Valle del Silencio |
La Tebaida de Egipto, un desierto al sur del país, un lugar de retiro, un punto de encuentro de numerosos eremitas cristianos que retirados a su austero silencio busacron allí la identificacion con Cristo y se defendieron como Él de las tentaciones del maligno. El ayuno y la oración era su rutina, la contemplacion y la escritura su vida diaria.
Esta vida eremítica fue introducida en la Tebaida Inferior de Egipto por San Antonio en el siglo III. Pacomio, a fines del siglo IV, tras un tiempo de vida como ermitaño decidió crear una regla para monjes en comunidad que debían tener el trabajo como medio de subsistencia. Los Padres del desierto, quienes renunciaban al mundo material con el fin de seguir una vida de ascetismo y contemplación, orientada ésta hacia las realidades divinas. Los cristianos de Egipto asumieron el monaquismo con tanto entusiasmo que el emperador Valente tuvo que limitar el número de hombres que podría convertirse en monjes. En su origen el monacato era "eremítico", después los monjes se fueron agrupando en comunidades, y fue san Pacomio quien redactó la primera regla para cenobitas, cuando los monjes comenzaron a reunirse en monasterios. El monasticismo fue exportado de Egipto al resto del mundo cristiano.
En el arte cristiano, la Tebaida fue representada como un lugar con numerosos monjes y sinónimo de monaquismo y retiro espiritual.
Cueva de san Genadio |
En España la denominada Tebaida Berciana, situada al sureste de la región de El Bierzo, es un espacio único al que los cristianos se retiraron a partir del siglo IV. Numerosos fueron los primeros ermitaños cristianos que buscando el retiro para dedicarse a la oración y la meditación hayaron sosiego en este apartado lugar rememorando a los padres de Egipto.
Es cuna del monacato berciano don de vivieron San Genadioel Valle del Silencio, la Cueva de San Genadio, San Fortis, el abad Salomón o san Valerio y santo Toribio. Lugares como Santiago de Peñalba, San Pedro de Montes o incluso la cercana Compludo en el otro Valle, nos hablan de vida retirada dedicada a la oración, la penitencia y el trabajo. Donde la contemplación es gozosa en semejante espacio natural y donde el retiro se hace normal ante la profundidad del valle y su aislamiento.
Ahí queremos hoy reposar y retirar nuestra oración en este primer domingo de cuaresma.
Santiago de Peñalba |
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