El Golgota, o Calvario, lugar donde Cristo fue crucificado es hoy el centro donde todos los cristianos miran meditando la pasión y muerte de nuestro Salvador. Un lugar donde uno se sobrecoge ante la humildad de Dios que aceptando cargar con nuestros pecados quiere morir por todos nosotros para devolvernos la semejanza de la creación, para aniquilar el pecado y derribar a la muerte con la suya propia.
El cordero se inmola por todos u cada uno de nosotros, y solo nos queda contemplar atónitos como su gran amor nos reconcilia con el Padre. Según san Juan, Cristo tiene en la Cruz su trono y desde él nos regala el don precioso del Espíritu. Acojamos, querido todos, la salvación, que en el árbol de la Cruz pende, y venid todos a adorarle.
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