lunes, 30 de junio de 2014

El Panteón de Agripa


Los mártires cristianos de la ciudad Roma no podían ser enterrados dentro de la ciudad, pues tal uso estaba prohibido por las autoridades sanitarias romanas. Fuera de la ciudad, había diversos cementerios, donde las cenizas de los difuntos eran depositadas, después de la incineración del cadáver, en unos edículos decorados según las posibilidades de la familia. Por este motivo, la mayor parte de los mártires se encontraban fuera de la ciudad.

Cuando se produjeron las invasiones bárbaras que acabaron con el Imperio Romano, el año 608, ordenó el papa Bonifacio IV que fueran depositadas allí las reliquias de los mártires expuestas, fuera de la ciudad, al peligro del latrocinio. De tal manera, el Panteón de Agripa pasó a ser el templo cristiano de Santa María de los Mártires. En el recuerdo de los Protomártires de la Iglesia de Roma, hemos programado el fragmento de un documental en el que se nos cuenta el origen de este edificio.

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