Tumba de San Matías |
La ciudad alemana de Tréveris fue un importante centro urbano romano, que en distintos momentos del final del Imperio sirvió de capital al emperador. Es fácil comprender que el cristianismo llegó pronto a esta ciudad. De hecho, el obispo Cirilo de Tréveris fundó una Iglesia sobre la tumba de los santos fundadores de la diócesis, Eucario y Valerio.
Tumba de los santos Eucario y Valerio |
Posteriormente se estableció allí una comunidad monástica, que adopta el año 977 la Regla de san Benito. Según la tradición, santa Elena habría trasladado allí las reliquias de san Matías. De hecho, el año 1127 fueron halladas dichas reliquias en el templo, que pasó a convertirse en un importante centro de peregrinación.
Tumba de San Matías |
La nueva iglesia abacial que se estaba construyendo al momento de encontrarse dichas reliquias fue consagrado por el papa cisterciense Eugenio III el año 1148, en presencia de san Bernardo y otros muchos cardenales.
Nave central de la Iglesia Abacial |
Tras las turbulencias del siglo XIX, la abadía fue repoblada en 1922 por monjes procedentes de Seckau, agregándose a la Congregación de Beuron.
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