martes, 19 de septiembre de 2017

Naim



Naim es la ciudad donde Cristo resucitó al hijo de la viuda. El Midrash (Bereshitrabba, 88) le da el significado de "placentero" a un lugar llamado Naim en el territorio de Isaachar, en Galilea. Eusebio y San Jerónimo (Onomasticon) ubican a Naim al sur del Monte Tabor, y no muy lejos de Endor. Opuesto a Tabor, y a una milla y media al norte de Endûr (sin dudas el Endor que se menciona en la biblia), existe una villa llamada Naîn ("placer).

Está situada en cordillera noroccidental de Jebel Dahy, el pequeño Hermon, y comanda una magnífica vista. Hay trazos de ruinas cerca de su límite norte, pero ningún signo de fortificaciones. "La puerta de la ciudad" (Lucas, vii, 12) puede haber pertenecido a una barrera, construida para proteger al lugar de las tribus que merodeaban, como era siempre el caso del Este. Un camino escarpado conduce a la villa, pasando por el sitio de una antigua iglesia que fue convertida en mezquita, "Moukâm Lidna Aisa" (Oratorio del Señor Jesús). La mezquita, que cayó en ruinas, fue reemplazada por otra en los alrededores. En 1880 los Franciscanos compraron las ruinas del primer edificio, y levantaron encima de la ruinas un capilla. No lejos de ahí se pueden ver las tumbas de roca de los Judíos. Debido a esto la historia gráfica de Naim encuentra una fácil localización.

“La ciudad de Naím, donde el Señor resucitó al hijo de la viuda, se encuentra hasta hoy en la duodécima (en realidad, la quinta) milla desde el monte Tabor, junto Endor”. Con estas palabras Eusebio de Cesarea atestigua la permanencia del recuerdo sacro en el s. IV. De los acontecimientos posteriores nos informa un testimonio anónimo (atribuible al s.V-VI) recogido por el monje benedictino Pietro Diácono (s. XII): “En la casa de la viuda, cuyo hijo fue resucitado, hay ahora una iglesia, y la sepultura donde le querían poner existe aún hoy”. Una “bella” iglesia existían entonces en Naím en el s. XIV (fra Nicolò de Poggibonsi), pero desde el s. XVI no se habla más que de ruinas. La iglesia actual, simple y modesta, fue construida en el 1881 sobre los restos de la antigua. Conserva dos preciosas pinturas de fines del s. XIX.


El cementerio antiguo debía de extenderse al oeste del pueblo, sobre las pendientes de la montaña, donde se ven diversas tumbas excavadas en la roca. Un sarcófago romano de piedra se conserva en la fachada de la iglesia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario