Al recordar hoy a san Juan María de Vianney, no podemos dejar de dirigir nuestra mirada a uno de los nuevos santuarios de peregrinación cristianos: el de su parroquia, en el pueblecito de Ars. San Juan María de Vianney fue un sacerdote, a simple vista, de vida sencilla y austera. En el fondo, latía una profunda vida espiritual y un incansable celo por la salvación de las almas. La profundidad de su oración fue lo que consiguió hacer de aquel humilde sacerdote un gran apóstol de Cristo. Desde entonces, Ars se convirtió en un lugar de peregrinación, de penitencia y de conversión. Lo visitamos en el siguiente reportaje.
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