Uno de los monasterios vivos más antiguo de Europa es el dedicado a los santos Julián y Basilisa, en Samos, en el norte de España. Su fundación se atribuye a san Martín de Dumio, en el siglo V, el mismo siglo en el que floreció san Benito en Montecasino. Se cree que san Fructuoso lo reorganizó según su propia Regla monástica, aunque la primera mención escrita es una inscripción del año 665, en la que se afirma que fue reconstruido por el Obispo de Lugo Ermefredo. Después de la invasión musulmana fue restaurado por el rey Fruela I de Asturias, el año 776. Se sabe que en el 960, reinando en León Ordoño II, los monjes de Samos vivían bajo la Regla de san Benito. En el siglo XII, como tantos otros monasterios hispanos, aceptó la tradición benedictina cluniacense, gozando de gran prosperidad material y espiritual a lo largo de la Edad Media. En 1558 se incorporó a la Congregación de San Benito el Real de Valladolid, permaneciendo en ella hasta la Exclaustración de 1836. El monasterio quedó abandonado hasta que fue restaurado en 1880. El año 1951 sufrió el edificio del monasterio un incendio que lo redujo a ruinas, siendo inmediatamente reconstruido en el estado en el que se encuentra actualmente. El siguiente video nos muestra algunas hermosas imágenes de este venerable monasterio. Que el Señor bendiga a su comunidad de monjes.
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