EDAD MODERNA. A principios del siglo XVI, siendo arzobispo don Alonso de Aragón , hijo del Rey Católico, la iglesia grande, adosada a la Santa Capilla, se transforma en estilo gótico y durará hasta fines del XVII. Su aspecto exterior quedó plasmado en la Vista de la Ciudad de Zaragoza de 1646, hecha a petición del príncipe Baltasar Carlos por Juan B. Martínez del Mazo con intervención también de su suegro Diego Velázquez.
Los monarcas españoles de la Casa de Austria continuarán la trayectoria de los reyes de Aragón, otorgando licencia para recoger limosnas para el santuario incluso en los reinos de Valencia y Mallorca; visitaron todos desde Carlos I a Carlos II en sus estancias en Zaragoza el templo mariano, dejando ofrendas a Nuestra Señora, como los ángeles de plata de Felipe II donados en 1596 que todavía hacen guardia en el camarín; fue también este rey quien estableció una segunda capellanía real, que se unió a la del rey Jaime II.
El 10-X-1613 acuerda el municipio zaragozano guardar como festivo el 12 de octubre. El Milagro de Calanda, de 1640, cuya Relación en latín y las principales lenguas occidentales circulan por toda Europa, hacen famosa la advocación de Nuestra Señora del Pilar en el mundo. El 27-V-1642 el municipio de Zaragoza proclama patrona de la ciudad a la Virgen del Pilar, patronazgo que en las Cortes de 1678 se extiende a todo el reino.
En el siglo XVIII, la nueva dinastía borbónica continúa en la misma línea de devoción pilarista de la precedente, con visitas personales al santuario y generosidad en sus ayudas al templo. Su primer monarca, Felipe V, contribuyó a ellas con limosna personal de doscientos doblones, confirmó la gracia de la encomienda de Alcañiz y asignó dos beneficios de América para los procuradores de limosnas para el Pilar en aquellas tierras. En el nuevo templo inconcluso se hizo la traslación del Santísimo y de los restos de San Braulio al altar mayor el ll-X-1718. Y el 11-VIII-1723 el Papa Inocencio XIII satisfizo por fin el antiguo deseo del municipio, las antiguas Cortes de Aragón, el Cabildo y los reyes, al conceder oficio litúrgico propio de la Virgen del Pilar para el día 12 de octubre, que, en 1739, Clemente XII extendió a todos los dominios del Rey Católico.
Aun antes de terminar el grandioso templo concebido por Felipe Sánchez y Herrera, realizado entonces sólo a medias, se pensó en transformar radicalmente la misma Santa Capilla, que quedaba ahora encerrada en las naves del nuevo templo. La nueva Santa Capilla se realizó entre 1754-1765, bajo la dirección de Ventura Rodríguez, enviado por Fernando VI.
EDAD CONTEMPORÁNEA. Se abre el siglo XIX con la elevación en 1807, por parte del Papa Pío VII, de la fiesta del Pilar a rito doble de primera clase y con octava para todo el reino de Aragón. La gesta zaragozana en los Sitios durante la guerra de la Independencia, cuyo centro moral de resistencia había sido el santuario del Pilar, hizo resonar una vez más por toda España el nombre de esta advocación, de la que fueron devotos visitantes los reyes borbónicos de esta centuria Fernando VII , Isabel II y Alfonso XII, e incluso el fugaz y desarraigado Amadeo de Saboya .
Entre 1863 y 1872 se completa por fin el templo del Pilar concebido en el siglo XVII, acabando las capillas y cúpulas y sobre todo la gran cúpula central; alma de las obras fue el gran arzobispo cardenal García Gil , presidiendo el rey consorte Francisco de Asís hasta su exilio la Junta de Obras.
El siglo XX va a suponer en cuanto al templo la consolidación, entre 1901 y 1940, de sus cimientos amenazados por las filtraciones de Ebro, eficazmente realizada por el arquitecto Teodoro Ríos , y la terminación en 1961 de la última de las cuatro torres de los flancos. Pero sobre todo una auténtica eclosión de la devoción popular no sólo aragonesa sino española y americana. Señalaremos sólo alguna efemérides: 1902, nace la Corte de Honor; 1904, es declarado monumento nacional el templo; 1905, solemne coronación canónica y ofrenda de la corona por todos los fieles de España; 1908, Centenario de los Sitios con asistencia de Alfonso XIII , devoto personal de la Virgen del Pilar, bajo cuyo manto murió en su exilio romano en 1940; honores de capitán general a la Virgen; llegada de las banderas americanas; 1928, surgen los Caballeros del Pilar; 1940, celebración del Centenario de la Venida de la Virgen con gran profusión de escritos pilaristas y multiplicación de las peregrinaciones de todas las diócesis de España; 1948, 24 de junio, el Papa Pío XII otorga al templo del Pilar la categoría de Basílica; 1954, Congreso Nacional Mariano con centro en el Pilar y asistencia a su clausura del jefe del Estado, generalísimo Franco y su gobierno; 1979, VIII Congreso Mariológico y XV Mariano internacionales; y en la clausura del Año Teresiano, en 1982, la visita personal de Su Santidad el Papa Juan Pablo II, más tarde repetida.
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