lunes, 27 de julio de 2015

Hasta Septiembre, si Dios quiere


Querido hermanos

Hacemos un alto en el Oratorio Monástico, este rincón de espiritualidad monástica para alabanza del Padre todopoderoso, del Verbo eterno, nuestro Señor Jesucristo, y del Espíritu Santo, nuestro único y trino Dios. Muchas gracias por vuestra atención, vuestros comentarios, vuestro aliento y, sobre todo, vuestra oración. En Septiembre, si Dios, quiere, nos volveremos a ver. Que el Señor os guarde y os bendiga.

Gloria al Padre,
y al Hijo
y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Amén.

sábado, 25 de julio de 2015

El Pórtico de la Gloria

Los recientes trabajos de restauración realizados en el Pórtico de la Gloria de la Catedral de Compostela, nos han permitido conocer más en profundidad esta maravilla, no sólo del arte medieval, sino de toda la iconografía cristiana. De todos los rincones de la célebre basílica compostelana, tal vez sea el Pórtico de la Gloria el más cargado de simbolismo para generaciones y generaciones de peregrinos: el mismo Apóstol sale a recibir a los fatigados caminantes, y los conduce a Cristo mismo, quien los acoge con su bendición. Este reportaje nos describe este bellísimo compendio de la fe cristiana.

jueves, 23 de julio de 2015

Santa Brígida en Roma

Santa Brígida viajó a Roma en el año 1349 con el propósito de tomar parte en la celebración del jubileo de 1350, y para obtener el permiso del papa de fundar una nueva orden religiosa. El papa residía entonces en Aviñón, y se había prohibido el establecimiento de nuevas órdenes. La ausencia del papa no desanimó a Brígida, pues ella ya sabía, debido a una visión que había tenido, que ella vería al Papa y al Emperador encontrarse en Roma.

En Roma residió primero cerca de la basílica de San Lorenzo in Damaso. Fue testigo del decaimiento espiritual de la ciudad. Escribió cartas al papa, donde le suplicaba que regresara a Roma. En 1368, el papa Urbano V regresó a Roma y el 21 de octubre se entrevistó con el emperador Carlos IV. Entonces pudo Brígida entregar las constituciones de su orden al papa. Fueron aceptadas con varias revisiones con las que probablemente Brígida no estuvo nada de acuerdo. Además el papa tomó la decisión de dejar Italia nuevamente por motivos de seguridad, situación con la que Brígida no aprobó. Ella profetizó que el papa recibiría un fuerte golpe de Dios, y cuando Urbano V tenía dos meses de haber regresado a Aviñón, murió.

En 1371, cuando contaba con unos 68 años, Brígida realizó un viaje a Tierra Santa, con un itinerario que pasaría por Nápoles y Chipre. En Nápoles murió su hijo Carlos Ulvsson, lo que le acarreó a Brígida grandes preocupaciones. Ella tuvo entonces otra aparición, que le garantizó el perdón divino a su hijo gracias a las oraciones y lágrimas de su madre. Cuando regresó a Roma en el verano de 1373, una enfermedad la debilitó, y finalmente murió en la actual Plaza Farnese. De acuerdo a su propia voluntad, sus restos mortales fueron trasladados a Suecia, específicamente al convento de Vadstena después de haber sido enterrados en la iglesia romana de San Lorenzo in Panisperna. En 1377, por orden del obispo de Jaén Alfonso Pecha de Vadaterra, amigo y confesor de Brígida, salió a la luz la primera edición de sus Apariciones celestiales. En 1378, se llevó a cabo otra aprobación sobre las reglas de la orden religiosa de Brígida, y en 1384 se consagró el convento de Vadstena.

Terminamos, ahora, la Catequesis de Benedicto XVI sobre la santa, pronunciada el 27 de octubre de 2010:

Los restos de Santa Brígida, Vadstena, Suecia. 

En 1349 Brígida dejó para siempre Suecia y se dirigió en peregrinación a Roma. No sólo quería tomar parte en el Jubileo de 1350, sino que deseaba también obtener del Papa la aprobación de la Regla de una orden religiosa que quería fundar, dedicada al Santo Salvador, y compuesta por monjes y monjas bajo la autoridad de la abadesa. Este es un elemento que no debe sorprendernos: en la Edad Media existían fundaciones monásticas con na rama masculina y una rama femenina, pero con la práctica de la misma regla monástica, que preveía la dirección de la Abadesa. De hecho, en la gran tradición cristiana, a la mujer se le reconoce una dignidad propia y – a ejemplo de María, Reina de los Apóstoles – un lugar propio en la Iglesia, que, sin coincidir con el sacerdocio ordenado, es también importante para el crecimiento espiritual de la Comunidad. Además, la colaboración de consagrados y consagradas, siempre en el respeto de su vocación específica, reviste una gran importancia en el mundo de hoy.

En Roma, en compañía de su hija Karin, Brígida se dedicó a una vida de intenso apostolado y de oración. Y desde Roma se fue en peregrinación a varios santuarios italianos, en particular a Asís, patria de san Francisco, hacia el cual Brígida sintió siempre gran devoción. Finalmente, en 1371, coronó su más grande deseo: el viaje a Tierra Santa, a donde se dirigió en compañía de sus hijos espirituales, un grupo al que Brígida llamaba “los amigos de Dios”.

Durante esos años, los pontífices se encontraban en Aviñón, lejos de Roma: Brígida se dirigió encarecidamente a ellos, para que volviesen a la sede de Pedro, en la Ciudad Eterna.

Murió en 1373, antes de que el Papa Gregorio XI volviese definitivamente a Roma. Fue sepultada provisionalmente en la iglesia romana de San Lorenzo en Panisperna, pero en 1374 sus hijos Birger y Karin la volvieron a llevar a su patria, al monasterio de Vadstena, sede de la Orden religiosa fundada por santa Brígida, que conoció en seguida una notable expansión. En 1391 el Papa Bonifacio IX la canonizó solemnemente.

La santidad de Brígida, caracterizada por la multiplicidad de los dones y de las experiencias que he querido recordar en este breve perfil biográfico-espiritual, la hace una figura eminente en la historia de Europa. Procedente de Escandinavia, santa Brígida atestigua cómo el cristianismo había permeado profundamente la vida de todos los pueblos de este Continente. Declarándola copatrona de Europa, el Papa Juan Pablo II auguró que santa Brígida – vivida en el siglo XIV, cuando la cristiandad occidental aún no había sido herida por la división – pueda interceder eficazmente ante Dios, para obtener la gracia tan esperada de la plena unidad de todos los cristianos. Por esta misma intención, que consideramos tan importante, y para que Europa sepa siempre alimentarse de sus propias raíces cristianas, queremos rezar, queridos hermanos y hermanas, invocando la poderosa intercesión de santa Brígida de Suecia, fiel discípula de Dios, copatrona de Europa.

miércoles, 22 de julio de 2015

El Evangelio de san Juan. Jesús se aparece a la Magdalena

La liturgia de la memoria de santa María Magdalena se centra en el episodio del encuentro de Jesús resucitado con la mujer que estuvo al pie de la Cruz, según el relato de san Juan. El director de cine Philip Saville llevó a la pantalla la vida de Jesús en una producción cinematográfica canadiense de 2003: “El Evangelio de San Juan”, una película basada en la traducción literal del cuarto Evangelio. 

El personaje de Cristo está representado por Henry Ian Cusick, quien expresa “una franqueza y la vitalidad que habla a una audiencia actual”. La interpretación de Saville es profunda y fiel al texto, dramatizando la profundidad y la urgencia de las palabras de san Juan. Asimismo, la producción ha logrado una realista representación de los templos, ciudades y laderas, con setenta y cinco actores principales y más de dos mil extras. Un grupo de expertos estuvo a cargo del diseño de los trajes y de los detalles arquitectónicos. De esta película, vamos a ver el corte del encuentro de la Magdalena con el Señor resucitado.

martes, 21 de julio de 2015

1923 - Los Diez Mandamientos

Los Diez Mandamientos fue la primera película épica bíblica de la historia de Moisés dirigida por Cecil B. DeMille, y que se superaría a sí mismo con creces en su remake de 1956. Se narra la historia de Moisés desde su infancia, cuando su madre lo abandonó en las aguas del río Nilo y fue salvado por la hija de Ramsés I hasta la revelación de los Diez Mandamientos en el monte Sinaí. Vemos el corte, en el que se describe el paso del mar Rojo.

lunes, 20 de julio de 2015

El paso del Mar Rojo

El paso del Mar Rojo constituye el acontecimiento salvador central de la Historia de Israel. Vamos a contemplarlo en la representación que de él hizo la película Los Diez Mandamientos.

domingo, 19 de julio de 2015

La Capilla de Nuestra Señora de Altötting


La capilla de Gracia (en alemán Gnadenkapelle) o capilla de Nuestra Señora de Altötting, dedicada a esta advocación que es patrona de Alemania, constituye un santuario mariano situado en dicha localidad de Baviera, principal destino de peregrinación católico de este país y uno de los más importantes de Europa.


La capilla octogonal que alberga la imagen de la Virgen data aproximadamente de 660, y es el más antiguo santuario mariano en Alemania. Según la tradición, en 1489 la «Virgen Negra», talla que data del siglo IX, intercedió resucitando a un niño de tres años que se había ahogado, al cual la madre lo había llevado hasta su altar para rogar por él.


De gran devoción, en el lado oeste de la capilla de planta octogonal se encuentra una urna de plata en la que reposan 28 corazones de miembros de la casa de Wittelsbach, casa real de Baviera,

sábado, 18 de julio de 2015

Catedral de Ekaterinburgo


Ayer fue el aniversario del bárbaro asesinato de la familia imperial rusa, cuyos miembros fueron canonizados por la Iglesia Ortodoxa el año 2000. Por eso, nos vamos al lugar de su martirio, en Siberia, donde se levantó una catedral sobre el mismo lugar en el que sucedieron tales acontecimientos, con los que se inició el calvario del pueblo cristiano ruso.


La Iglesia sobre la sangre en honor de todos lo santos resplandeciente en la tierra rusa es una iglesia ortodoxa rusa de Ekaterimburgo, Rusia. Conmemora la canonización de los Románov. Fue construida entre el 2000 y el 2003 en el sitio donde estuvo la Casa Ipátiev. En esa casa, el zar Nicolás II de Rusia y su familia fueron asesinados. La iglesia sobre la sangre cubre 2,760 metros cuadrados. Comprende dos iglesias, un campanario, un anexo patriarcal y un museo dedicado a la familia imperial rusa. La iglesia principal fue consagrada por el Patriarca de Moscú y de todas las Rusias, Alejo II, el 16 de junio de 2003.

viernes, 17 de julio de 2015

Convento de Santa Clara de Palencia


El Monasterio de Santa Clara de Palencia se remonta a una decisión regia de Enrique II de Castilla y su mujer, la reina Juana Manuel, hacia 1378, cuando fue traído aquí un grupo de monjas clarisas de la localidad de Reinoso. Un año más tarde, con el fallecimiento del monarca, el patronato monacal fue asumido por su sobrino Alfonso Enríquez de Castilla, Almirante de Castilla, y su esposa, Juana de Mendoza, quienes hacia 1395 iniciaron la construcción de la actual iglesia, proyectándola de manera que les sirviera de panteón. De este monumento funerario, que pudo tener forma de navío, no queda ningún resto.

A principios del siglo XVIII el patronato recobró su carácter real al asumirlo la Corona borbónica en tiempos de Felipe V, como resultado de la huida a Portugal del IX Almirante de Castilla, Juan Tomás Enríquez, por negarse a servir como embajador en Francia. En 1802 el patronato pasó a manos de la Casa de Alba. Con la Revolución de 1868, el convento fue exclaustrado y convertido en hospital, debiendo las monjas alojarse en el Real Monasterio de la Consolación en la cercana población de Calabazanos, de la misma orden. En 1874, con el derrocamiento de la I República, las Clarisas pudieron retornar a su monasterio palentino. En este monasterio situó el dramaturgo romántico vallisoletano José Zorrilla la trama de su leyenda Margarita la Tornera.


La iglesia, levantada entre los siglos XIV y XV, tiene planta de cruz griega (única en la capital) con triple cabecera absidial, siendo el ábside central de tres paños. El éxterior de los ábsides está reforzado con gruesos contrafuertes y recorrido por cornisas de cincha. En todo el perímetro superior del ábside central y la nave transversal, directamente bajo el alero del tejado, asoman ventanas de celosía de inspiración mudéjar, elemento característico en este tipo de edificios religiosos de clausura. Las bóvedas son de crucería compleja y descansan en pilares romboidales con columnillas adosadas para la descarga de las nervaduras.


El acceso al templo, situado en el brazo septentrional de la nave transversal y bajo un óculo de testero, se hace a través de una portada tardogótica que presenta arco inferior de tipo carpanel, arco superior apuntado dividido en tres arquivoltas y trasdós conopial con decoración de cardinas y remate en cogollo; sendas pilastras aciculares y escudos de la familia Enríquez flanquean la portada, y en el tímpano, las figuras de Santa Clara, San Francisco y San Miguel; son copias de los originales, llevados en su día al Museo Arqueológico Nacional donde también se conservan dos tablas del primitivo retablo de la Virgen de Misericordia atribuido a Juan de Nalda. Los arcos están decorados con elementos vegetales, animales fantásticos, demonios y figuras humanas contextualizadas en el Juicio Final.


En el interior pueden contemplarse varios retablos de los siglos XVI al XVIII. El Retablo de la Capilla Mayor es una mazonería de dos cuerpos y tres calles, sin ático, elaborada en el recargado estilo barroco de la primera mitad del siglo XVIII por Pedro de Correas. Contiene imágenes de San Miguel, San Rafael, la Anunciación y varios santos franciscaos. En el altar mayor se expone el Santísimo Sacramento permanentemente.

En la Capilla de San Juan Bautista, en la nave de la Epístola (sur) se sitúa el enterramiento de Juan Bautista Montoya, canónigo de la Catedral de Sevilla y arcediano de Niebla, quien en el siglo XVI escogió este recinto como panteón. En la Capilla del Santísimo Cristo (del que se habla en el siguiente epígrafe) se sitúan los sepulcros marmóreos de María Fernández de Velasco, fundadora del Convento de Clarisas de San Bernardino de Cuenca de Campos (Valladolid), de bulto yacente, y Beltrán de Guevara, señor de Zorita de la Loma y benefactor del antedicho convento, de bulto orante; los restos de ambos personajes fueron trasladados a este lugar en 1967.

jueves, 16 de julio de 2015

El Monte Carmelo

Monte Carmelo

El Monte Carmelo es una cordillera en Israel sobre el mar Mediterráneo. Tiene forma triangular, mide unos 26 km de largo y alrededor de 7 kilómetros de ancho y su altura máxima de unos 550 m. La ciudad de Haifa está parcialmente situada sobre el Monte Carmelo, como también otras pequeñas ciudades como Nesher, Tirat Karmel. Su nombre significa "jardín" o "viñedos de Dios" ("Karem El" en idioma hebreo). En la antigüedad estaba cubierta por viñedos y fue siempre famosa por su fertilidad.

Grutas de ermitaños

Una tradición piadosa sostiene que, desde los días de los profetas Elías y Eliseo, hubo en aquella zona hombres de oración que vivían en soledad la búsqueda de Dios. En el período de los Cruzados surgió entre los cristianos el deseo de vivir sobre aquella montaña de vida de entrega al Señor. Así surgió en el Carmelo la vida carmelita. El convento del Monte Carmelo tiene un nombre evocador: "Stella Maris" (Estrella del Mar). Es un hermoso edificio cuadrangular a 500 metros de altura sobre el nivel del Mar Mediterráno en la ciudad de Haifa. 

Cueva de san Elías

El centro del convento lo ocupa el santuario de la Virgen del Carmen. En el altar mayor de esta hermosa iglesia en cruz griega se venera la estatua de la Virgen del Carmen, obra de un escultor italiano en 1836. Debajo del altar se ve la gruta del profeta Elías. Según la tradición, éste era el lugar donde se refugiaba el profeta. Una estatua recuerda al celoso defensor de la religión de Yahwéh.

Profeta Elías

Nos cuentan los Padres Carmelitas que no ha sido fácil la permanencia católica sobre esta montaña. Bien es verdad que, en la época de los Cruzados, el patriarca latino de Jerusalén, San Alberto, pudo dar a los ermitaños del Monte Carmelo una regla religiosa el año 1212. Se cuenta que el carmelita San Simón Stock pasó por aquí antes de su célebre visión del escapulario carmelita. También subió en peregrinación a esta santa montaña el rey San Luis de Francia en el año 1254 en acción de gracias por haberse salvado de un naufragio. 

Con la caída de la ciudad de San Juan de Acre en 1291 vino la persecución árabe que causó el martirio de no pocos religiosos. Después de una larga interrupción de la vida monacal en la montaña que dio ocasión para la expansión del ideal carmelitano por el Occidente, regresaron los religiosos del Carmen al Monte Carmelo por el siglo XVII.

miércoles, 15 de julio de 2015

San Buenaventura en Lyon


Estamos hoy recordando la santidad de san Buenaventura. Influyó en su época no sólo a través de su especulación teológica, sino también mediante su acción de gobierno, tanto en la Orden de los Franciscanos, como en la vida de la Iglesia Universal. Un aspecto importante es su participación en el Concilio de Lyon, que trató de realizar la unidad con los ortodoxos.


Gregorio X encomendó a San Buenaventura la preparación de los temas que se iban a tratar en el Concilio ecuménico de Lyon, acerca de la unión con los griegos ortodoxos, pues el emperador Miguel Paleólogo había propuesto la unión a Clemente IV. Los más distinguidos teólogos de la Iglesia asistieron a dicho Concilio. Como se sabe, santo Tomás de Aquino murió cuando se dirigía a él. San Buenaventura fue, sin duda, el personaje más notable de la asamblea. Llegó a Lyon con el Papa, varios meses antes de la apertura del Concilio. Entre la segunda y la tercera sesión reunió el capítulo general de su orden y renunció al cargo de superior general. Cuando llegaron los delegados griegos, el santo inició las conversaciones con ellos y la unión con Roma se llevó a cabo. En acción de gracias, el Papa cantó la misa el día de la fiesta de San Pedro y San Pablo. La epístola, el evangelio y el credo se cantaron en latín y en griego y San Buenaventura predicó en la ceremonia.


El Concilio de Lyon fue convocado en 1272 por el papa Gregorio X. Se desarrolló en seis sesiones a las que asistieron unos quinientos obispos, sesenta abades y más de mil prelados o sus procuradores. También estuvieron presentes Jaime I de Aragón, el embajador del emperador Miguel VIII Paleólogo con miembros del clero griego, y los embajadores de los reyes de Alemania, Hungría, Inglaterra, Escocia, Francia y Sicilia. Especial trascendencia tuvo la presencia de los embajadores del Khan de los Tártaros cuyo reino, situado a espalda del Islam, abría la posibilidad de atenazar a los musulmanes entre dos frentes.


Las sesiones se celebraron en la Catedral de Lyon. Su construcción comenzó en el siglo XII. Las partes más bajas del ábside, las capillas de ambos lados y el transepto fueron construidos entre 1165 y 1180 en estilo Románico. El techo del ábside y el transepto en estilo Gótico, las dos torres orientales, los primeros cuatro tramos de la nave y la bóveda fueron completados entre el siglo XII y el primer tercio del siglo XIII.


A mediados del siglo XIII, las ventanas del coro y los dos rosetones del transepto fueron completados. Entre finales del siglo XII y el primer tercio del siglo XIV, los últimos cuatro tramos y la parte más baja de la fachada fueron completadas. El final del siglo XIV presenció la terminación de los últimos tramos de la bóveda y los rosetones de la fachada en 1392. En el siglo XV, la parte superior de la fachada y las torres fueron completadas. La estatua de Dios Padre fue ubicada en la parte más alta del frontón en 1481. La capilla de los Borbones (nombrada así por los arzobispos que ordenaron su construcción), de un estilo Gótico tardío, fue construida entre finales del siglo XV y comienzos del siglo XVI.

martes, 14 de julio de 2015

Monasterio de Santa María de las Escalonias

Se encuentra situado al sur de España, en la diócesis de Córdoba, cerca del pueblo de Hornachuelos. Los primeros pasos de esa fundación trapense los dio la Abadía de La Oliva (diócesis de Pamplona) el año 1986, cuando envió el primer grupo de dos monjes a una propiedad que acababan de recibir en donación. El Monasterio quedó canónicamente erigido en 1994 como Priorato. El Monasterio dispone de una estupenda WEB. Les ofrecemos este montaje, con imágenes del lugar y de la comunidad.

domingo, 12 de julio de 2015

Montecasino. La piedra de san Benito


Junto a la Puerta de entrada de la Torre, en Montecasino, se encuentran el lugar en el que debía estar la celda de san Benito, y en la que se encontraba la piedra en la que el santo se solía sentar a leer. Allí tuvo lugar el encuentro que san Gregorio nos narra en sus Diálogos, de san Benito con el bárbaro Totila.

En tiempo de los godos, su rey Totila oyó decir que el santo varón tenía espíritu de profecía. Dirigióse a su monasterio y deteniéndose a poca distancia del mismo, le anunció su visita. Enseguida se le pasó aviso del monasterio, diciéndole que podía venir, pero él, pérfido como era, intentó cerciorarse de si el hombre de Dios tenía espíritu de profecía. Para ello, prestó su calzado a cierto escudero suyo llamado Rigo, le hizo vestir con la indumentaria real y le mandó que se presentara al hombre de Dios como si fuera él mismo en persona. Envió para su séquito a tres compañeros de los que solían ir en su comitiva, a saber: Vulderico, Rodrigo y Blidino, para que formando cortejo con él hicieran creer al siervo de Dios que se trataba del mismo rey Totila. Dióle además otros honores y acompañamiento, para que tanto por el séquito como por los vestidos de púrpura le tuviese por el propio rey.

Cuando Rigo llegó al monasterio ostentando las vestiduras reales y rodeado de numeroso séquito, el hombre de Dios estaba sentado a la puerta. Vio cómo iba acercándose y cuando podía ya hacerse oír de él, grito diciendo: "¡Quítate eso, hijo, quítate eso que llevas, que no es tuyo!". Al instante Rigo cayó en tierra lleno de espanto por haber intentado burlarse de tan santo varón; y todos los que con él habían ido a ver al el hombre de Dios, cayeron consternados en tierra. Al levantarse, no se atrevieron a acercársele, sino que regresaron adonde estaba su rey y temblando le contaron la rapidez con que habían sido descubiertos.

sábado, 11 de julio de 2015

Montecasino. La Capilla de san Juan Bautista


En uno de los claustros de la Abadía de Montecasino se conservan los vestigios de lo que fue el oratorio de san Juan Bautista, que edificó san Benito y en el que, según la tradición, falleció mientras estaba en oración. En el suelo se encuentra marcado el perímetro de lo que fue aquel pequeño templo. Tenía tres naves, con unos veinte metros de largo por ocho de ancho. En la cabeza de dicho perímetro se emplazó un grupo escultórico que representa a san Benito, sujeto por dos discípulos, levantando los brazos en oración antes de su muerte y tránsito al cielo. En lo que fue la cabecera de dicho templo hay dispuesto un Cristo en Majestad.  

Éste es el relato que hace san Gregorio Magno de su glorioso tránsito:

En el mismo año que había de salir de esta vida, anunció el día de su santísima muerte a algunos de los monjes que vivían con él y a otros que estaban lejos; a los que estaban presentes les recomendó que guardaran silencio de lo que habían oído y a los ausentes les indicó la señal que les daría cuando su alma saliera del cuerpo. Seis días antes de su muerte mandó abrir su sepultura. Pronto fue atacado por la fiebre y comenzó a fatigarse a causa de su violento ardor.

Como la enfermedad se agravaba cada día más, al sexto día se hizo llevar por sus discípulos al oratorio, donde confortado para la salida de este mundo con la recepción del cuerpo y la sangre del Señor y apoyando sus débiles miembros en las manos de sus discípulos, permaneció de pie con las manos levantadas al cielo y exhaló el último suspiro, entre palabras de oración. En el mismo día, dos de sus monjes, uno que vivía en el mismo monasterio y otro que estaba lejos de él tuvieron una misma e idéntica visión.

Vieron en efecto un camino adornado de tapices y resplandeciente de innumerables lámparas, que en dirección a Oriente iba desde su monasterio al cielo. En la parte superior del camino, un hombre de aspecto venerable y lleno de luz les preguntó si sabían qué camino era el que estaban viendo. Al contestarle ellos que lo ignoraban, les dijo: "Éste es el camino por al cual el amado del Señor, Benito, ha subido al cielo".

Así, pues, los presentes vieron la muerte del santo varón y los ausentes la conocieron por la señal que les había dado. Fue sepultado en el oratorio de San Juan Bautista, que él mismo había edificado sobre el destruido altar de Apolo. Y tanto aquí como en la cueva de Subiaco, donde antes había habitado, brilla hasta el día de hoy por sus milagros, cuando lo merece la fe de quienes los piden.

viernes, 10 de julio de 2015

Montecasino. El altar de san Benito


Acercándonos ya a la solemnidad de nuestro Padre san Benito, vvisitamos uno de los lugares santos benedictinos: la Abadía de Montecasino. Hoy podremos contemplar el altar mayor de la Basílica, levantado sobre la tumba del santo. El espectacular templo barroco conservó como elemento central este hecho, y las excavaciones posteriores han confirmado que, a pesar de todas las reedificaciones del lugar, se ha conservado la exacta localización de esa tumba.

El altar mayor está en el crucero del templo,justo debajo de una cúpula. Deja oculto el coro donde los monjes celebran el Oficio Divino, e impone la celebración de la Eucaristía hacia oriente. Se trata de una estructura de mármol, bastante elevada sobre el pavimento del templo. En la parte posterior, muestra el emplazamiento de la tumba de los santos Benito y Escolástica, y allí hacen una estación de oración todos los días los monjes al término de las Vísperas.

En el siguiente video podemos ver la visita y oración que allí realizó el papa Benedicto XVI en su visita a la Abadía.

miércoles, 8 de julio de 2015

Iglesia de los Doce Apóstoles de Constantinopla

En aquel tiempo, Jesús, llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad para expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y dolencia. Éstos son los nombres de los doce apóstoles: el primero, Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés; Santiago el Zebedeo, y su hermano Juan; Felipe y Bartolomé, Tomás y Mateo, el publicano; Santiago el Alfeo, y Tadeo; Simón el Celote, y Judas Iscariote, el que lo entregó. 


Este texto del Vangelio según san Mateo que leemos en la Eucaristía de hoy, no lleva a uno de los templos dedicados a los Santos Apóstoles en la antigüedad, que ejerció una considerable influencia en el desarrollo de la arquitectura cristiana: el de Constantinopla.

La iglesia de los Santos Apóstoles fue un templo cristiano ubicado en la antigua Constantinopla, que se levantó originalmente para servir como mausoleo del emperador Constantino. Se trata de uno de los ejemplos más destacados de la primera arquitectura bizantina, principalmente por dos motivos: el concepto centralizado de la planta y la proliferación de cúpulas yuxtapuestas, de gran trascendencia posterior. Desde 1469 se levanta en su solar la Mezquita del Conquistador (el Fatih), en la actual ciudad de Estambul, en Turquía.

La primera iglesia de los Santos Apóstoles se levantó en época de Constantino, en el contexto de la construcción de la nueva capital imperial. Se hallaba en un punto elevado de la ciudad, sobre la cuarta colina, y cerca de la línea de murallas de Constantino. De ella no queda en la actualidad el menor vestigio, ya que en época de Justiniano fue sustituida por una nueva iglesia y ésta, a su vez, fue reemplazada en 1469 por la Mezquita del Conquistador. Así pues, toda imagen que podamos hacernos de aquella primera iglesia se basa en la descripción que Eusebio de Cesarea hace de ella en su Vida de Constantino.

La iglesia se hallaría exenta en una amplia explanada, rodeada de salas de otros edificios públicos, como baños y salas de reunión. Habría adoptado la forma de cruz griega en su planta. Uno de los brazos de esta cruz, el de acceso, sería ligeramente más largo que los otros tres. Menos claro está si cada brazo poseería una única nave o, en cambio, habría naves colaterales. Por otra parte, se incide en el lujo de los mármoles y los dorados, que cubrirían respectivamente las paredes y los techos artesonados. El edificio destacaría en altura sobre todo su cimborrio de cubierta cónica, situado sobre el crucero.

Mezquita de Mehmet II en el lugar de la Iglesia

Este espacio del crucero tiene en este edificio una decisiva importancia simbólica, ya que se concibe como espacio para el sarcófago en pórfido del emperador Constantino, que estaría flanqueado por una serie de cenotafios o pilares inscritos con los nombres de los doce Apóstoles. Así pues, la iglesia de los Santos Apóstoles se concibe no sólo como un martyrium apostólico, sino también como mausoleo de un emperador que quiere ser venerado. De este modo, esta iglesia va más allá de una concepción martirial para convertirse en un heroon, donde el emperador, convertido en héroe, descansa bajo el signo de la cruz. Esta idea del heroon, que usa primeramente para denominar a la Anástasis de Jerusalén, lo que hace es recoger un concepto precristiano.

Hasta tal punto era atrevido mostrar al emperador como centro visual y simbólico de la arquitectura, que el espacio se reformuló pocos años después. En el año 356-57, cuando fueron traídas a la iglesia reliquias verdaderas de los Apóstoles, los restos de Constantino se trasladaron a un mausoleo independiente, contiguo al templo. Este nuevo alojamiento ya correspondía al planteamiento tradicional funerario, al ofrecer una planta circular cubierta con cúpula.

Y es que tipológicamente la primitiva iglesia de los Santos Apóstoles ofrece un planteamiento heterodoxo. Si bien hemos de considerarla un martyrium, ofrece novedades frente a los otros grandes martyria cristianos, como la basílica del Santo Sepulcro o la de San Pedro, los cuales lateralizaban el espacio de enterramiento propiamente dicho. Así, mientras en estos ejemplos la zona propiamente martirial está oculta bajo tierra o constituye un apéndice, en el caso del Apostoleion de Constantino el martyrium es una “construcción autosuficiente centrada en el espacio de devoción”. Así pues, la zona martirial es corazón mismo del edificio y en ella confluyen los brazos de las naves, que sirven para albergar a los fieles.

Reconstrucción de la Iglesia de los Apostoles

Desde finales del siglo IV hasta principios del V, gran cantidad de iglesias tomaron la de los Santos Apóstoles de Constantinopla como modelo, al menos en dos aspectos: el que ofrecía su planta de cruz griega (en su alusión a la Vera Cruz) y su dedicación a los Apóstoles. En algunas ocasiones, los verdaderos Apóstoles pueden ser sustituidos por un santo o “apóstol” local. Krautheimer señala como consecuencias directas de la iglesia constantinopolitana a las de Milán y Rávena en el Occidente, a las de Éfeso y Antioquía en Anatolia, y a las de Gaza y Siquem en Oriente Próximo. El mismo autor también señala la influencia en la formación de las basílicas con crucero saliente, como la de la ciudad de Menas. Con todo, y pese a la gran influencia que atribuye a este edificio, retrasa hasta el año 400 la calificación de Constantinopla como centro arquitectónico de primer orden.

martes, 7 de julio de 2015

lunes, 6 de julio de 2015

Santuario de Santa María Goretti en Nettuno


Recordamos hoy a santa María Goretti, la mártir de la pureza, en la Italia de principios de siglo XX. Nos desplazamos, por eso, hasta la localidad italiana de Nettuno, en cuyo Santuario de Nuestra Señora de la Gracia se veneran sus reliquias. María Goretti nació el 16 de octubre de 1890 en el pueblo de Corinaldo (Italia), en la provincia de Ancona. Hija de Luigi Goretti y Assunta Carlini, fue la segunda de seis hermanos. La familia se mudó a Nettuno, a trabajar como temporeros en la hacienda Le Ferriere del conde Giacomo Mazzoleni.


Vivió en el seno de una familia humilde y perdió a su padre a los diez años por causa del paludismo. Como consecuencia de la muerte de su padre, la madre de María Goretti tuvo que trabajar dejando la casa y los hermanos menores a cargo de María quien realizaba sus obligaciones con alegría y cada semana asistía a clases de catecismo.


A los once años hizo su primera comunión haciéndose, desde entonces, el firme propósito de morir antes que cometer un pecado. En la misma finca donde vivía María trabajaba Alessandro Serenelli, quien se enamoró de María que en ese entonces contaba con once años. Serenelli, a causa de lecturas impuras, se dedicó a buscar a María haciéndole propuestas que la santa rechazaba haciendo que Serenelli se sintiera despreciado.

El 5 de julio de 1902, mientras la familia de María y el padre de Alejandro trabajaban cosechando vegetales, la niña se quedó en casa cosiendo ropa y cuidando de su hermanita de dos años, Teresa. Alejandro, que se había cansado de los rechazos de María, la sorprendió e intentó abusar sexualmente de ella, pero María le opuso resistencia y trató de hacerlo razonar advirtiéndole a Serenelli que lo que pretendía era pecado y que no accedería a sus pretensiones.


Alejandro reaccionó a estas palabras con descontrol completo, desgarrándole el vestido y apuñalándola salvajemente once veces con una lima a la que había dado forma de cuchilla; cuando Alejandro vio a la malherida María tratando de arrastrarse hacia la puerta, la apuñaló en la espalda tres veces más y huyó. María quedó entonces definitivamente herida de muerte. A ese paso, el padre de Alejandro, subió a dicha casa donde se encontraba María, al verla desahuciada tendida en el suelo, salió de la casa y gritó a la mamá de María, diciendo que María había muerto. Fue llevada al hospital y murió al día siguiente.

Ella lo perdonó al instante de la muerte y a Alejandro fue condenado a 80 años de prisión, Ella se apareció completamente vestida de blanco con 14 lirios en sus manos. Ella le perdonó y le dijo que se convirtiera o sino acabaría en el Infierno. Luego Alejandro se bautizó y comenzó a vivir una vida cristiana.

domingo, 5 de julio de 2015

Cristianismo en Georgia


Según la tradición ortodoxa, el cristianismo fue proclamado por primera vez en Georgia por los apóstoles Simón y Andrés, en el siglo I. Se convirtió en la religión del estado de Kartli (Iberia) en el año 337. La conversión de Kartli al cristianismo se le atribuye a santa Nino de Capadocia. La Iglesia Ortodoxa de Georgia, originalmente parte de la Iglesia de Antioquía, ganó su autocefalía y desarrolló su especificidad doctrinal progresivamente entre los siglos V y X. La Biblia también fue traducida al georgiano en el siglo V, ya que el alfabeto georgiano fue desarrollado para tal fin. Como fue el caso en otros lugares, la iglesia cristiana en Georgia fue crucial para el desarrollo de un lenguaje escrito, y la mayoría de las primeras obras escritas eran textos religiosos. Los georgianos se mantuvieron mayoritariamente cristianos a pesar de las repetidas invasiones de las potencias musulmanas y largos episodios de la dominación extranjera. Después de que Georgia fuese anexionada por el Imperio ruso, la Iglesia Ortodoxa Rusa se ​​hizo cargo de la iglesia de Georgia en 1811.


La iglesia de Georgia recuperó su autocefalía sólo cuando el gobierno zarista terminó en 1917. El régimen soviético que gobernó Georgia a partir de 1921 no consideró la revitalización de la iglesia georgiana una meta importante y trajo severas purgas de la jerarquía de la eclesiástica georgiana y la represión frecuente del culto ortodoxo. Al igual que en otros lugares bajo la Unión Soviética, muchas iglesias fueron destruidas o convertidas en edificios civiles. Esta historia de represión alentó la incorporación de la identidad religiosa en un fuerte movimiento nacionalista y la búsqueda de los georgianos para la expresión religiosa fuera de la iglesia oficial, controlada por el gobierno. A finales de 1960 y principios de 1970, los líderes de la oposición, especialmente Zviad Gamsakhurdia, criticaron la corrupción en la jerarquía eclesiástica.


Después de que Ilia II se convirtiese en el patriarca (catholicos) de la Iglesia Ortodoxa de Georgia a finales de 1970, la Ortodoxia georgiana experimentó un renacimiento. En 1988 Moscú permitió al patriarca comenzar la consagración y reapertura de las iglesias cerradas, y comenzó un proceso de restauración a gran escala. La Iglesia Ortodoxa de Georgia ha recuperado gran poder y la independencia total del estado desde la restauración de la independencia de Georgia en 1991. No es religión estatal, pero su condición especial es reconocido por el Concordato de 2002.

Además de la Iglesia Ortodoxa de Georgia, el cristianismo en Georgia está representada por los seguidores de la Iglesia Apostólica Armenia y la Iglesia Ortodoxa Rusa, y una Iglesia Católica Georgiana que sigue principalmente el rito latino.

sábado, 4 de julio de 2015

San Ulrico de Augsburgo


Recordamos hoy al santo obispo Ulrico, patrono de la diócesis de Augsburgo, en Baviera, cuyas reliquias se veneran junto a las de la santa mártir romana Afra en la Basílica de los santos Ulrico y Afra, en la ciudad de Augsburgo.

San Ulrico nació en 890 probablemente en Kyburg, un poblado cercano a Zúrich, Suiza, o tal vez en alguna aldea vecina de Augsburgo. Descendiente de suevos y alamanes, hijo del Conde Hupaldo y Thetbirga, y relacionado con los duques de Alamania y con la familia imperial de los Otones. Fue un niño enfermizo que cuando tuvo suficiente edad para aprender fue enviado a la escuela monacal de San Gall, donde demostró ser un excelente alumno.


Decidió hacerse sacerdote, pero dudaba entre ingresar en la Abadía Benedictina de San Gall o hacerse sacerdote secular. Antes de abril de 910, fue enviado para su formación a Adalberón, Obispo de Augsburgo, que lo hizo chambelán. A la muerte de Adalberón, acontecida el 28 de abril de 910, San Ulrico retornó a casa, donde permaneció hasta la muerte del Obispo Hiltine el 28 de noviembre de 923. Gracias a la influencia de su tío el Duque Burchard de Alamania y de otros parientes, San Ulrico fue designado Obispo de Augsburgo por el rey Enrique, siendo consagrado el 28 de diciembre de 923.

Durante su obispado actuó intentó mejorar el bajo nivel moral y social del clero y reforzar su adhesión a las leyes de la Santa Madre Iglesia. San Ulrico confiaba en alcanzar este fin mediante visitas periódicas y la construcción de tantas iglesias cuando fuera posible, para hacer accesibles al pueblo llano las bendiciones de Cristo a través de su Santa Iglesia.


Al amanecer del 4 de julio de 973, San Ulrico esparció cenizas en el suelo formando una cruz; roció la cruz con agua bendita y se colocó sobre ella. Su sobrino Richwin llegó al amanecer con un mensaje y un saludo del Emperador Otón II, e inmediatamente después, mientras el clero entonaba las Letanías, San Ulrico murió. Su cuerpo fue enterrado en la Iglesia de Santa Afra, que había sido reconstruida por él.

Muchos milagros fueron grabados en su tumba; y veinte años después de su muerte, en 993, fue canonizado por el Papa Juan XV, siendo el primer santo en ser canonizado mediante proceso canónico.

En el siguiente montaje vemos imágenes de la Basílica de los Santos Afra y Ulrico.

viernes, 3 de julio de 2015

Catedral de Santo Tomás de Ortona


La fiesta de santo Tomás nos lleva a la India, donde según la tradición habría predicado el apóstol. La ciudad italiana de Ortona conserva desde el siglo XIII unas reliquias, procedentes de Oriente, que son veneradas en su catedral como Reliquias del Apóstol santo Tomás.

La Catedral de Ortona estuvo dedicada originariamente a Santa María de los Ángeles; se edificó hacia 1127. Fue reconstruida después de un terremoto que la destruyó.

El 17 de febrero 1427 se firmó en esta catedral la paz entre las ciudades de Lanciano y Ortona, gracias a la mediación de san Juan Capistrano.

Más tarde, la iglesia ha sufrido un incendio y la destrucción por el turco Pasha Pialí en el verano de 1566. Cuatro años más tarde, el templo se dedicó a Santo Tomás Apóstol y fue elevado al rango de Catedral.

Fue profanada por los franceses en 1799 y en 1943 fue en gran parte destruida por los alemanes que huían.

La Capilla en la que se veneran las reliquias de santo Tomás fue decorada en el siglo XIX. Alberga, también, un busto relicario de Santo Tomás.


miércoles, 1 de julio de 2015

Nuestra Señora del Puy


La catedral de Le Puy-en-Velay ha sido centro de peregrinación por derecho propio desde antes de la época de Carlomagno, e igualmente forma parte de la ruta de peregrinación a Santiago de Compostela.


La catedral forma el punto más alto de la ciudad, alzándose desde el pie del Rocher Corneille, y contiene arquitectura de todos los períodos, desde el siglo V hasta el XV, lo que le da un aspecto muy individual. El grueso de la construcción, sin embargo, data de la primera mitad del siglo XII.

Anteriormente, el visitante pasaba a través de un porche que se alzaba fuera del edificio y, después de descender por debajo del pavimento, emergía a través de una escalera en frente del altar mayor; la escalera principal está hoy cubierta por un grosero abovedado que sirve de base para la mitad de la iglesia.


A la fachada, que es a rayas con tiras de arenisca blanca y brecha volcánica negra, se llega por un tramo de sesenta escalones, y está formada por tres órdenes: el inferior compuesto de tres altas arcadas que se abren al pórtico, que se extiende debajo de los primeros espacios de la nave; por encima hay tres ventanas centrales que iluminan la nave; por encima de ellos hay tres hastiales, uno el que queda al final de la nave, flanqueado por dos más de pantalla calados. La entrada del transepto sur está amparado por un bello porche románico. Tras el coro se alza un campanario románico separado de siete pisos. Los espacios de la nave están cubiertos por cúpulas octogonales, la cúpula en el crucero forma una linterna; el coro y los brazos del transepto tienen bóveda de cañón.


Las cuatro galerías del llamativo claustro coloreadas se construyeron en el período carolingio al siglo XII. Está conectado con los restos de fortificaciones del siglo XIII que separaban el recinto de la catedral separados del resto de la ciudad. Cerca de la catedral, el baptisterio del siglo XI de San Juan está construido sobre cimientos