sábado, 14 de marzo de 2015

Trascoro de la Catedral de Palencia


Hemos contemplado en las Imágenes Sagradas el Políptico de los Siete Dolores de la Virgen, que preside el altar del Trascoro de la Catedral de Palencia. Situado a los pies del templo, el trascoro se levanta sobre cinco escaleras y es una excelente obra del Renacimiento español, de carácter tardogótico y plateresco, constituyendo una de las obras maestras de la catedral. Fue financiado por el obispo Fonseca y se sabe que en él trabajó Juan de Ruesga hacia el año 1513.


Cuajado de doseletes, encajes de piedra y hornacinas con figuras de santos, el trascoro se organiza a modo de suntuoso retablo pétreo, destacando en él los relieves del Martirio de san Ignacio de Antioquía y la Lactación san Bernardo, añadidos posteriormente y ambos obra del escultor barroco Francisco del Rincón. Remata el conjunto el escudo de los Reyes Católicos, una crestería de piedra y la estatua de san Antolín; dos puertas, talladas en madera con minuciosos relieves, permiten el acceso al coro catedralicio.


En el centro del trascoro se halla el políptico de los Siete Dolores de la Virgen, obra del maestro flamenco Jan Joest, quien retrata al comitente, Juan Rodríguez de Fonseca, en la tabla central junto a la Virgen y san Juan, con fondo de un delicado paisaje. Las demás tablas muestran escenas de los Siete dolores de María, de quien el obispo Fonseca era gran devoto, con un refinado realismo y excelente sentido del color.


Enfrente del trascoro, se encuentra la escalera que da acceso a la cripta de san Antolín, y, cercano a la misma, el excelente púlpito, de madera sin policromar, obra de algunos de los más destacados discípulos de Alonso Berruguete, señalándose la intervención de Juan de Cambray y Francisco Giralte. Los relieves que lo decoran presentan fuertes concomitancias con los de Berruguete en la sillería de la catedral de Toledo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario