jueves, 26 de febrero de 2015

La Catedral de Cefalú - 1 -


La Catedral de Cefalú es uno de los monumentos normandos más importantes de la isla de Sicilia. Dedicada al Salvador y a la Transfiguración de Jesús, la catedral fue consagrada en la fiesta de Pentecostés del año 1131 por encargo del rey Roger II de Sicilia. Pensada inicialmente como panteón de los reyes de Sicilia, los sucesores de Roger II -que la concluyeron en 1240- desestimaron su uso como mausoleo dando esta función a la Catedral de Palermo.

De planta basilical de cruz latina, tres naves divididas por 16 columnas de granito y base de mármol (una es de mármol romano llamado "cipollino"), un presbiterio con ábside y pastoforia. El techo es de madera con vigas policromadas y a dos aguas, mostrando una clara una influencia arábiga. Hasta el siglo XVI se llegaba a la catedral por una amplia y lenta escalinata con tres partes que simbolizan a Pedro, Santiago y Juan (los testigos de la Transfiguración). Esta parte posteriormente fue convertida en cementerio. La fachada tiene dos filas de arcos ciegos, dispuestos sobre un nártex de tres arcos.

Llaman la atención, en el interior de la Catedral, sus magníficos mosaicos. Se trata de mosaicos de estilo normando-bizantino encargados por Roger II, cosa que queda atestiguada en el texto que aparece bajo ellos:

Rogerius rex egregius plenis pietatis
hoc statuit templum motus zelo deitatis
hoc opibus ditat variis varioque decore
ornat magníficat in Salvatoris honore
ergo structori tanto Salvator adesto
ut sibi summisos conservet corde modesto.
Anno ab incarnatione Domini Millesimo centesimo XLVIII
indictione XI anno V regni eius XVIII
hoc opus musei factum est.


Es interesante mencionar que se llama “structor” (constructor o arquitecto) al rey subrayando así su relación estrecha con la catedral ya que el soberano había decidido que ese templo sería su mausoleo. Los mosaicos se extienden por toda el ábside y los paños de la bóveda de crucería y por las paredes inmediatamente inferiores a ellos. Los temas representados son el Cristo Pantocrator: el más importante, separado y central; la Virgen y arcángeles; los apóstoles y los evangelistas; ángeles, querubines y serafines; profetas, santos y diáconos, santos guerreros y los Padres de la Iglesia oriental y occidental. Cada mosaico tiene su título escrito en griego o en latín y además es independiente sobre un fondo dorado. Las inscripciones mismas informan sobre las fechas de conclusión del trabajo que fue el año 1148 (habiendo comenzado en 1145 si se considera que en esa fecha el rey Ruggero II decidió que en esa catedral sería enterrado y los aspectos arquitectónicos que no preveían antes de esa fecha la presencia de los mosaicos). Se trata de temas bizantinos y de influencia constantinopolitana.

Los mosaicos del ábside han sido muy elogiados por la crítica desde 1860 cosa que no ha ocurrido con los de la bóveda y de las paredes además de las discusiones que se han dado en relación con su datación, los agrupamientos, etc. Los temas y técnicas de los mosaicos de las paredes recuerdan más bien la capilla palatina y por tanto, son más bien de tiempos de Guillermo I de Sicilia, el hijo y sucesor de Ruggero. Así, los mosaicos de la bóveda y los dos primeros de los paños (los Padres de la Iglesia y los santos diáconos) se habrían hecho en tiempos de Guillermo I y los restantes entre los años 1170 y 1175.

La inscripción latina alrededor del Pantocrator dice lo siguiente:

Factus homo factor, hominis factique Redemptor. Iudico corporeus corpora corda Deus.
(Yo) el creador (me) he hecho hombre. Yo Redentor del hombre y del hombre que hice. Juzgo en cuanto corpóreo los cuerpos, en cuando Dios los corazones.

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