Los primeros cristianos enseguida identificaron Tabgha con el lugar donde habría sucedido la Multiplicación de los Panes y los Peces, al igual que recordaban allí el monte donde Jesús había pronunciado las bienaventuranzas y también la ribera donde se había aparecido después de resucitado, cuando propició la segunda pesca milagrosa.
En el caso de la multiplicación de los panes y los peces, se veneraba la roca exacta donde el Señor habría apoyado los alimentos. La peregrina Egeria, que recorrió Tierra Santa en el siglo IV, nos ha transmitido un testimonio muy valioso acerca de la existencia de una iglesia en aquel sitio, cerca de Cafarnaún: No lejos de allí se ven los escalones de piedra, sobre los que estuvo de pie el Señor. Allí mismo, por encima del mar, hay un campo cubierto de hierba, con heno copioso y muchas palmeras, y junto a esas, siete fuentes, cada una de las cuales provee agua abundantísima. En ese prado el Señor sació al pueblo con cinco panes y dos peces. Conviene saber que la piedra, sobre la que el Señor puso el pan, ahora se ha transformado en altar. De esta piedra, los visitantes se llevan trocitos para su salud, y aprovecha a todos. Junto a las paredes de esta iglesia pasa la vía pública, donde el apóstol Mateo tenía el telonio. En el monte que está allí cerca hay una gruta, en la que el Señor, subiendo, pronunció las bienaventuranzas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario