martes, 25 de junio de 2013

Iglesia de las Calatravas


El antiguo Convento de la Concepción Real, de las monjas comendadoras de la Orden de Calatrava, situado al comienzo de una de las vías más importantes de Madrid, la calle Alcalá, a escasa distancia de la Puerta del Sol.


Esta privilegiada ubicación, unida al patrocinio de la realeza e importantes personalidades, convirtieron al convento en uno de los más importantes de la capital, a raíz de su establecimiento en la misma en el siglo XVII; razón por la cual la iglesia actual conserva un rico patrimonio artístico.

Los orígenes de este convento se remontan a 1623, cuando las religiosas de la Orden Militar de Calatrava se trasladaron a Madrid procedentes del Almonazid de Zorita (Guadalajara). Ciertamente los avatares de esta comunidad cisterciense fueron muy azarosos hoy día "aún sobreviven" en un monasterio construido en las inmediaciones de Madrid


La iglesia del antiguo Monasterio de la Concepción Real de la orden de las Comendadoras de Calatrava, más conocido por el de las Comendadoras de Calatrava, fue construida entre 1670 y 1678 según las trazas de Fray Lorenzo de San Nicolás, aunque fue terminado por Isidro Martínez y Gregorio Garrote. Se trata de una iglesia de planta de cruz latina con crucero y una cúpula monumental constituida por un tambor de ocho ventanas, cuatro abiertas y cuatro cegadas. 


En el interior, destaca el soberbio retablo de la capilla mayor realizado por José Benito de Churriguera entre 1720 y 1724, con esculturas de Pablo González Velázquez.


El convento fue derribado durante los años de la Revolución de 1868, quedando en pie únicamente su iglesia. Todo ese esplendor duró apenas dos siglos. Durante el Sexenio Democrático (1868-1874), se propuso derribar convento e iglesia, toda vez que desde la Desamortización de Mendizábal (1836) la mayor parte de casas religiosas habían quedado vacías. Finalmente, aunque el edificio del convento fue destruido, se optó por conservar la iglesia, parece que gracias a la intervención de Manuel Silvela, aunque hay noticias confusas sobre este episodio, ya que no falta quien atribuye la acción a la duquesa de Prim2 o incluso a un militar caballero de la Orden, que mandó paralizar el derribo.3 A pesar del contenido romántico de las otras versiones, solamente existe constancia fehaciente de la sesión de Cortes de fecha 9 de marzo de 1870 en la que, tras un agrio debate, Manuel Silvela consiguió obtener del Gobierno la resolución de respetar la iglesia.


En cuanto a la fachada, actualmente se encuentra muy modificada respecto a la original, ya que durante el reinado de Isabel II, el arquitecto Juan de Madrazo y Kuntz realizó una completa remodelación a instancias del rey consorte Francisco de Asís. Esta reforma consistió en aplicar un color rojizo de terracota a toda la fachada, además de introducir motivos decorativos neo renacentistas, muy inspirados en la arquitectura milanesa, como el rosetón del cuerpo central que reproduce la Cruz de Calatrava. 



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