domingo, 29 de enero de 2017

Las Bienventuranzas en la película Jesús de Nazareth

El Sermón de la Montaña, que leemos en la Eucaristía de hoy, ha sido un tema central de las diversas películas que acerca de Jesús se han rodado. Evocamos la proclamación de las Bienaventuranzas a través de estas escenas de la película Jesús de Nazareth, dirigida en 1977 por Franco Zefirelli.

sábado, 28 de enero de 2017

La Universidad de París


La vida de santo Tomás de Aquino está ligada a la Universidad de París, lugar donde ejerció la docencia. Fue fundada a mediados del siglo XII por el obispo de la ciudad y sus instalaciones se situaron cerca de la Catedral Notre Dame de París. En 1200 fue reconocida por el rey Felipe II y en 1215 por el papa Inocencio III. Adquirió rápidamente un gran prestigio, especialmente en filosofía y teología. Se constituyó como asociación de todos los colegios preexistentes en la ciudad de París situados a la orilla izquierda del río Sena (entre ellos La Sorbona, fundado en el año 1215 y con gran prestigio durante la Edad Media debido a su facultad de teología, cuyo nombre se asociaría posteriormente a toda la universidad). Precisamente en este lugar, vamos a seguir meditando la catequesis de Benedicto XVI sobre santo Tomás de Aquino, que hemos comenzado a leer en las Imágenes Sagradas.


Tomás de Aquino, siguiendo la escuela de Alberto Magno, llevó a cabo una operación de fundamental importancia para la historia de la filosofía y de la teología; yo diría para la historia de la cultura: estudió a fondo a Aristóteles y a sus intérpretes, consiguiendo nuevas traducciones latinas de los textos originales en griego. Así ya no se apoyaba únicamente en los comentaristas árabes, sino que podía leer personalmente los textos originales; y comentó gran parte de las obras aristotélicas, distinguiendo en ellas lo que era válido de lo que era dudoso o de lo que se debía rechazar completamente, mostrando la consonancia con los datos de la Revelación cristiana y utilizando amplia y agudamente el pensamiento aristotélico en la exposición de los escritos teológicos que compuso. En definitiva, Tomás de Aquino mostró que entre fe cristiana y razón subsiste una armonía natural. Esta fue la gran obra de santo Tomás, que en ese momento de enfrentamiento entre dos culturas —un momento en que parecía que la fe debía rendirse ante la razón— mostró que van juntas, que lo que parecía razón incompatible con la fe no era razón, y que lo que se presentaba como fe no era fe, pues se oponía a la verdadera racionalidad; así, creó una nueva síntesis, que ha formado la cultura de los siglos sucesivos.

Por sus excelentes dotes intelectuales, Tomás fue llamado a París como profesor de teología en la cátedra dominicana. Allí comenzó también su producción literaria, que prosiguió hasta la muerte, y que tiene algo de prodigioso: comentarios a la Sagrada Escritura, porque el profesor de teología era sobre todo intérprete de la Escritura; comentarios a los escritos de Aristóteles; obras sistemáticas influyentes, entre las cuales destaca la Summa Theologiae; tratados y discursos sobre varios temas. Para la composición de sus escritos, cooperaban con él algunos secretarios, entre los cuales el hermano Reginaldo de Piperno, quien lo siguió fielmente y al cual lo unía una fraterna y sincera amistad, caracterizada por una gran familiaridad y confianza. Esta es una característica de los santos: cultivan la amistad, porque es una de las manifestaciones más nobles del corazón humano y tiene en sí algo de divino, como el propio santo Tomás explicó en algunas quaestiones de la Summa Theologiae, donde escribe: «La caridad es la amistad del hombre principalmente con Dios, y con los seres que pertenecen a Dios».

No permaneció mucho tiempo ni establemente en París. En 1259 participó en el capítulo general de los dominicos en Valenciennes, donde fue miembro de una comisión que estableció el programa de estudios en la Orden. De 1261 a 1265 Tomás estuvo en Orvieto. El Romano Pontífice Urbano IV, que lo tenía en gran estima, le encargó la composición de los textos litúrgicos para la fiesta del Corpus Christi, que celebraremos mañana, instituida a raíz del milagro eucarístico de Bolsena. Santo Tomás tuvo un alma exquisitamente eucarística. Los bellísimos himnos que la liturgia de la Iglesia canta para celebrar el misterio de la presencia real del Cuerpo y de la Sangre del Señor en la Eucaristía se atribuyen a su fe y a su sabiduría teológica. Desde 1265 hasta 1268 Tomás residió en Roma, donde, probablemente, dirigía un Studium, es decir, una casa de estudios de la Orden, y donde comenzó a escribir su Summa Theologiae.

viernes, 27 de enero de 2017

Veneración de san Tito en Creta


Junto a la figura de Timoteo, recordamos también hoy a Tito. Sobre él, dijo en una de sus Catequesis el papa Benedicto XVI:

Iglesia san Tito Gortina - Creta

Por lo que se refiere a la figura de Tito, cuyo nombre es de origen latino, sabemos que era griego de nacimiento, es decir, pagano. Pablo se lo llevó a Jerusalén con motivo del así llamado Concilio apostólico, en el que se aceptó solemnemente la predicación a los paganos del Evangelio sin los condicionamientos de la ley de Moisés. 

En la Carta que le dirige, el apóstol le elogia definiéndole «verdadero hijo según la fe común». Después de que Timoteo se fuera de Corinto, Pablo envió a Tito con la tarea de hacer un llamamiento a la obediencia a esa comunidad rebelde. Tito llevó la paz entre la Iglesia de Corinto y el apóstol escribió estas palabras: «el Dios que consuela a los humillados, nos consoló con la llegada de Tito, y no sólo con su llegada, sino también con el consuelo que le habíais proporcionado, comunicándonos vuestra añoranza, vuestro pesar, vuestro celo por mí hasta el punto de colmarme de alegría… Eso es lo que nos ha consolado. Y mucho más que por este consuelo, nos hemos alegrado por el gozo de Tito, cuyo espíritu fue tranquilizado por todos vosotros». Pablo volvió a enviar Tito -a quien llama «compañero y colaborador» - para organizar la conclusión de las colectas a favor de los cristianos de Jerusalén. Ulteriores noticias que se encuentran en las cartas pastorales hablan de él como obispo de Creta, desde donde, por invitación de Pablo, se unió al apóstol en Nicópolis, en Epiro, Más tarde fue también a Dalmacia. No tenemos más información sobre los viajes sucesivos de Tito ni sobre su muerte.

Basílica San Tito Heraclion

El recuerdo y la veneración a Tito cobran especial fuerza en la isla de Creta, donde se le cita como obispo. El primer hito de este recuerdo se sitúa en la destruida ciudad de Gorkina, que desapareció como consecuencia de un terremoto. Allí se encuentran los restos de una primitiva basílica dedicada a Tito.


De allí pasaron a la actual ciudad de Heraclion. Las reliquias de Tito sufrieron también los avates históricos; así, ante el avance turco, fueron llevados a Venecia, de donde volvió el cráneo de Tito a Creta en 1966, siendo venerado en la Iglesia de San Tito de Heraclion.

jueves, 26 de enero de 2017

Pointigny


Visitamos hoy una de las primeras fundaciones del joven monasterio de Cister: Pointigny. Este monasterio es una de las cuatro primeras fundaciones efectuadas desde Cîteaux y que formaron el núcleo de lo que sería el Císter, primero se fundó La Ferté (el 1113), luego esta de Pontigny (1114) y le seguirían Claraval y Morimont el 1115.


Aquella fundación se habría llevado a buen fin con la dirección de su primer abad Hugues de Mâcon (personaje muy vinculado a San Bernardo), un grupo de once monjes y la complicidad de la sede episcopal de Auxerre. El lugar escogido para fundar la nueva abadía, parece que había sido ocupado con anterioridad por un eremita llamado Esteban.


Muy pronto comenzó una amplia serie de fundaciones llevadas a cabo desde Pontigny: Bouras (Nièvre), Cadouin (Dordoña), Fontainejean (Loiret), Jouy (Sena y Marne), entre muchas otras. La comunidad disponía de una iglesia, o mejor, oratorio, dedicado a San Esteban desde sus comienzos. Entre los siglos XII y XIII se levantó la capilla de Santo Tomás, dedicada a Thomas Becket, que había vivido durante unos años (entre el 1164 y 1166) refugiado en Pontigny y que murió asesinado en 1170 en Canterbury. Tradicionalmente se sitúa el inicio de la construcción de la gran iglesia abacial de Pontigny a mediados del siglo XII, una época de prosperidad por el centro monástico. Entre el 1185 y 1206 se llevaron a cabo importantes obras de construcción en esta nueva iglesia, que modificaron especialmente la cabecera.


La vida monástica del centro continuó su actividad hasta que entró en decadencia por los efectos de la situación general del cister y el auge de las nuevas órdenes monásticas. En el siglo XVI comenzó a tener abades comendatarios y en la misma época a sufrir las destrucciones de las Guerras de Religión. Con la Revolución, a finales del siglo XVIII, la comunidad se dispersó y parte de los edificios entraron en ruina. La iglesia se salvó gracias a la popularidad de la devoción a San Edmundo y en 1801 se convirtió en parroquial. Lo que quedaba de las otras dependencias monásticas se ha utilizado para diversos fines hasta la actualidad.



miércoles, 25 de enero de 2017

Roma. Santa Maria del Popolo


Hemos contemplado hoy la imagen de la Conversión de san Pablo, en el lienzo que pintó Caravaggio para la iglesia romana de Santa María del Popolo. Por eso, vamos a visitar este célebre templo, tan rico en obras de arte. Está situado en la Piazza del Popolo, junto a una de las antiguas puertas de la ciudad. Pertenece desde 1250 a los agustinos.


La primera edificación fue una simple capilla construida por orden del papa Pascual II sobre el mismo lugar donde Nerón fue sepultado. Seguramente el papa quiso celebrar con esta iglesia la liberación del Santo Sepulcro que tuvo lugar el mismo año de su fundación, 1099. Las obras fueron costeadas por el pueblo romano, de ahí el nombre que recibió la iglesia desde sus orígenes y la advocación del icono posterior (siglo XIII, de inspiración bizantina) que preside el altar mayor y cuya autoría se atribuía al evangelista San Lucas, aunque a veces se atribuye el topónimo a la abundancia de chopos (en italiano: pioppi) en este lugar.

Altar Mayor. Santa Maria del popolo

La capilla fue ampliada en 1227 por el papa Gregorio IX, pero será en el siglo XV (bajo el impulso de Sixto IV) cuando se realicen las intervenciones arquitectónicas que determinan la configuración actual del templo. La historiografía contemporánea tiende a pensar que fue Andrea Bregno quien las diseñó y ejecutó, dando al edificio un aspecto renacentista. En cualquier caso, no hay certeza absoluta sobre los autores de la arquitectura ni de la fachada (esta última también modificada por Bernini en el siglo XVII).

La iglesia tiene tres naves con transepto y un muy desarrollado ábside (donde está el coro conventual). Está cubierta con bóvedas de crucería sobre pilares con semicolumnas adosadas, siguiendo el modelo de las iglesias lombardas del siglo XV que, a su vez, se inspiran en la tradición gótica de la zona. Hay cuatro capillas poligonales en cada nave lateral y dos más flanqueando el presbiterio.

Cappella Chigi (Rafael Sanzio).

En el siglo XVI Donato Bramante y Rafael Sanzio hacen nuevas obras (el primero, el coro absidial; Rafael, la capilla del banquero Agostino Chigi). En el XVII Alejandro VII decidió reformar de nuevo la iglesia y fue Gian Lorenzo Bernini el encargado de conferir a la decoración interior del templo el aspecto barroco actual. En ese mismo siglo, Carlo Fontana reforma una capilla (la cappella Cybo) e imita la obra de Rafael en la capella Chigi.

En la iglesia se conservan obras artísticas extraordinarias: así, la Natividad (hacia 1490) de Tiberio d'Assisi o la tumba de los cardenales Della Rovere del escultor Andrea Bregno en la primera capilla de la nave derecha; el sepulcro del obispo Pietro Foscari (con escultura de bronce de Vecchietta) en la capila Costa (cuarta de la nave derecha). En la capilla Cerasi se conservan dos obras maestras de Caravaggio: la Conversión de San Pablo y la Crucifixión de San Pedro; y también otro excelente óleo de Annibale Carracci, la Asunción de la Virgen. En la cuarta capilla de la nave izquierda está la obra maestra del escultor Alessandro Algardi: el busto del cardenal Garcia Mellini (hacia 1630).

Asunción de la Virgen de Annibale Carracci.

En la sacristía se conservan restos escultóricos del convento destruido y el antiguo altar mayor del templo, importante obra en mármol de Andrea Bregno de 1473, en el que integra una virgen anterior de la escuela sienesa (siglo XIV).

Crucifixión de San Pedro de Caravaggio

Situado en el profundo ábside principal, su aspecto actual se debe a las sucesivas reformas que realizó el arquitecto Donato Bramante, la primera hacia 1500 y la segunda entre 1505 y 1509. Se conservan aquí las extraordinarias esculturas de Sansovino del Cardenal Ascanio Sforza (1505) y del Cardenal Girolamo Basso Della Rovere (1507). La bóveda está pintada por Pinturicchio y representa la Coronación de la Virgen, con evangelistas, sibilas y doctores de la iglesia.

martes, 24 de enero de 2017

San Francisco de Sales

Francisco de Sales ( (Sales, Saboya, 21 de agosto de 1567 - Lyon, 28 de diciembre de 1622) nació en el Castillo de Sales, de familia noble; desde pequeño fue un gran seguidor de san Francisco de Asís. A los 13 años viajó a París para estudiar con los jesuitas. Después estudió Derecho y Teología, primero en la Universidad de París y después en la de Padua. Al terminar de estudiar, un acontecimiento ayudó a su ordenación: el canónigo de Sales, Luis de Sales, ayudado por el obispo de Ginebra, Claudio de Granier, hablaron con el Papa, quien lo nombró deán del capítulo de Ginebra. El nombramiento llegó de sorpresa para su padre, quien aceptó la ordenación, acaecida en 1593. A partir de ese momento, ejerció el sacerdocio con bastante trabajo y dedicación. Tomó como ejemplos de vida a san Francisco de Asís y a san Felipe Neri con lo que desarrolla una personalidad alegre, paciente y optimista. Sus inicios como sacerdote los ejerció entre los pobres.

En 1594, fue hacia la zona del Chablais dominada por calvinistas. En un inicio fue echado por los pobladores y tuvo que pasar temporadas viviendo en la intemperie y de manera rudimentaria, evitando dos intentos de asesinato e incluso ataques de lobos, pero su celo y trabajo empezaron a dar fruto. Debido a su carácter amable y paciente y a una propaganda hecha a mano y distribuida casa por casa, profunda en su contenido, refutando las ideas calvinistas, logró cautivar a los pobladores y convertirlos. Francisco de Sales resumió su labor a Juana de Chantal con esta frase: Yo he repetido con frecuencia que la mejor manera de predicar a los herejes es el amor, aun sin decir una sola palabra de refutación contra sus doctrinas.

Su labor quedó manifestada con la visita del obispo Granier cuatro años más tarde cuando fue recibido por gran número de católicos, hecho que antes hubiera sido imposible. Los escritos de los que se sirvió fueron los que hicieron su primer libro de "Controversias" y revelaron el carácter de escritor de Francisco.

Su fama creció tanto por su virtud como por su sencillez. Fue nombrado obispo coadjutor de Ginebra; viajó a Francia y así llegó a hacerse amigo del secretario de Enrique IV, el cardenal de Bérulle, Antoine Deshayes, y del mismo Enrique IV, quien deseaba que Francisco se quedase allí, pero el santo rechazó la oferta volviendo a Ginebra ("prefiero a la esposa pobre", dijo). En 1602 el obispo Granier murió y Francisco tomó su lugar. Su estilo de vida y carácter cobraron mayor fama ya que se reveló como un gran organizador de su diócesis, llevando una vida austera y con suma preocupación por los pobres y por la formación de sus feligreses. Por ello empezó a escribir libros de manera sencilla que gustaron a todos. Consta, además, que perteneció a la Tercera Orden Mínima.

Su encuentro con Juana de Chantal en 1604, acogiéndola como hija espiritual, dio como resultado la fundación de la Orden de la Visitación de Santa María, el 6 de junio de 1610, para mujeres jóvenes y viudas que querían vivir el llamado de Dios sin la rigurosidad de los conventos monacales. La oposición del obispo de Lyon a este novedoso tipo de congregación les obligó a redactar una regla basada en la de san Agustín de Hipona.

Después de una temporada atendiendo a las comunidades religiosas de su diócesis, fatigado por su gran labor apostólica, murió a los 55 años.

lunes, 23 de enero de 2017

Iglesia de San Pedro y San Ildefonso de Zamora


La Iglesia Arciprestal de San Pedro y San Ildefonso, es un templo, en origen románico, de la ciudad de Zamora, el de mayor tamaño e importancia de la localidad después de la Catedral. La fábrica actual se empezó a construir en el siglo XI por orden del rey Fernando I de León y Castilla, sobre la antigua Iglesia de Santa Leocadia, probablemente de origen visigótico. Hacia el fin del XII y durante el XIII fue reformada y ampliada en el mismo estilo, pero desde el siglo XV sufrió una serie de modificaciones que hacen que poco quede hoy en día del románico original, tan sólo el muro sur, parte del septentrional, el ábside central semicircular, el hastial, la portada norte, situada detrás de la actual neoclásica, con tres arquivoltas de medio punto que descansan en una imposta apoyada en tres pares de columnas con capiteles de hojas y volutas; y la portada meridional (actualmente cegada), con tres arquivoltas lobuladas semicirculares sobre columnas con capiteles de hojas y cuatro arcos ciegos.


En esa centuria su estructura fue modificada por completo, pasando de tener tres naves a una sola con bóvedas de crucería. Al eliminar las dos hileras de soportes interiores, fue necesario construir los arbotantes que se ven sobre la calle San Pedro, para poder sostener la cubierta. A finales del XVII se reformó la capilla mayor y se reedificó la sacristía. Entre 1719 y 1723 Joaquín Benito Churriguera (autor también del antiguo retablo mayor barroco de la Catedral) reparó el interior, reformó la torre y construyó la portada occidental -la que da a la calle del Arcipreste-. Por último, a finales del mismo siglo XVIII se construyó la portada norte (frente a la confluencia de las rúas), en estilo neoclásico.


El templo alberga los restos de San Ildefonso de Toledo, que se supone fueron traídos a la ciudad por los mozárabes toledanos que la repoblaron en época de Alfonso III el Magno. El derribo de la antigua Iglesia de Santa Leocadia y su sustitución por la actual hizo que se les perdiera la pista durante un tiempo, hasta que en 1260 fueron localizados durante unas obras de ampliación, lo que obligó a extender la advocación inicial de San Pedro a los dos santos. Desde 1496 descansan en lo alto de la capilla mayor. Asimismo guarda el cuerpo de San Atilano, primer obispo de Zamora y patrón de la ciudad así como de Tarazona, su localidad natal. Fue enterrado también en la construcción primitiva y de igual manera sus restos se perdieron posteriormente, hasta su hallazgo en el siglo XVI.

La significación de San Ildefonso provocó insistentes demandas por parte del poderoso cabildo primado de Toledo reclamando sus restos, llegándose a producir incluso varios intentos de robarlos. Eso hizo que se constituyera, en el siglo XV, para custodiar su cuerpo (y posteriormente también el de San Atilano) la Real, Muy Antigua e Ilustre Cofradía de Caballeros Cubicularios de San Ildefonso y San Atilano, de la que el párroco-arcipreste de San Pedro y San Ildefonso ostenta estatutariamente el cargo de prior. Sus integrantes visten un hábito capitular de color verde. No obstante las disputas del pasado, en 2007, año del XIV centenario de su nacimiento, se autorizó el traslado de sus reliquias durante unos días a la Ciudad Imperial, atendiendo una petición de su archidiócesis.

domingo, 22 de enero de 2017

El Camino de San Vicente, mártir

Hoy celebra la Iglesia de España la memoria de un mártir de la antigüedad, del que apenas quedan hoy recuerdos: San Vicente. El Martirologio Romano nos anuncia este celebración con las siguientes palabras: San Vicente, diácono de Zaragoza y mártir, que durante la persecución bajo el emperador Diocleciano hubo de sufrir cárcel, hambre, potro, láminas candentes, hasta que, en Valencia, en la Hispania Cartaginense (hoy España), voló al cielo a recoger el premio del martirio (304).

Un buen amigo y peregrino, Miguel Perles Alabau, tuvo hace unos años la feliz idea de abrir con su peregrinación el Camino de San Vicente, desde los Pirineos hasta Valencia, siguiendo las huellas no sólo del mártir sino, sobre todo, del comienzo del Cristianismo en nuestro país, un comienzo humilde y regado por la sangre de cuantos dieron su vida por confesar a Cristo. En su Blog Fragmentos del Camino nos ha dejado no sólo el relato de su peregrinación, sino también un interesante relato del Martirio de San Vicente Mártir.

La imagen de san Vicente que vemos proviene de la iglesia de Labuerdalocalidad que se encuentra en el Camino de San Vicente.


Debajo de nuestras actuales ciudades se encuentran las ciudades romanas, en las que vivieron nuestro antepasados. Allí, de forma sencilla y pobre, se encuentra la semilla de la fe que aceptaron aquellos primeros cristianos y que, de generación en generación, ha llegado hasta nosotros. Por eso, sin duda, esa humildísima y casi perdida huella es santa para nosotros, por más que la distancia y su propia pequeñez parezcan arriesgar su recuerdo.


sábado, 21 de enero de 2017

Santa Inés Extramuros

 

La basílica de Santa Inés Extramuros (en italiano, Sant'Agnese fuori le mura) es una iglesia basilical de Roma, en la que se veneran las reliquias de santa Inés. La iglesia queda en la Vía Nomentana a cierta distancia fuera de la muralla Aureliana que rodea la ciudad antigua. El nombre permite distinguirla de otros iglesias con la misma advocación que hay, o había, en Roma, siendo la más famosa de ellas Santa Inés en la Agonía, erigida en el lugar de martirio de la santa. El complejo incluye la basílica y el mausoleo de Santa Constanza.


La actual iglesia, tal como la reconstruyó el papa Honorio I a mediados del siglo VII, se alza sobre una catacumba del siglo IV, uno de los más importantes complejos funerarios de Roma, con más de 10 kilómetros de corredores, de los cuales sólo un par son accesibles. En el siglo IV la suave roca fue horadada alrededor de la tumba de santa Inés para crear un lugar de reunión.


Para el año 340, Constantina, hija del emperador Constantino I, amplió la zona subterránea y construyó un gran mausoleo, hoy conocido como el «mausoleo de Santa Costanza». La planta baja de la iglesia del siglo VII está al nivel del suelo de la catacumba, y las entradas desde la vía pública están al nivel de la galería de la segunda planta. Los mosaicos del edificio de Honorio aún están presentes. Esta iglesia también fue construida con una galería superior separada para las mujeres (matronaeum), similar al de San Lorenzo Extramuros.


Es en esta iglesia donde, en el día de Santa Inés (21 de enero) dos corderos son especialmente bendecidos, usualmente por el papa después de una gran misa pontifical; su lana es más tarde tejida para hacer un palio, estolas ceremoniales, para un arzobispo metropolitano recién nombrado para simbolizar su unión con el Papado. La iglesia está actualmente administrada por los canónigos regulares de San Juan de Letrán.

viernes, 20 de enero de 2017

Catacumbas de San Sebastián en Roma


En la memoria del mártir san Sebastián, vamos a visitar las Catumbas de Roma que llevan su nombre, y que constituyen uno de los pocos cementerios cristianos que permanecen accesibles (de los cuatro pisos originales el primero está casi completamente destruido). Se encuentra en la ciudad de Roma.. Con el pasar del tiempo san Sebastián, mártir sepultado aquí, acabó dar su nombre al Cementerio, que en sus orígenes fue llamado «ad catacumbas», o sea, “junto a la hondonada”, pues allí existían canteras de toba volcánica. Y resultó que este nombre sirvió después para designar todos los cementerios subterráneos cristianos. Otro nombre dado en la antigüedad a estas catacumbas fue el de “Memoria Apostolorum”, en razón del culto dado a los apóstoles Pedro y Pablo.


Este lugar funerario, desde el siglo primero, ha tenido diversos usos.Las hondonadas y las galerías arenarias, de hecho fueron utilizadas para abrir sepulturas (nichos), tantos paganos como cristianos; fueron construidos diversos columbarios y, por lo menos, dos edificios residenciales con bellas decoraciones en las paredes. Hacia la mitad del siglo segundo quedó cegada la región del arenario. Esto permitió la construcción de tres mausoleos (el de Clodius Hermes, de los Innocentores y de la Hacha), en los que fueron sepultados miembros de la Iglesia cristiana.


Esta zona quedó de nuevo enterrada, y sobre ella se construyó un pórtico limitado por un muro (“triclia”). En este muro se han descifrado innumerables grafitos con invocaciones a Pedro y Pablo, ya que, alrededor del año 258, el culto de los apóstoles era muy vivo en este lugar. El Emperador Constantino (306-337) hizo construir una gran basilica en forma de circo romano dedicada a los apóstoles. Desde el siglo tercero, se fue excavando la catacumba donde se dió sepultura, como indican las fuentes, a los mártires Sebastián y Eutiques.


En la nave central de la Basílica primitiva, reconstruida en el año 1933 sobre restos antiguos, se pueden contemplar a la izquierda los canales de comunicación con la nave mediana de la iglesia actual, murales del siglo XII y el exterior del ábside de la Capilla de las reliquias; hay sarcófagos enteros y también fragmentos (la mayoría del siglo IV) que han ido encontrándose por medio de excavaciones.


Se desciende por una escalera en las galerías donde hay varios cubículos (especial importancia tienen las pinturas de fines del siglo IV del cubículo de Jonás, cuyo ciclo es representado en cuatro escenas). Se llega a la Cripta de San Sebastián, que tiene un altar de mesa que se encuentra sobre el mismo lugar del anterior (todavía quedan algunos restos de la base) y el busto de san Sebastián atribuido a Bernini. Luego se llega a la plazoleta, bajo la cual se encuentra una cavidad de arena al que quizás se debe el nombre de ad catacumbas que tuvo este cementerio y que se extendió después a los demás.


Sobre la plazoleta se abren tres mausoleos de la segunda mitad del siglo II utilizados en tiempos posteriores. El primero a la derecha, decorado externamente con pinturas (banquetes fúnebres, el milagro del endemoniado de Gerasa), conserva la inscripción con el nombre del propietario: Marcus Clodius Hermes; el interior, con sepulturas inhumadas y pinturas, está decorado con la cabeza de una gorgona.

El segundo, llamado de los más inocentes en cuanto propiedad de un colegio funerario, presenta un descenso decorado con estucos; en algunos vanos hay inscripciones griegas con caracteres latinos y un pintado con las iniciales de las palabras griegas que significan Jesucristo, hijo de Dios Salvador.

A la izquierda está el mausoleo del hacha, por el arnés que figura hacia fuera, cuya decoración está formada por sarmientos de vid que salen del kantharoi puestos encima de pilastras falsas.

De la plazoleta se sube a un ambiente, colocado cerca de la mitad de la basílica y cortado desde arriba por la construcción de la misma: la así llamada Triclia, lugar cubierto por un techo donde se celebraban banquetes fúnebres; las paredes del vano muestran cientos de dibujos realizados por devotos, realizados hacia la segunda mitad del siglo III e inicios del IV, contienen invocaciones a los apóstoles san Pedro y san Pablo.

De la triclia se pasa, por un vano, a las estancias alrededor del ábside: aquí se ordena una colección de epígrafes y una muestra completa de los mausoleos, de la triclia y de la basílica constantiniana; a continuación se baja a la platónica, construcción posterior a la misma basílica que se pensaba que era el lugar de la sepultura temporal de los dos apóstoles y que, como probaron las excavaciones realizadas en el año 1862 fue el mausoleo del mártir Quirino de Roma, obispo de Scoscia en Panonia, y que fue trasladado a Roma en el siglo V. A derecha de la platonica, se encuentra la capilla de Honorio III, adaptada en el vestíbulo del mausoleo.

jueves, 19 de enero de 2017

San Macario el Viejo


Celebramos hoy la memoria de san Macario el Viejo, uno de los más famosos solitarios del cristianismo primitivo, nacido alrededor de 300; murió el 390. Fue discípulo de San Antonio y fundador de una comunidad monástica en el desierto de Escete. A través de la influencia de San Antonio abandonó el mundo a los 30 años, y diez años después fue ordenado sacerdote.

La fama de su santidad atrajo a muchos seguidores, y su establecimiento monástico al momento de su muerte tenía miles de habitantes. La comunidad, que tomó por residencia los desiertos de Nitria y de Escete, era de tipo semi eremítico. Los monjes no estaban ligados por ninguna regla fija; sus celdas estaban cerca unas de otras, y se reunían para el culto divino sólo los sábados y domingos.

El principio que los mantenía juntos era el de mutua ayuda, y la autoridad de los mayores era reconocida no como la de los superiores monásticos en el sentido estricto de la palabra, sino como guías y modelos de perfección. En una comunidad donde sus miembros se esforzaban por destacar en mortificación y renuncia, la preeminencia de Macario era generalmente reconocida.

Diversos monasterio en el desierto Libio todavía llevan el nombre de Macario. Cincuenta homilías han sido preservadas con su nombre, pero éstas y la "Epístola a los Monjes", junto a otras piezas dudosas, no pueden ser adjudicadas a él con absoluta certeza.

martes, 17 de enero de 2017

Monasterio de san Antonio, Egipto


El desierto parece ser el lugar por excelencia para retirarse y empeñarse en la búsqueda y encuentro con Dios. Así lo fue para el pueblo de Israel, los profetas, el mismo Cristo y los primeros monjes. Un apasionante lugar donde la aridez se convierte en dulzuras y el silencio en celeste melodía. Un lugar no ausente de infinitas pruebas, pero también colmado de seguras y divinas recompensas.

Los monasterios más antiguos de Egipto se encuentran al este del país en los terrenos cercanos al Mar Rojo. El de san Antonio y san Pacomio. Pero hoy nos ocuparemos del primero.

Tras la muerte de san Antonio, el monasterio levantado en su honor es el mas antiguo del Egipto cristiano, datado del 356. El monte, el-Qalzam resguarda este monasterio y se eleva de manera majestuosa hacia lo alto de la misma forma que se elevan las plegarias de los buscadores de Dios que habitan en este lugar, posiblemente, el monasterio más antiguo del mundo.

San Antonio, en el año 285, con treinta y cinco años de edad, interrumpió las escasas relaciones humanas que mantenía y se retiró hacia el este, junto al Mar Rojo, en las montañas de Pispir. Allí se estableció junto a una fuente y cerca de una vieja fortaleza abandonada. Era un lugar donde abundaban las serpientes. Este lugar le estaba prohibido a todo asistente por la peligrosidad de las serpientes y solo de vez en cuando se le acercaba un fiel amigo a llevarle algunos víveres. Aquí, en las montañas de Pispir estuvo algunos años, extendiéndose por todo el contorno la fama de su santidad, lo que consecuentemente atrajo a otros muchos eremitas solitarios que querían vivir junto a él. Estos ermitaños se organizaron viviendo en comunidad en dos monasterios construidos por ellos mismos y que pusieron bajo la dirección espiritual de Antonio. Aquí, en el año 307 recibió la visita de San Hilarión, también monje ermitaño.

En el año 311, durante la persecución de Maximiano, Antonio abandonó la soledad y marchó a Alejandría para servir y defender, para sostener en la fe, a la comunidad cristiana alejandrina. Estuvo expuesto a la indiscreción del pueblo y por lo tanto, puso en peligro su vida, por lo que meses más tarde tuvo el deseo de vivir nuevamente en completa soledad. Así que se marchó adentrándose en el desierto de la Tebaida oriental en el Alto Egipto. Se unió a una caravana de mercaderes árabes y caminando durante tres días y tres noches, llegó al Mar Rojo. Se afincó en una montaña distante unas treinta millas del río Nilo, en Coltzum o el-Qalzam, donde vivió el resto de su vida. De allí, solo salió una vez para visitar a San Pablo el Primer Eremita.

Hasta quince años antes de su muerte no admitió la presencia estable de sus dos discípulos, Amathas y Ma­cario. Finalmente, el 17 de enero del año 356, luego de haber anunciado su muerte y haberse hecho prometer por sus dos discípulos que a nadie reve­larían el secreto de su tumba, a fin de evitar honores póstumos, entregó santísimamente su alma a Dios. Contaba al morir ciento seis años de edad.

lunes, 16 de enero de 2017

Ein Karem. San Juan de la Montaña


En aquel tiempo, los discípulos de Juan y los fariseos estaban de ayuno. Vinieron unos y le preguntaron a Jesús: «Los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan. ¿Por qué los tuyos no?»

Este texto del Evangelio de san Marcos nos sirve hoy de pretexto para acompañar a los peregrinos que veneran Ein Karem, el lugar en el que nació san Juan Bautista. En la foto vemos el sitio donde se venera tal misterio; la inscripción (Hic Precursor Domini natus est) significa: Aquí nació el Precursor del Señor.

El encantador pueblo de Ein Karem, situado en las laderas occidentales de Jerusalén. El sitio era conocido ya en la época del profeta Jeremías, que exhortó a los hijos de la tribu de Benjamín «y alzad por señal humo sobre Bet-Hakerem» porque invasores extranjeros se aproximaban a Jerusalén (Jeremías 6:1). Pero para los peregrinos cristianos, Ein Karem tiene una especial significación por ser el pueblo natal de Zacarías e Isabel, los padres de San Juan Bautista, así como el lugar de la Visitación, donde María, la madre de Jesús, visitó a su prima Isabel antes del nacimiento de Juan.


La Iglesia franciscana de la Visitación conmemora la visita de María a Isabel. La encantadora iglesia de dos niveles fue erigida en 1955 sobre ruinas bizantinas y de los Cruzados. En el patio, los peregrinos son recibidos por uno de los himnos favoritos de la Iglesia, el Magnificat de María, que ella rezaba cuando se encontró con Isabel, escrito ahora en no menos de 47 idiomas en el muro que da hacia la iglesia.

Volviendo a bajar por la colina, del otro lado del pueblo, llegará a la otra iglesia franciscana, San Juan de la Montaña. En el interior de la iglesia hay una gruta, que la tradición identifica con el lugar de nacimiento de Juan. El muro del patio de la iglesia, casi una imagen especular de la Iglesia de la Visitación, muestra la oración de acción de gracias que Zacarías decía cuando Juan nació, el Benedictus (Lucas 1:68-79) en 24 idiomas.

viernes, 13 de enero de 2017

La iglesia de Saint-Hilaire le Grand


La iglesia de Saint-Hilaire le Grand es una iglesia fortificada románica situada en Poitiers, Francia, construida en el siglo X sobre los vestigios de una necrópolis galo romana del siglo IV, en el lugar donde San Hilario alrededor del año 370 construyó un oratorio dedicado a dos mártires romanos de los años 362-363.

La iglesia del célebre obispo Hilario de Poitiers está formada por un coro y un crucero de altura impresionantes y gran luminosidad. El deambulatorio de San Hilario se abre sobre cuatro capillas adornadas con murales románicos que representan una de las primeras escenas pintadas del Apocalipsis.


Toda la bóveda y gran parte de los muros de la nave, en origen de 15 m de anchura, fueron destruidos durante la Revolución francesa, la mitad restante del edificio que quedó en pie fue recalificada como iglesia parroquial a principios del siglo XIX. Durante la segunda mitad de este siglo se reconstruyó la nave aunque con dimensiones muy inferiores a las originales, sacrificando para ello toda la zona oeste.


Benedicto XVI, en su Catequesis de 10 de octubre de 2007, explicaba así el contenido de las grandes obras teológicas de san Hilario:


En el Tratado sobre la Trinidad, san Hilario expone su camino personal hacia el conocimiento de Dios y se esfuerza por demostrar que la Escritura atestigua claramente la divinidad del Hijo y su igualdad con el Padre no sólo en el Nuevo Testamento, sino también en muchas páginas del Antiguo Testamento, en las que ya se presenta el misterio de Cristo. Ante los arrianos insiste en la verdad de los nombres de Padre y de Hijo, y desarrolla toda su teología trinitaria partiendo de la fórmula del bautismo que nos dio el Señor mismo:  "En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo".

Relicario de San Hilario

El Padre y el Hijo son de la misma naturaleza. Y si bien algunos pasajes del Nuevo Testamento podrían hacer pensar que el Hijo es inferior al Padre, san Hilario ofrece reglas precisas para evitar interpretaciones equívocas:  algunos textos de la Escritura hablan de Jesús como Dios, otros en cambio subrayan su humanidad. Algunos se refieren a él en su preexistencia junto al Padre; otros toman en cuenta el estado de abajamiento (kénosis), su descenso hasta la muerte; otros, por último, lo contemplan en la gloria de la resurrección.


En los años de su destierro, san Hilario escribió también el Libro de los Sínodos, en el que reproduce y comenta para sus hermanos obispos de la Galia las confesiones de fe y otros documentos de los sínodos reunidos en Oriente a mediados del siglo IV. Siempre firme en la oposición a los arrianos radicales, san Hilario muestra un espíritu conciliador con respecto a quienes aceptaban confesar que el Hijo era semejante al Padre en la esencia, naturalmente intentando llevarles siempre hacia la plena fe, según la cual, no se da sólo una semejanza, sino una verdadera igualdad entre el Padre y el Hijo en la divinidad. También me parece característico su espíritu de conciliación:  trata de comprender a quienes todavía no han llegado a la verdad plena y, con gran inteligencia teológica, les ayuda a alcanzar la plena fe en la divinidad verdadera del Señor Jesucristo.

jueves, 12 de enero de 2017

Rieval


Recordamos hoy la santidad de uno de los más grandes cistercienses de la primera época: Elredo de Rieval. Elredo nació en Hexham (Northumbria, entre Inglaterra y Escocia) en 1110. Recibió la primera instrucción en el priorato de Durham, y hacia la edad de catorce años entró al servicio del rey David I de Escocia, en cuya corte completó su formación, pasando después a ocupar el cargo de mayordomo (dispensator). Hacia 1134 abrazó la vida monástica cisterciense en el monasterio de Rieval (Rievaulx, Yorkshire), casa fundada dos años antes por la abadía de san Bernardo: Claraval. Su humanismo y sus talentos intelectuales y espirituales lo llevaron bien pronto a asumir tareas de dirigir su propia comunidad: fue maestro de novicios entre los años 1141 y 1143 y abad desde el 1147 hasta su muerte, en 1167.


Rievaulx (Rieval) es un lugar en Rye Dale, dentro del Parque Nacional de North York Moors, cerca de Helmsley, en North Yorkshire (Inglaterra), cerca de la río Rye. Su nombre se originó como Rye (el río) + franco-normando val o valle = "valle". Su antigua pronunciación local era como "Ríos", y cambió a "Reevo". La abadía fue disuelta por Enrique VIII en 1535 y los terrenos fueron comprados por el conde de Rutland.

martes, 10 de enero de 2017

Enciclopedia Católica. Juventud de san Gregorio de Nisa.

Se desconoce la fecha de su nacimiento; murió después de 385 ó 386. Pertenece al grupo conocido como los "Padres de Capadocia", un título que revela a la vez su lugar de nacimiento en Asia Menor y sus características intelectuales. Gregorio nació de una familia profundamente religiosa, no muy rica en bienes materiales, a cuyas circunstancias, probablemente le debió la piadosa educación de su juventud. Su madre Emelia era hija de un mártir; dos de sus hermanos, Basilio de Cesarea y San Pedro de Sebaste, llegaron a ser obispos, como él; su hermana mayor, Macrina, fue un modelo de piedad y es honrada como santa. Otro hermano, Naucracio, un abogado, se inclinaba a la vida de ascetismo, pero murió demasiado joven para ejecutar sus deseos. Una carta de Gregorio a su hermano menor, Pedro, muestra los sentimientos de profunda gratitud que ambos sentían por su hermano mayor, Basilio, a quien Gregorio llama "nuestro padre y nuestro maestro".

Probablemente, por lo tanto, la diferencia en años entre ellos fue tal que le permitió a Basilio supervisar la educación de sus hermanos menores. La formación de Basilio fue un antídoto a las lecciones de las escuelas paganas, en donde, como sabemos por una carta de San Gregorio Nacianceno, Gregorio de Nisa pasó algún tiempo, muy probablemente en su primera juventud, pues es cierto que, siendo aún muy joven, ejerció el oficio eclesiástico de rector. Parecería que su familia se esforzó por dirigir sus pensamientos hacia la Iglesia, ya que cuando el joven eligió una carrera secular y comenzó el estudio de la retórica, Basilio trató de persuadirlo extensamente y con ahínco; y cuando hubo fracasado hizo un llamado a los amigos de Gregorio para que influyeran en él contra esa vocación secular objetable. Todo fue en vano y, además, parece que el joven se casó. Existe una carta dirigida a él por Gregorio Nacianceno dándole el pésame por la pérdida de una tal Teosebeia, quien debió haber sido su esposa, y con la que continuó viviendo, como con una hermana, incluso después de que llegó a ser obispo. Esto es también evidente por su tratado "De virginitate".

Algunos piensan que Gregorio pasó algún tiempo en retiro antes de su consagración como obispo, pero no tenemos prueba de ello. Sus cartas existentes no hacen mención de tal retiro del mundo; ni estamos mejor informados de las circunstancias de su elección a la sede de Nisa, una pequeña ciudad a orillas del Halys, a lo largo de la carretera entre Cesarea y Ancira. Según Gregorio Nacianceno fue Basilio quien realizó la consagración episcopal de su hermano, antes de él mismo haber tomado posesión de la sede de Sásima; lo que situaría el comienzo del episcopado de Gregorio de Nisa alrededor de 371. ¿Fue este cambio brusco en la carrera de Gregorio el resultado de una vocación repentina? San Basilio nos dice que fue necesario vencer la repugnancia de su hermano, antes que él aceptase el cargo de obispo. Pero esto no nos sirve como respuesta, ya que el cargo de obispo en esa época estaba plagado de muchos peligros. Además, en el siglo IV, e incluso después, no era raro expresar disgusto por el honor episcopal, y huir ante la perspectiva de la elección. Sin embargo, por lo general se descubría y se traía de vuelta a los fugitivos, y se realizaba la consagración cuando una muestra de resistencia había salvado la humildad del candidato. No sabemos si ese fue el caso de Gregorio, o si realmente sentía su propia incapacidad. En cualquier caso, San Basilio parece haber lamentado en ocasiones la compulsión hecha a su hermano, ahora distanciado de su influencia; en sus cartas se queja de la injerencia ingenua y torpe de Gregorio en sus (de Basilio) negocios. Para Basilio el sínodo convocado en 372 por Gregorio en Ancira parecía la ruina de su propio trabajo. En 375 Gregorio le parecía decididamente incapaz de gobernar una Iglesia. Al mismo tiempo, no tenía más que débiles elogios por el celo por las almas de Gregorio.

viernes, 6 de enero de 2017

Covarrubias. Tríptico de la Adoración de los Magos


Viajamos hoy al corazón de Castilla, en la archidiócesis de Burgos, para venerar en Covarrubias una joya admirable del arte tardo-gótico: el Tríptico de la Adoración de los Magos. La imagen quiere escenificar la adoración de toda la humanidad al niño Jesús, Dios hecho hombre para nuestra salvación. Los tres magos representan las tres razas humanas: de rodillas, el primer mago simbolizaría a los occidentales; a la izquierda de la imagen, de pie, la imagen del segundo mago simbolizaría a los orientales. Y, al fondo, a la derecha, el tercer mago agruparía a todos los hombres de raza negra. No sólo eso, también estarían todas las edades de la humanidad, pues el que está arrodillado alude a la edad madura, el negro a la juventud, y el oriental a la edad de la plenitud de la vida.

Los tres personajes portan en sus manos los dones que ofrecen al Rey de Reyes: el oro, el incienso y la mirra., contenidos en relicarios, dos de ellos en forma de cáliz. La imagen de la Virgen, rubia y de cuello erguido, expresa el ideal de belleza femenina de la época. Por su parte, llama la atención la imagen de san José por su realismo: parece un verdadero labrador castellano, y aporta una gran sensación de paz y serenidad a toda la escena.

jueves, 5 de enero de 2017

Benedicto XVI. La Catedral de Colonia y los Reyes Magos.


La ciudad de Colonia no sería lo que es sin los Reyes Magos, que tanto han influido en su historia, su cultura y su fe. En cierto sentido, la Iglesia celebra aquí todo el año la fiesta de la Epifanía. Por eso, antes de saludaros a vosotros, queridos habitantes de Colonia, he querido recogerme unos instantes en oración ante el relicario de los tres Reyes Magos, dando gracias a Dios por su testimonio de fe, de esperanza y de amor. 


Como sabéis, en 1164, las reliquias de estos Sabios de Oriente saliendo de Milán y, escoltadas por el arzobispo de Colonia Reinald von Dassel, atravesaron los Alpes hasta llegar a Colonia, donde fueron acogidas con grandes manifestaciones de júbilo. En su peregrinación por Europa, esas reliquias han dejado huellas evidentes, que aún hoy permanecen en los nombres de lugares y en la devoción popular. Los habitantes de Colonia fabricaron para las reliquias de los Reyes Magos el relicario más precioso de todo el mundo cristiano y, como si no bastara, levantaron sobre él un relicario mayor todavía:  la catedral de Colonia. Junto con Jerusalén la "ciudad santa", con Roma la "ciudad eterna", con Santiago de Compostela en España, gracias a los Magos, Colonia se ha ido convirtiendo a lo largo de los siglos en uno de los lugares de peregrinación más importantes del occidente cristiano. 


No voy a seguir ensalzando a la ciudad de Colonia, aunque sería posible y significativo hacerlo:  llevaría mucho tiempo, porque de Colonia se podrían decir muchísimas cosas grandes y hermosas. Sin embargo, quisiera recordar que aquí veneramos a santa Úrsula y a sus compañeras; que en el año 745 el Santo Padre nombró arzobispo de Colonia a san Bonifacio; que aquí actuó san Alberto Magno, uno de los mayores eruditos de la Edad Media, y que sus restos se veneran en la iglesia de San Andrés; que aquí estudió y enseñó santo Tomás de Aquino, el mayor teólogo de Occidente; que en el siglo XIX Adolfo Kolping fundó numerosas obras sociales; que Edith Stein, judía convertida, vivió aquí en el Carmelo de Colonia, antes de huir al Carmelo de Echt, en Holanda, y de ser deportada a Auschwitz, donde murió mártir. 


Con estas figuras, y todas las demás, conocidas o desconocidas, Colonia posee un gran patrimonio de santos. Ahora quisiera decir, al menos, que, por lo que sé, aquí en Colonia, uno de los tres Magos fue identificado como un rey negro de África, de forma que un representante del continente africano fue considerado uno de los primeros testigos de Jesucristo. Además, quisiera añadir que aquí en Colonia han surgido grandes iniciativas ejemplares, cuya acción se ha extendido por todo el mundo, como "Misereor", "Adveniat" y "Renovabis". 

VIAJE APOSTÓLICO A COLONIA 
CON MOTIVO DE LA XX JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD

VISITA A LA CATEDRAL DE COLONIA

SALUDO DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI

Jueves 18 de agosto de 2005