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viernes, 2 de agosto de 2013

Barbastro


11*. En Barbastro, también en España, beatos Felipe de Jesús Munárriz Azcona, Juan Díaz Nosti y Leoncio Pérez Ramos, presbíteros y mártires. Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de la Bienaventurada Virgen María, en el furor de la persecución contra la Iglesia fueron fusilados a las puertas del cementerio por las milicias populares, en odio a la vida religiosa (1936).

12*. En la misma ciudad, beato Ceferino Giménez Malla, mártir de raza gitana. Se dedicó a promover la paz y la concordia entre su pueblo y los pueblos vecinos. En la persecución ya citada, al ver a un sacerdote arrastrado por las calles por las milicias populares y salir en su defensa, le detuvieron y, finalmente, conducido al cementerio, fue fusilado, con el rosario en sus manos, consumando así su peregrinación por la tierra (1936).

Éste es el anuncio del Martirologio Romano para el 2 de agosto. La historia de los mártires claretianos, del gitano Pelé, y de tantos otros mártires de Barbastro, es una de las páginas más emocionantes de la historia del Cristianismo. Un grupo de jóvenes prefieren morir antes que renegar de Cristo. En cuanto al Pelé, ya san Pelé, fue un modesto gitano que prefirió perder su vida antes que dejar la oración del Rosario.

El mes de junio se presentó la película Un Dios Prohibido. A pesar de sus limitaciones de presupuesto, el resultado ha sido una película emocionante, que cuenta sencillamente aquella historia, pero que alcanza momentos de gran emoción humana y cristiana, poniendo como corona a todo ello el mensaje de perdón y de amor de los mártires. En cualquier caso, una película muy recomendable. A continuación pueden ver el trailer, en el que aparecen los superiores claretianos y el gitano Pelé, que hoy celebramos.

martes, 18 de junio de 2013

El Pueyo de Barbastro

Amad a vuestros enemigos, y rezad por los que os persiguen. Así seréis hijos de vuestro Padre que está en el cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos. Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y si saludáis sólo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto.

Este texto del Evangelio según san Mateo, que nos propone la liturgia de hoy, nos sirve para introducir la visita a un lugar santo, un monasterio que fue benedictino, en el que una comunidad de monjes alabó al Señor, hasta que su Providencia dispuso que dieran testimonio de él con su propio martirio, perdonando a quienes les quitaban la vida. Se trata del Monasterio de el Pueyo, en Barbastro, cuyos monjes serán beatificados en breve. Para mostrar este lugar santificado por la sangre de los mártires, vamos a utilizar fotografías de la época.


El Monasterio se encuentra a unos cinco kilómetros de la ciudad de Barbastro, encaramado sobre una colina, aislada en una gran llanura, a los pies de los montes Pirineos.


El Monasterio fue repoblado por monjes procedentes de Montserrat, y pronto floreció con vocaciones procedentes de las regiones limítrofes, alcanzando la cifra de 20 monjes a mediados de los años 30. estaba dedicado a la Santísima Virgen de El Pueyo, muy venerada en la ciudad y comarca de Barbastro.


La imagen de la Virgen fue venerada con amor y ternura por los monjes, no solo durante su propia vida monástica, sino incluso en el momento de su muerte. Se cuenta, de hecho, que el Prior del Monasterio fue asesinado mientras entonaba la oración de la Salve.


La imagen de la Virgen se encontraba en un retablo, del que hoy no queda resto alguno, detrás del cual había un camarín, decoradocon pinturas de Bayeu.


El coro de los monjes se encontraba al pie de la Iglesia, separado de la nave por una simple reja baja.


En el acceso al Monasterio había distintas capillas, en las que los peregrinos que subían en romería para honrar a la Virgen podían pararse y hacer oración.


Actualmente, las reliquias de los mártires están recogidos en una tumba en la nave del templo. Su recuerdo son una invitación constante a amar a nuestro prójimo, especialmente a nuestros propios enemigos, tal como el Señor nos pidió y sus mártires practicaron heroicamente.

lunes, 17 de junio de 2013

Barbastro


Barbastro es un municipio español de la provincia de Huesca,  capital de la comarca del Somontano. Situada entre las primeras estribaciones de los Pirineos y las llanuras de los Monegros. Una ciudad con trazas romanas que formaba parte de la Hispania Citerior, más tarde llamada Hispania Tarraconensis. Ciudad árabe que era la capital del distrito nororiental de la Taifa de Zaragoza  y cristiana entre batallas con Ramiro I, Rodrigo Diaz de Vivar,  Al-Muqtadir o Pedro I de Aragón.

Allí en 1137 se firmaron los esponsales entre el conde Ramón Berenguer IV de Barcelona y Petronila, hija de Ramiro II el Monje. Este hecho dio lugar al nacimiento de la Corona de Aragón.

Fue escenario de guerras, como la de Cataluña tras el traslado en 1626 de las Cortes Generales de Aragón.  Tras la guerra de la Independencia, fue aquí donde se produjo el primer choque entre liberales y carlistas. Por fin, Barbastro fue lugar de martirio en la Guerra Civil española. 

Aquí es donde hoy nos detenemos, partiendo del museo de los 51 martires claretianos y desde aquí hacemos memoria de un lugar en el que la sangre de mártires como su obispo, Florentino Asensio, sacerdotes, la comunidad de benedictinos del Pueyo o laicos católicos regaron aquella tierra que hoy veneramos.