El Martirologio romano nos recuerda hoy la santidad de san Juan Damasceno, con las siguientes palabras: San Juan Damasceno, presbítero y doctor de la Iglesia, célebre por su santidad y por su doctrina, que luchó valerosamente de palabra y por escrito contra el emperador León Isáurico para defender el culto de las sagradas imágenes, y hecho monje en la laura de San Sabas, cerca de Jerusalén, compuso himnos sagrados y allí murió. Su cuerpo fue enterrado en este día (c. 750)
San Juan Damasceno (676 - 749-754?) nació de familia acomodada: su abuelo había sido funcionario al servicio del Imperio Bizantino, y tras la conquista musulmana de Siria pasó a servir a los Omeyas. San Juan trabajó en un primer tiempo como responsable de las finanzas del califa Abd al-Malik, pero sintió una llamada espiritual que le llevó a Palestina, en donde se inició como monje y fue ordenado en el monasterio de Mar Saba, donde pasó la mayor parte de su vida. Se dedicó al estudio y a escribir. Pretendió exponer sistemáticamente todo el dogma cristiano y no abordar unos pocos temas como hicieran sus antecesores. Por eso su pensamiento y su obra se convirtieron en las expresiones más perfectas del espíritu escolástico. Cuando el emperador de Constantinopla prohibió el culto a las imágenes haciéndose eco de los iconoclastas que acusaban a los cristianos occidentales y orientales -fundamentalmente los monjes- de adorar imágenes, San Juan Damasceno defendió la práctica de la veneración, no adoración, de las imágenes religiosas contra los iconoclastas: Lo que es un libro para los que saben leer, es una imagen para los que no leen. Lo que se enseña con palabras al oído, lo enseña una imagen a los ojos. Las imágenes son el catecismo de los que no leen. La tumba de San Juan se encuentra en una cueva debajo del monasterio.
Por eso, hoy vamos a visitar la Gran Laura de San Sabas. Es un monasterio ortodoxo griego excavado en la ladera de una montaña con vistas al valle del Cedrón en Israel. Fue fundado por San Sabas de Capadocia en el año 439 y hoy alberga alrededor de 20 monjes. Se considera uno de los monasterios habitados más antiguos del mundo, y todavía mantiene muchas de sus tradiciones antiguas. Una muy especial es la prohibición a las mujeres la entrada en el complejo principal.
Mar Saba fue también el hogar de San Juan Damasceno. San Juan Damasceno fue una de las figuras religiosas dominantes en la controversia iconoclasta, que alrededor del año 726 escribió las cartas al emperador bizantino Leo III Isáurico refutando sus decretos que prohibían la veneración de imágenes o las estatuas de Cristo o de otros iconos cristianos.
Tumba de San Sabas |
El monasterio jugó un papel importante en el desarrollo histórico de la liturgia de la Iglesia ortodoxa en que el Typikón monástico (manera de celebrar servicios de la adoración) del santo Sabas se convirtió en el estándar en la Iglesia ortodoxa del este así como en las Iglesias católicas del este que siguen el rito bizantino. El Typikón tomó la forma estándar de servicios que fueron oficiados en el patriarcado de Jerusalén y agregó algunos usos específicamente monásticos que eran tradiciones locales en el santo Sabas. De allí se extendió a Constantinopla, y luego a través del mundo bizantino. Aunque este Typikón haya experimentado evoluciones posteriores, particularmente en el monasterio del Stoudion en Constantinopla, todavía se le conoce como el Typikón del santo Sabas.
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