Visitamos hoy la Capilla de la Ascensión, en el Monte de los Olivos de Jerusalén, lugar desde el cual Jesús se habría separado de sus discípulos, subiendo al cielo. Allí es venerada la huella que dejó el pie derecho de Cristo en su Ascensión a los Cielos. La tradición cristiana piadosa plasmada por Eusebio de Cesárea dice que Santa Elena (247-329), la madre del emperador Constantino, mandó edificar en Jerusalén el Santo Sepulcro y la iglesia Eleona (“Ecciesia in Eleona” =en olivar) en el Monte de los Olivos tras su visita hacia el año 327. Medio siglo después la rica y piadosa matrona romana, Pomenia, patrocinó hacia el 378 la construcción de la iglesia de Imbomon (“Imbomon” =en la colina) dedicada a la Ascensión. Vemos una celebración ortodoxa en dicha capilla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario