En aquel tiempo, los discípulos de Juan y los fariseos estaban de ayuno. Vinieron unos y le preguntaron a Jesús: «Los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan. ¿Por qué los tuyos no?»
Este texto del Evangelio de san Marcos nos sirve hoy de pretexto para acompañar a los peregrinos que veneran Ein Karem, el lugar en el que nació san Juan Bautista. En la foto vemos el sitio donde se venera tal misterio; la inscripción (Hic Precursor Domini natus est) significa: Aquí nació el Precursor del Señor.
El encantador pueblo de Ein Karem, situado en las laderas occidentales de Jerusalén. El sitio era conocido ya en la época del profeta Jeremías, que exhortó a los hijos de la tribu de Benjamín «y alzad por señal humo sobre Bet-Hakerem» porque invasores extranjeros se aproximaban a Jerusalén (Jeremías 6:1). Pero para los peregrinos cristianos, Ein Karem tiene una especial significación por ser el pueblo natal de Zacarías e Isabel, los padres de San Juan Bautista, así como el lugar de la Visitación, donde María, la madre de Jesús, visitó a su prima Isabel antes del nacimiento de Juan.
La Iglesia franciscana de la Visitación conmemora la visita de María a Isabel. La encantadora iglesia de dos niveles fue erigida en 1955 sobre ruinas bizantinas y de los Cruzados. En el patio, los peregrinos son recibidos por uno de los himnos favoritos de la Iglesia, el Magnificat de María, que ella rezaba cuando se encontró con Isabel, escrito ahora en no menos de 47 idiomas en el muro que da hacia la iglesia.
Volviendo a bajar por la colina, del otro lado del pueblo, llegará a la otra iglesia franciscana, San Juan de la Montaña. En el interior de la iglesia hay una gruta, que la tradición identifica con el lugar de nacimiento de Juan. El muro del patio de la iglesia, casi una imagen especular de la Iglesia de la Visitación, muestra la oración de acción de gracias que Zacarías decía cuando Juan nació, el Benedictus (Lucas 1:68-79) en 24 idiomas.
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