Ayer visitamos la Catedral de Astorga, y hoy nos vamos a detener en una de las joyas de su interior: el retablo mayor de la catedral de Astorga, que ocupa el fondo del presbiterio. Las obras de ejecución duraron desde 1558 (año en que se firmó el contrato) a 1584. Está todo él construido en madera policromada siguiendo las trazas arquitectónicas del escultor Gaspar Becerra. Las esculturas se deben a este mismo artista y a sus colaboradores, escultores muy estimados que trabajaban en el taller de Becerra a quien consideraban su maestro y de quien aprendían a ejecutar las nuevas tendencias manieristas-romanistas. La policromía final es obra de Gaspar de Hoyos y Gaspar de Palencia. Con esta obra, Becerra tuvo la oportunidad de mostrar las novedades artísticas aprendidas y asimiladas en Italia donde había trabajado junto a los escultores de gran talla Giorgio Vasari y Volterra.
La organización del retablo fue una gran novedad introducida por este equipo de artistas. El armazón presentó columnas y frontones clasicistas, planteándose un nuevo sistema arquitectónico que sirvió de ejemplo a los retablos de la segunda mitad del siglo XVI; el empleo de los ignudi y de los fustes de las columnas decorados con temas florales fueron una innovación que llamó mucho la atención y que posteriormente fue frecuentemente copiado.
El retablo está dividido en tres cuerpos o pisos y cinco calles, más cuatro entrecalles. En la calle central están dispuestos los grupos en bulto redondo de la Asunción y de la Coronación de la Virgen. Toda la iconografía está dedicada a la vida de Cristo y de la Virgen, siguiendo un programa narrativo facilitado por el Cabildo de la catedral y teniendo siempre en cuenta los mandatos del Concilio de Trento al respecto. Es una verdadera enseñanza de los pasajes marianos. El Calvario del ático es de grandes proporciones. En el centro de la predela o banco está colocado el sagrario, de buen tamaño según se acostumbra a hacer a partir de las recomendaciones de la Contrarreforma. A ambos lados se encuentran los relieves de las Virtudes.
Este retablo de Astorga tuvo una gran aceptación y una notable difusión, influyendo en gran medida en las obras venideras, especialmente en tierras de Burgos, La Rioja y Navarra donde los seguidores y discípulos de Becerra fueron fieles a las novedades artísticas aplicadas en esta catedral.
No hay comentarios:
Publicar un comentario