al año 1170. Fue parcialmente demolido, de forma accidental, en 1572 por la demolición del castillo de Zaratambor, que estaba a un lado de la iglessia, por parte de las tropas castellanas en la Conquista de Navarra. Sus capiteles, de primer orden en cuanto a calidad escultórica, acogen manos de distintos artistas que nos muestran la importancia del Camino de Santiago en la difusión de nuevas formas estéticas. Se alternan elementos historiados de la vida de Santos (entre ellos, la historia de San Andrés) y de Cristo (Anunciación, Encarnación, Pasión y Resurrección), junto a formas simbólicas de animales (arpías, sirenas aladas, esfinges) y vegetales.

Visitamos el templo mediante este magnífico video, editado por Andrés Erce:

lunes, 20 de octubre de 2014

Monasterio de San Pedro de Rodas


Los orígenes del Monasterio de San Pedro de Rodas, en Gerona, están envueltos en la leyenda. La más divulgada afirma que la fundación se hizo el año 610. Ante el inminente peligro que sufría la ciudad de Roma, el papa habría ordenado poner a salvo reliquias de san Pedro y otros mártires. Las reliquias habrían llegado en barco a la zona de Rodas y de allí a la montaña Verdera donde se escondieron, regresando los emisarios a Roma una vez cumplida su misión. Regresaron a buscar las reliquias, pero no las encontraron, por lo que decidieron fundar un monasterio. 


Las primeras noticias de que disponemos del monasterio datan de finales del siglo VIII. Se trata de un diploma carolingio en el que se cita la cella sancti Pietri, es decir, una celda o pequeño monasterio de San Pedro. El año 902 se cita en una documento de donación el Monasterio de San Pedro de rodas, y consta documentalmente su condición de Abadía en el siglo X. 



Los mayores mecenas de este monasterio fueron un noble llamado Tasio, su esposa Hisblanda y su hijo Hildesindo. Para el engrandecimiento del lugar contaron con la ayuda de los condes de Ampurias-Peralada y Rosellón que concedieron al Monasterio un amplio dominio territorial.



En el año 979 el papa Benedicto VII concede mediante bula indulgencias a los peregrinos que lleguen a San Pedro de Rodas semejantes a la que reciben los que llegan a Roma ante la tumba de San Pedro. Durante los siglos XI y XII alcanza el Monasterio su máximo esplendor, en conexión con la expansión cluniacense. Su actual arquitectura procede de esta época.


El monasterio sufrire los efectos de la epidemia de la peste que afecto a Europa en el siglo XIV, lo que provocó el inicio de su decadencia. Pasa a incorporarse, posteriormente, a la Congregación de San Benito el Real de Valladolid.. En el año 1708, durante la Guerra de Sucesión, el general francés duque de Noailles robó del monasterio la Biblia de San Pedro de Rodas realizada por Ripio en el siglo XI y que actualmente se encuentra en la Biblioteca de París. Desde el siglo XVII los bandoleros atacaron varias veces el monasterio, por lo que en el año 1798 los últimos monjes abandonan el monasterio desplazandose al Castillo de Vila-Sacra. Con la desaparición de los monjes el monasterio fue saqueado y arruinado.

sábado, 18 de octubre de 2014

Reliquias de san Lucas en Santa Justina de Padua


Encontramos referencias a san Lucas en la segunda Carta a Timoteo, como discípulo de san Pablo, lo que explica la abundancia de datos en la redacción de los Hechos de los Apóstoles, referidos a la persona de Pablo. Se discute si fue martirizado o si bien, según el antiguo "Prefatio vel Argumentum Lucae" murió anciano de muerte natural. Sí sabemos que siguió predicando por las tradiciones en Macedonia, Acaya y Galacia y que supuestamente falleció en Beocia. Con todo, según una tradición antigua (Gaudencio PL 20, 962), Lucas habría sido martizado junto a Andrés el Apóstol en Patras, en la provincia romana de Acaya.

La tradición indica que San Lucas mandó ser enterrado junto a la imagen tallada de "nuestra Señora" que él mismo había confeccionado. Luego, como refiere San Jerónimo (cf. De viris ill. VI, I), sus huesos fueron transportados a Constantinopla, a la basílica de los Santos Apóstoles.

Cuando sus restos sufrieron aquel primer traslado, el emperador se hizo cargo de aquella imagen tallada, la cual originaría (siglos después) el culto a la Virgen de Guadalupe en España.

En tiempos de las Cruzadas, las reliquias del santo llegaron a Padua. Desde entonces se conservan en la iglesia de Santa Justina. (El cráneo fue en cambio trasladado en 1354 de Padua a Praga a la catedral de San Vito por voluntad del emperador Carlos IV).


Las principales localidades que se atribuyen la posesión de las reliquias son Constantinopla, Padua y Venecia. La traslación de las reliquias de Lucas el Evangelista a Constantinopla en el siglo IV cuenta con suficiente documentación. Por su parte, la de Padua es mencionada en el Martirologio romano; y la Basílica de Santa Justina en Padua conserva un arca, llamada de san Lucas, que custodiaría su cuerpo menos la cabeza.

La Basílica de la Abadía de Santa Justina, está situada en el centro de Padua (Italia), cuya construcción actual data del siglo XVII. Fundada en el siglo VI en la tumba de Santa Justina de Padua por el prefecto del pretorio Venanzio Opilione; desde el siglo XV era un importante centro monástico, y luego suprimida por Napoleón Bonaparte en 1810.


La basílica alberga los restos de varios santos: además de la mencionada santa Justina, se encuentran los de san Prosdócimo y san Máximo, santo Urio, santa Felicitas, san Juliano, y reliquias de San Matías y San Lucas Evangelista.

Arca de San Lucas. Santa Justina

Con sus 122 metros de largo y 82 de ancho, la «Basílica de la Abadía de Santa Giustina» es una de las más grandes de la cristiandad. Las dimensiones de la basílica son proporcionales a la enorme plaza Prato della Valle ante la que se levanta.

viernes, 17 de octubre de 2014

Antioquía de Siria, sede del mártir san Ignacio


Situada en el margen oriental del río Orontes, fue fundada a finales del siglo IV a. C. por Seleuco I Nicátor como capital de su imperio en Siria. Seleuco I había servido como general con Alejandro Magno y el nombre de su padre Antíoco, el cual otorgó a dieciséis ciudades por él fundadas, fue frecuente entre miembros de su familia. Su privilegiada posición geográfica, en el cruce entre las rutas comerciales del levante mediterráneo y del interior de Asia, pronto hicieron que la ciudad alcanzara relevancia comercial. Por su peculiar morfología, flanqueada por los márgenes del río Orontes y, al norte del mismo, su situación sobre el monte Silpio (a 330 m. de altura), se convirtió en una importante plaza fuerte destacable por las dificultades que presentaba para ser sitiada. Todo ello contribuyó al rápido desarrollo de la urbe.

El trazado urbano inicial se realizó siguiendo el plan del arquitecto Xenario, esto es, una planta reticular típica de las ciudades helenísticas, posiblemente inspirado en el trazado de Alejandría. Dos grandes avenidas porticadas recorrían la ciudad en direcciones perpendiculares, cruzándose en el ágora o centro urbano. La gran afluencia de habitantes pronto hizo necesaria una expansión de la ciudad al este del barrio original, que constituyó el llamado barrio sirio que, en contraposición a la ciudad primigenia, poblada por colonos griegos, estaba habitado por gentes de orígenes sirio. Una tercera expansión de la ciudad fue llevada a cabo durante el reinado de Antíoco III sobre una gran isla situada en el curso del Orontes. La cuarta y última gran expansión fue promovida por Antíoco IV Epífanes (175-164 a.C.), razón por la cual Antioquía sería apodada a veces "Tetrápolis" (cuatro ciudades). Así, la urbe tendría unos 6 km de este a oeste, y otros tantos de norte a sur.


La nueva ciudad estaba habitada por colonos griegos originarios de Antigonia, macedonios y judíos (los cuales tuvieron derechos de ciudadanía desde el momento de la fundación). La población libre total de Antioquía en el momento de su fundación se estima en entre 17.000 y 25.000 personas sin contar esclavos ni nativos. Durante el período helenístico y el Alto Imperio romano, Antioquía llegaría a tener unos 500.000 habitantes, convirtiéndola en la tercera ciudad del Imperio romano después de la propia Roma y de Alejandría.

Tal desarrollo urbano se relaciona con su inmensa relevancia comercial de la ciudad y su carácter multicultural como confluencia de las influencias helenísticas y levantinas. El aumento de la población fue acompañado de una gran opulencia. Así, los epítetos de "Reina de Oriente" o "Dorada Antioquía" con los que fue conocida sugieren que la apariencia externa de Antioquía era impresionante, si bien la ciudad necesitaba continuas reparaciones debido a los daños causados por los numerosos sismos a los que estaba sujeta. El primer gran terremoto del que se tiene noticia ocurrió en el 148 a.C., y causó tremendos daños. No obstante, durante el período que va desde su fundación hasta el siglo IV, Antioquía se mantendría como una de las principales ciudades del mundo greco-romano.


La política interna de la ciudad era muy turbulenta. Como sede de la corte de los seléucidas, el pueblo solía dividirse en facciones que apoyaban a los diferentes monarcas y advenedizos de la corte Seléucida, y muy frecuentemente se iniciaban tumultos y revueltas, como por ejemplo ocurrió contra Alejandro Balas en el 147 a.C. y contra Demetrio II en el 129 a.C. Este último acabó por saquear la ciudad. En los últimos estertores del imperio seléucida, Antioquía se rebeló contra sus débiles gobernantes e invitó al rey Tigranes de Armenia a que ocupara la ciudad en el 83 a.C.; posteriormente, trataría de derrocar a Antíoco XIII en el 65 a.C., y al año siguiente pidió a Roma su anexión al Imperio romano. Así, en el 64 a.C. Antioquía, así como el resto de Siria, pasaría a formar parte de la República Romana como capital de la provincia de Siria.

Su pérdida de importancia política no disminuyó su desarrollo, y mantuvo su importancia como plaza comercial y militar hasta el siglo IV. De hecho, su opulencia y riqueza alcanzarían gran fama, así como la liberalidad de sus ciudadanos y su "frivolidad". La Crisis del siglo III sacudió a todo el Imperio romano, y Antioquía perdería población aunque no importancia, dado que se erigió como la llave y principal plaza fuerte de Siria. El emperador Aureliano erigió varias estructuras públicas monumentales, Diocleciano erigió un nuevo y fabuloso palacio, y Constancio II construyó una catedral octogonal, que fue destruida en un terremoto en el año 526.

Antioquía ocupa un importante lugar en la historia del cristianismo. Aquí fue donde Pablo predicó su primer sermón cristiano en una sinagoga y donde los seguidores de Jesús fueron llamados cristianos por primera vez. Fue, así mismo, la sede del mártir san Ignacio. Al expandirse el cristianismo, Antioquía fue una de las sedes de los cuatro patriarcados originales, Roma, Alejandría, Antioquía y Jerusalén.

jueves, 16 de octubre de 2014

Éfeso


Comenzamos la lectura de la Carta a los Efesios. Por eso, hoy vamos a ver un video realizado por Denis Aleman, Uriel Moraga y Roberto Rayo, que describe brevemente la historia de la ciudad. Es interesante.

miércoles, 15 de octubre de 2014

El Monasterio de la Encarnación (Ävila)


El Monasterio de la Encarnación se funda en 1478 en el interior de la ciudad amurallada, siendo a principios del S.XVI cuando el convento carmelita se traslada a las afueras de la ciudad, construyéndose el monasterio sobre unos terrenos adquiridos al Cabildo y que, anteriormente, había sido el cementerio judío.


El 4 de abril de 1515, día en que la Santa fue bautizada, se inaugura, aún sin concluir, el monasterio, configurado con cuatro naves que cierran un patio central, con claustro de dos plantas. A finales del S.XVI, la celda que ocupó Teresa de Jesús se destina a oratorio, ideándose construir una capilla, la cual no quedará inaugurada hasta 1717. La configuración actual de la capilla de la Transverberación es a base de cuatro arcos torales y cúpula de media naranja.


En el XVIII se transformó el interior de la primitiva iglesia dentro de una estética barroca. La planta es de cruz latina, con una sola nave cubierta con bóveda de cañón y cúpula con pechinas y linterna. Altares y retablos pertenecen también al gusto barroco. En la fachada meridional del monasterio destaca la gran espadaña, obra de 1715.


Este Monasterio es uno de los lugares esenciales de la vida de Teresa de Ávila, donde permaneció casi ininterrumpidamente desde 1535 hasta 1574. Cuando Teresa de Cepeda, sin permiso paterno, ingresa en la Orden del Carmen, el monasterio era uno de los más poblados de la ciudad. Contaba con un número muy elevado de bienes, y al igual que en otros muchos, la vida de convento no era rigurosa, existiendo diferencias sociales muy acusadas entre las monjas.


En La Encarnación recibe los consejos de Francisco de Borja, de Juan de la Cruz y de Pedro de Alcántara, y desde aquí se preparará la Reforma del Carmelo.


El Convento alberga un museo teresiano. Una de las obras más sobresalientes es un dibujo realizado por Juan de la Cruz que representa a Cristo en la Cruz.


domingo, 12 de octubre de 2014

Basílica del Pilar - 2 -


EDAD MODERNA. A principios del siglo XVI, siendo arzobispo don Alonso de Aragón , hijo del Rey Católico, la iglesia grande, adosada a la Santa Capilla, se transforma en estilo gótico y durará hasta fines del XVII. Su aspecto exterior quedó plasmado en la Vista de la Ciudad de Zaragoza de 1646, hecha a petición del príncipe Baltasar Carlos por Juan B. Martínez del Mazo con intervención también de su suegro Diego Velázquez.

Los monarcas españoles de la Casa de Austria continuarán la trayectoria de los reyes de Aragón, otorgando licencia para recoger limosnas para el santuario incluso en los reinos de Valencia y Mallorca; visitaron todos desde Carlos I a Carlos II en sus estancias en Zaragoza el templo mariano, dejando ofrendas a Nuestra Señora, como los ángeles de plata de Felipe II donados en 1596 que todavía hacen guardia en el camarín; fue también este rey quien estableció una segunda capellanía real, que se unió a la del rey Jaime II.

El 10-X-1613 acuerda el municipio zaragozano guardar como festivo el 12 de octubre. El Milagro de Calanda, de 1640, cuya Relación en latín y las principales lenguas occidentales circulan por toda Europa, hacen famosa la advocación de Nuestra Señora del Pilar en el mundo. El 27-V-1642 el municipio de Zaragoza proclama patrona de la ciudad a la Virgen del Pilar, patronazgo que en las Cortes de 1678 se extiende a todo el reino.


En el siglo XVIII, la nueva dinastía borbónica continúa en la misma línea de devoción pilarista de la precedente, con visitas personales al santuario y generosidad en sus ayudas al templo. Su primer monarca, Felipe V, contribuyó a ellas con limosna personal de doscientos doblones, confirmó la gracia de la encomienda de Alcañiz y asignó dos beneficios de América para los procuradores de limosnas para el Pilar en aquellas tierras. En el nuevo templo inconcluso se hizo la traslación del Santísimo y de los restos de San Braulio al altar mayor el ll-X-1718. Y el 11-VIII-1723 el Papa Inocencio XIII satisfizo por fin el antiguo deseo del municipio, las antiguas Cortes de Aragón, el Cabildo y los reyes, al conceder oficio litúrgico propio de la Virgen del Pilar para el día 12 de octubre, que, en 1739, Clemente XII extendió a todos los dominios del Rey Católico.


Aun antes de terminar el grandioso templo concebido por Felipe Sánchez y Herrera, realizado entonces sólo a medias, se pensó en transformar radicalmente la misma Santa Capilla, que quedaba ahora encerrada en las naves del nuevo templo. La nueva Santa Capilla se realizó entre 1754-1765, bajo la dirección de Ventura Rodríguez, enviado por Fernando VI.


EDAD CONTEMPORÁNEA. Se abre el siglo XIX con la elevación en 1807, por parte del Papa Pío VII, de la fiesta del Pilar a rito doble de primera clase y con octava para todo el reino de Aragón. La gesta zaragozana en los Sitios durante la guerra de la Independencia, cuyo centro moral de resistencia había sido el santuario del Pilar, hizo resonar una vez más por toda España el nombre de esta advocación, de la que fueron devotos visitantes los reyes borbónicos de esta centuria Fernando VII , Isabel II y Alfonso XII, e incluso el fugaz y desarraigado Amadeo de Saboya .

Entre 1863 y 1872 se completa por fin el templo del Pilar concebido en el siglo XVII, acabando las capillas y cúpulas y sobre todo la gran cúpula central; alma de las obras fue el gran arzobispo cardenal García Gil , presidiendo el rey consorte Francisco de Asís hasta su exilio la Junta de Obras.


El siglo XX va a suponer en cuanto al templo la consolidación, entre 1901 y 1940, de sus cimientos amenazados por las filtraciones de Ebro, eficazmente realizada por el arquitecto Teodoro Ríos , y la terminación en 1961 de la última de las cuatro torres de los flancos. Pero sobre todo una auténtica eclosión de la devoción popular no sólo aragonesa sino española y americana. Señalaremos sólo alguna efemérides: 1902, nace la Corte de Honor; 1904, es declarado monumento nacional el templo; 1905, solemne coronación canónica y ofrenda de la corona por todos los fieles de España; 1908, Centenario de los Sitios con asistencia de Alfonso XIII , devoto personal de la Virgen del Pilar, bajo cuyo manto murió en su exilio romano en 1940; honores de capitán general a la Virgen; llegada de las banderas americanas; 1928, surgen los Caballeros del Pilar; 1940, celebración del Centenario de la Venida de la Virgen con gran profusión de escritos pilaristas y multiplicación de las peregrinaciones de todas las diócesis de España; 1948, 24 de junio, el Papa Pío XII otorga al templo del Pilar la categoría de Basílica; 1954, Congreso Nacional Mariano con centro en el Pilar y asistencia a su clausura del jefe del Estado, generalísimo Franco y su gobierno; 1979, VIII Congreso Mariológico y XV Mariano internacionales; y en la clausura del Año Teresiano, en 1982, la visita personal de Su Santidad el Papa Juan Pablo II, más tarde repetida.

sábado, 11 de octubre de 2014

Basílica del Pilar - 1 -


La actual Basílica del Pilar ha ido surgiendo a través de muchos años, entre hundimientos, modificaciones, paros de obra por escaseces económicas o circunstancias políticas, y pasó a ser frase popular hablar de la "obra del Pilar" como algo interminable. Por eso no puede hablarse de un autor único, como habitualmente se hace, sino que es necesario ir analizando y conociendo el proceso de evolución de la obra y la intervención de sus diferentes artífices.


Es necesario partir de la evidencia de que la iglesia se había quedado pequeña en los momentos de la contrarreforma y ante la creciente devoción popular hacia Nuestra Señora del Pilar. Fue un devoto zaragozano, Juan de Marca, quien antes de 1638 promovió una decidida campaña pro construcción de templo nuevo e, incluso, fue acopiando materiales en la orilla del Ebro, junto a la vieja iglesia. El Cabildo prefirió mantenerse al margen en principio, pero luego pensó que tal como estaba el clima popular, aceptaba la dirección de las obras y la colaboración de los fieles. Era el año 1674.


Para encauzar la cuestión el Cabildo abrió un concurso de proyectos. Fue Felipe Sánchez quien lo ganó y diseñó la disposición en planta de la actual iglesia del Pilar. Francisco de Herrera reajustó el proyecto de Felipe Sánchez y su alzado y cambió de colocación la cúpula principal, pero respetó, prácticamente, toda la disposición de la planta con sus tres grandes naves, divididas en tramos, sobre pilares, tal como es aún la estructura sustentante actual. La primera piedra del nuevo edificio, que se construía hacia los pies de la vieja iglesia y sin demoler todavía ésta, fue colocada en el verano de 1681. Herrera volvió a Madrid muy pronto y Felipe Sánchez fue construyendo el edificio.

Autor de la fotografía: David Abián - Licencia (CC BY-SA),
www.davidabian.com

Después de iniciadas las bóvedas de cañón que habrían de cubrir las larguísimas naves, se pudo apreciar la evidente monotonía del conjunto y quizás su poca esbeltez. Por ello el conde de Peralada dirige un escrito al Cabildo en octubre de 1725, en que propone una idea genial para resolver el sistema de techumbres. El conde de Peralada propone la solución de la techumbre mediante cúpulas, tal como hoy la vemos. Se suprimieron las bóvedas y se empezaron a construir nuevas medias naranjas en 1728. Cuando en 1730 se construyó la media naranja que cubre la Santa Capilla, se pudo pensar en la renovación de ese santo lugar, sin duda muy avejentado en aquel momento. Y entonces el Cabildo pide nueva ayuda económica y direccional a Madrid y, como consecuencia de esa petición, el rey Fernando VI envía a Ventura Rodríguez, que llegará a Zaragoza el 15-XII-1750.


Ventura Rodríguez encuentra el templo en situación un tanto caótica y no se limita al planteamiento de la nueva capilla de la Virgen, sino que llevó su trabajo de proyectista mucho más lejos, enfocando la reestructuración y coordinación de los distintos elementos del templo, llevándole sus propios gustos a una modificación total de la decoración interior y de la composición general del monumento. Es él, decididamente, quien implanta el aspecto que actualmente ofrece el Pilar.  Proyecta también las torres para los ángulos y las fachadas del monumento, dando así unidad al conjunto. Planeó un cambio del espacio de la nave central, retirando el retablo mayor de Forment, dejando diáfano el hueco ente los pilares que lo encuadran, para utilizar como retablo mayor el reverso de la Santa Capilla y se suprime también el coro colocado en el centro, para disponer sus sillas en torno a la exenta mesa de altar. Toda esta ambiciosa transformación está expuesta claramente en la maqueta conservada en el museo del templo; pero no debió de ser del agrado del Cabildo ni de los arquitectos que sucesivamente trabajaron allí, puesto que han llegado hasta nosotros el retablo y el coro en disposición conforme al sistema anterior. Tampoco fueron realizadas las fachadas del templo, proyectadas por don Ventura y sobre las cuales se ha imaginado, hasta cierto punto, el enriquecimiento de los severos muros de ladrillo, en la fachada que da a la plaza.


También imaginó las torres que habían de alzarse en los ángulos del templo, con lo cual se completaba el gran juego dinámico y polícromo de las cúpulas, once en total, en grupos de cinco, a los dos lados de la mayor, cubierta ésta por plancha metálica, pero las otras con tejados cerámicos policromos. Con todo eso se ve la importancia concedida a la silueta exterior del templo, que en sus cuatro ángulos alzaba sencillas partes bajas para cuatro torres, imaginadas por Ventura Rodríguez como gráciles y bajas, dinámicas, que encuadraban y limitaban el conjunto de las cúpulas, pero no restaban monumentalidad al predominio de la gran cúpula central y, así, sutiles masas y líneas en sube y baja, di-namizaban en forma irradiante el monumento, nuclearmente central y apiramidada. En definitiva una idea análoga a las de las stupas indias, en pura coincidencia ideológico-estética con monumentos occidentales como la cabecera de San Pedro de Roma.

viernes, 10 de octubre de 2014

Basílica de Santa María de Cracovia


La basílica de Santa María de Cracovia (en Polaco: Kościoł Mariacki) es una iglesia de estilo gótico, adyacente a la plaza del mercado principal, de la antigua capital de Polonia.

Comenzada en 1355 por los vecinos de Cracovia para rivalizar con la Catedral de Wawel, la construcción hecha de ladrillos duró todo el siglo XIV con tres naves y dos torres cuadradas que fueron acabadas en los años 1400 y 1406. La más alta (80 m), acaba con un casco gótico puntiagudo y fue adornada por una corona dorada en el 1666. La torre más baja (69 m) a la cual se le añadió un elemento renacentista en el siglo XVI sirve como campanario de la iglesia.

En la fachada principal hay un pórtico barroco pentagonal diseñado por Francecso Placidi construido en el siglo XVIII.

El interior aloja dos piezas de renombre esculpidas por Veit Stoss. Un retablo de madera, el más grande de toda Europa, tiene 12 m de longitud y 11 de alzada, y fue tallado entre 1477 y 1489, y también cuenta con un gran crucifijo de arenisca.

Se puede ver una placa conmemorativa en honor a Juan Pablo II, que fue arzobispo de la ciudad antes de ser papa.

jueves, 9 de octubre de 2014

Convento de Santo Domingo de Bogotá



El 26 de agosto de 1550 se funda en Santafé de Bogotá el Convento de Nuestra Señora del Rosario, hoy Convento de Santo Domingo. Para 1568 en noviembre fue elegido y confirmado San Luis Bertrán como prior conventual.

Por 1571 se establece en el claustro un estudio superior con curso de humanidades, filosofía y teología. En 1573,  Felipe II, mediante Cédula Real autoriza a fray Juan Méndez la creación del Colegio de Santo Tomás, primer colegio del Nuevo Reino y decano de los colegios de Colombia y en 1580 el Papa Gregorio XIII erige el estudio conventual de Santafé en Universidad, mediante la bula Romanus Pontifex. En la fecha nace el Primer Claustro Universitario de Colombia, Universidad Santo Tomás. Desde 1582 los dominicos de Santafé de Bogotá tuvieron cátedra de lengua indígena y era obligatorio su estudio para los misioneros a fin de facilitar su labor como doctrineros. Data del año de 1619 la publicación de la primera gramática Muisca compuesta por fray Bernardo de Lugo.


El 20 de julio de 1810, fecha del grito de Independencia, el Convento de Santafé de Bogotá fue protagonista de las luchas por la libertad y en sus salones se inauguró el parlamento colombiano. Fray Mariano Garnica, prior del Convento, es uno de los firmantes del Acta de Independencia. El convento fue clausurado violentamente por el gobierno de Tomás Cipriano de Mosquera en noviembre de 1861.

Fue restaurado el 12 de noviembre de 1902 y en 1939, el antiguo claustro del convento fue demolido y su templo en 1946; el mismo año el 12 octubre, el Arzobispo de Bogotá Ismael Perdomo, bendice la primera piedra para la sede del nuevo convento.


En 1953 el 4 de agosto, se inaugura en su nueva sede al nororiente de la ciudad, en el sector denominado Bosque Calderón Tejada y con el nombre de Santo Domingo. El primer lunes de febrero de 1954 se inician las labores escolares el Seminario Apostólico Dominicano Jordán de Sajonia, contiguo al convento.

En 1961, por disposición del Maestro de la Orden, fray Miguel Brown, se inaugura el Estudio General el 20 de mayo. El 6 de octubre de 1968, fiesta del Santísimo Rosario, el prelado de Bertrania, fray Juan José Díaz Plata, último prior del antiguo Convento del Rosario, bendice la Iglesia de Santo Domingo, contigua al convento.


El 28 de enero de 1980, se restablecen los estudios filosóficos, que desde 1969 estaban integrados con la facultad de filosofía y humanismo de la USTA. Comienza así el pleno restablecimiento del Studium Generale. En 1985 se restablece el ciclo teológico, adoptando el sistema cíclico y modular en su programación académica.

miércoles, 8 de octubre de 2014

Galacia


Estamos leyendo estos días la Carta del Apóstol San Pablo a los Gálatas. La Galacia era una Provincia romana que ocupaba la porción central de lo que se conoce en la actualidad como Asia Menor. Lindaba con otras provincias romanas: al este, en parte con Capadocia; al norter con Bitinia y Ponto; al oeste, con Asia, y al sur, con Panfilia.

Hacia el norte estaba la ciudad de Ancira, la actual Ankara, capital de Turquía. Por esta provincia fluía el curso medio del río Halys (hoy Kizil Irmak) y el curso superior del Sangario (Sakarya), que desembocan en el mar Negro. La historia de esta región estratégica (que abarca más de cuatrocientos años y comienza en el siglo III antes de Cristo) muestra que hubo muchos cambios en sus fronteras y mapa político.


Parece ser que alrededor de 278-277 antes de Cristo, gran cantidad de pueblos indoeuropeos, conocidos como los celtas, o los galos, de la Galia, a quienes los griegos llamaban ga·lá·tai (de aquí el nombre dado a esta región), entró por el Bósforo y se estableció allí. Llevaron consigo a sus esposas e hijos y parece ser que evitaron casarse con la gente que ya vivía en aquella zona, de modo que perpetuaron sus características raciales durante siglos. Su último rey, Amintas, murió en el año 25 antes de Cristo. Fue un rey títere del Imperio romano, y durante su reinado, e incluso después, el territorio llamado Galacia se extendió hasta incluir otras regiones como Licaonia, Pisidia, Paflagonia, Ponto y Frigia. Ésta fue la Galacia que visitaron el apóstol Pablo y otros cristianos evangelizadores del siglo I, logrando fundar allí comunidades cristianas en las diversas ciudades.

Pablo y Pedro dirigieron cartas a las comunidades cristianas de la provincia de Galacia (Gál 1:1, 2; 1Pe 1:1). En su primer recorridopor Galacia, Pablo y Bernabé visitaron algunas ciudades gálatas: Antioquía de Pisidia, Iconio, Listra y Derbe. A su regreso, relataron a los hermanos de Antioquía de Siria cómo Dios “había abierto a las naciones la puerta a la fe” en estos y otros lugares.


En Listra tuvieron una experiencia poco común. Después que Pablo curó a un hombre lisiado que no había andado en su vida, repentinamente la muchedumbre comenzó a gritar en lengua licaónica: “¡Los dioses se han hecho como humanos y han bajado a nosotros!”. A Bernabé lo llamaron Zeus y pensaron que Pablo era Hermes. Apenas pudieron hacer que la muchedumbre exaltada desistiera de ofrecerles sacrificios como si fueran dioses.

Las semillas del cristianismo que se sembraron entre el pueblo gálata dieron buen fruto. Discípulos como Gayo y Timoteo salieron de entre ellos. Pablo dirigió a estas comunidades gálatas una de sus epístolas, que debió tratarse de una carta circular que se llevaría de una ciudad a otra. En ella se trata el tema de la justificación por la fe en Jesucristo, frente a las obras de la ley.

martes, 7 de octubre de 2014

La Batalla de Lepanto

Pablo Veronés - La Batalla de Lepanto

La fiesta del Santo Rosario que hoy celebramos tiene una estrecha conexión con un acontecimiento de armas, que significó la liberación definitiva del peligro turco, que amenazaba la misma existencia del Occidente Cristiano, de modo análogo a como el Oriente Cristiano había perecido a manos turcas. La Batalla de Lepanto tuvo lugar el 7 de octubre de 1571 en el golfo de Lepanto, frente a la ciudad de Naupacto (o Lepanto, del italiano y ahí al español), situado entre el Peloponeso y Epiro, en la Grecia actual.

Se enfrentaron en ella la armada del Imperio otomano contra la de una coalición cristiana, llamada Liga Santa, capitaneada por don Juan de Austria y formada por el Reino de España, los Estados Pontificios, la República de Venecia, la Orden de Malta, la República de Génova y el Ducado de Saboya. Los cristianos resultaron vencedores, y se salvaron sólo 30 galeras turcas. Se frenó así el expansionismo turco por el Mediterráneo occidental. En esta batalla participó Miguel de Cervantes, que resultó herido, y perdió la movilidad de su mano izquierda, lo que valió el sobrenombre de «manco de Lepanto». Este escritor, que estaba muy orgulloso de haber combatido allí, la calificó como «la más memorable y alta ocasión que vieron los pasados siglos, ni esperan ver los venideros».