miércoles, 9 de noviembre de 2016

Basílica de San Juan de Letrán


Celebramos este domingo la Dedicación de la Basílica de san Juan de Letrán de Roma. Se trata de una de las excepciones, en la que prevalece esta celebración sobre la del domingo. El motivo de dicha prevalencia es que dicho templo está consagrado al Salvador, por lo que se trata de una fiesta del Señor, como la Transfiguración o la Exaltación de la Santa Cruz.


Letrán fue la primera basílica cristiana, poco después del final de las persecuciones, al comienzo del siglo IV, durante el reinado del emperador Constantino. Letrán un palacio que pertenecía a una familia que llevaba ese nombre, los lateranos. El emperador Constantino regaló al Sumo Pontífice el Palacio de Letrán, que el Papa san Silvestre convirtió en templo y consagró el 9 de noviembre del año 324.


Esta basílica es la Catedral del Papa. En su frontis tiene esta leyenda: "Madre y Cabeza de toda las iglesias de la ciudad y del mundo". Esto quiere decir que la sede episcopal del obispo de Roma, es decir, del papa, no es el Vaticano, sino esta iglesia. Es, por lo tanto, la catedral de Roma. Se le llama Basílica del Divino Salvador, porque cuando fue nuevamente consagrada, en el año 787, una imagen del Divino Salvador, al ser golpeada por un judío, derramó sangre. En recuerdo de ese hecho se le puso ese nuevo nombre. Originariamente era la Basílica de San Juan (de Letrán); tiene dos capillas dedicadas la una a San Juan Bautista y la otra a San Juan Evangelista.


Durante mil años, desde el año 324 hasta el 1400 (época en que los Papas se fueron a vivir a Avignon, en Francia), el palacio contiguo a la Basílica y que se llamó "Palacio de Letrán", fue la residencia de los Pontífices, y allí se celebraron cinco Concilios. Ahora en el Palacio de Letrán vive el Vicario de Roma, o sea el Cardenal al cual el Sumo Pontífice encarga de gobernar la Iglesia de esa ciudad.

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