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lunes, 30 de noviembre de 2015

Abadía de San Andrés de Arroyyo


Hoy hemos contemplado la iluminación de la Caída de Babilonia, procedente del Beato de San Adnrés de Arroyo. Por eso, vamos a visitar este Monasterio, situado en el norte de la Diócesis de Palencia. Lo habita una comunidad de monjas cistercienses, de cuya página web (http://www.sanandresdearroyo.es/) tomamos la información acerca de su historia.


SITUACIÓN GEOGRÁFICA

En la región septentrional de la provincia de Palencia y perteneciente a la comarca de la Ojeda, término municipal de Santibáñez de Ecla, se halla ubicada la histórica abadía de San Andrés de Arroyo, distante unos ocho Km. de la estación de Alar del Rey, en el fondo de un estrecho y solitario valle, recibiendo el sobrenombre del arroyo contiguo, lugar en que, según la tradición, se encontró una imagen de San Andrés apóstol, a cuyo honor fue dedicado el Cenobio.

Fue precisamente en este retirado y angosto valle donde se fijó la condesa doña Mencía de Lara, considerándolo el sitio adecuado para el establecimiento de un Monasterio de vida contemplativa, en el cual día y noche resonaran las divinas alabanzas bajo la observancia cisterciense. Nos hallamos en los postreros años del siglo XII, época en la que se observa un auge significativo en la fundación y construcción de abadías en el norte de la Península Ibérica , ya que tanto los reyes como las familias nobles tenían a bien patrocinarlas, unas veces para servirles de panteones, otras de albergue a algunos familiares o para redimirles de sus culpas, en tanto que las más de ellas su finalidad era el de rendir culto a Jesucristo como prueba de su fe católica. A San Andrés de Arroyo, le cupo el honor de tener como a su primera abadesa a doña Mencía condesa de Lara, hija de Rey Alfonso VII y nieta de don Rodrigo González de Lara.


PROCEDENCIA DE LAS PRIMERAS MONJAS

En cuanto al documento fundacional del monasterio de San Andrés de Arroyo, debemos afirmar que hasta la fecha se ignora en donde se  encuentra  el acta fundacional, aunque la casi totalidad de los diversos autores que han investigado el tema, se inclinan por el preciso instante en que Alfonso VIII otorgó a la condesa doña Mencía y al monasterio de San Andrés de Arroyo, el 23 de abril de 1181, a cambio de los dos mil áureos que ésta le había prestado, la iglesia de San Millán, ubicada entre Grijalva y Villasandino, además de un prado junto al Río Yodra. Siendo también del mismo año, pero sin fecha otro documento, éste de carácter privado, por el cual María Antolinez, al ingresar en el citado Monasterio, junto a su hija, de la que no menciona el nombre, dona todas sus propiedades a la iglesia de San  Andrés de Arroyo y a su abadesa doña Mencía, así como a las monjas presentes y futuras.



LA COMUNIDAD EN EL MOMENTO ACTUAL

Desde los inicios de la fundación del Monasterio (año 1181), de manera ininterrumpida hasta el momento presente, la vida comunitaria ha existido en el Monasterio siguiendo la regla de San Benito, según el carisma Cisterciense.

Durante los siglos de su existencia nuestro Monasterio ha experimentado épocas de esplendor, prueba de ello: El Claustro, siglos XII-XIII, la Sala Capitular siglo XIII y la iglesia Abacial siglo XIII, y otras dependencias importantes que fueron construidas en siglos posteriores. También vivió épocas de decadencia, especialmente durante la desamortización de Mendizábal (1835).

La comunidad de modo habitual ha sido numerosa, aunque hubo una época que quedó reducida a 13 hermanas; en los años 1950-1960, 62 monjas formaban la comunidad de Santa María y de San Andrés; en el momento actual viven su vocación cristiana bajo la regla de San Benito 22 monjas.

Nuestro Monasterio forma parte, desde buenos comienzos, de la Federación de Monasterios de monjas de la Orden Cisterciense en España; y también se halla incorporado “pleno Iure” a la Orden Cisterciense a través de la Congregación de la Regular Observancia de San Bernardo o de Castilla.

domingo, 29 de noviembre de 2015

San Saturnino. Su Basílica en Toulouse


En Toulouse, de la Galia Narbonense, conmemoración de san Saturnino, obispo y mártir que, según la tradición, en tiempo del mismo Decio fue detenido por los paganos en el Capitolio de esta ciudad y arrastrando por las escaleras desde lo alto del edificio, hasta que, destrozados la cabeza y el cuerpo, entregó su alma a Cristo (c. 250).

Este anuncio de Martirologio Romano nos hace volver hoy la mirada hacia la ciudad de Toulouse, en Francia, para recordar la figura de este mártir de la primitiva Galia, cuya figura conocemos, fundamentalmente, a través de las actas martiriales. La Passio Saturnini cuenta que Saturnino, habiendo sido nombrado obispo, llegó a Toulouse (Francia) en el año 250, bajo el consulado romano de Decio y Grato. En aquella época, en la Galia había todavía muy pocas comunidades cristianas y Saturnino llegó para predicar y convertir a los ciudadanos de aquel lugar.


En la ciudad había un templo erigido por los romanos y consagrado a su dios Júpiter Capitolino. Saturnino tenía que pasar cada día por delante de dicho templo para llegar a un pequeño oratorio donde ejercía su catequesis. Parece ser que durante algún tiempo, Júpiter se mostraba mudo ante las peticiones de las gentes que creían en él y empezó a correrse el rumor de que el responsable de tal hecho era el obispo Saturnino.


La multitud se alteró por este motivo y un día le esperó y al pasar por allí, rodeándole amenazadora, quiso imponerle el sacrificio de un toro al dios romano. Ante su negativa y enfurecidos, ataron al obispo al toro que debía ser sacrificado y le picaron para que corriera por las escalinatas del Capitolio. El cuerpo de Saturnino fue despedazándose a lo largo de la carrera del animal. Cuando paró la espantada, allí quedó abandonado, hasta que unas piadosas mujeres lo recogieron y lo enterraron en una fosa muy profunda.

Un siglo después, fue descubierta su tumba y allí mismo construyeron una pequeña capilla con sus reliquias. Con el tiempo se perdió dicha capilla y también su recuerdo, hasta que en el siglo VI el duque de Leunebaldo encontró de nuevo el sitio e hizo edificar una iglesia dedicada a Saint-Sernin-du-Tour (palabra occitana que significa toro).

Los testimonios históricos fiables de su culto en Pamplona datan del siglo X, cuando se instalaron numerosos pobladores francos, que construyeron una iglesia bajo su advocación y a su alrededor se formó uno de los tres barrios importantes, el llamado Burgo de San Serenín o Burgo de San Cernin. Frente a la puerta de dicha iglesia hay una plancha de bronce que está tapando un pozo. Se cuenta que San Saturnino bautizó con el agua de ese pozo a los primeros cristianos pamploneses, incluido San Fermín.

La construcción de la actual Basílica de Saint Sernin en Toulouse data de finales del siglo XI. La capilla que se había construido en el siglo V, en el emplazamiento de la actual basílica, se había hecho demasiado pequeña para un número creciente de fieles. La basílica era entonces colegial, es decir, una iglesia con un colegio de canónigos dirigidos por un abad. Este último se oponía frecuentemente al obispo tolosano con la catedral de San Esteban mucho menos resplandeciente que la de San Sernín.

Toulouse recibía entonces la visita de numerosos peregrinos a través del camino de Santiago, el cual termina en la catedral de Santiago de Compostela o para venerar las reliquias de san Saturnino.


La construcción comenzó en el año 1080 por el ábside detrás de la capilla. Todavía se puede visitar hoy la iglesia primitiva, que hace las veces de cripta. Acoge algunas reliquias sagradas. Dieciséis años después del comienzo de la construcción, en 1096, el papa Urbano II consagró el altar. La iglesia fue parcialmente modificada en la época gótica y en el Renacimiento. En el siglo XIX, fue restaurada por Eugène Viollet-le-Duc. Restablece entonces el escalonamiento de los tejados de los laterales y de la nave principal que había sido suprimida en el siglo XIV. Al final del siglo XX, una restauración suprimió nuevamente el escalonamiento de Viollet-le-Duc reemplazándolo por el estado del siglo XIV.

Un magnífico claustro y una abadía se hallaban al norte de la basílica, pero fueron derruidos durante el siglo XIX. El Museo de los Agustinos posee algunos restos y trozos de esculturas.

sábado, 28 de noviembre de 2015

Fachada de la Iglesia de Santiago de Carrión de los Condes


El poder real y el dominio sobre todos los reinos bajo el cielo serán entregados al pueblo de los santos del Altísimo. Será un reino eterno, al que temerán y se someterán todos los soberanos.

La primera lectura de la Misa, tomada del Libro de Daniel, nos relata la derrota de los reinos mundos y el triunfo del poder de Dios. Esto cuadra perfectamente con el conjunto escultórico de la fachada de la iglesia de Santiago de Carrión, cuyo Pantocrátor hemos contemplado en la sección de imágenes sagradas. El siguiente reportaje de Arte e Historia nos describe acertadamente dicha obra maestra del arte románico.

viernes, 27 de noviembre de 2015

Sahagún. Santos Facundo y Primitivo


El Martirologio romano nos recuerda hoy a los santos mártires Facundo y Primitivo, cuya veneración dio lugar al nacimiento del Monasterio y, posteriormente, de la villa de Sahagún, en la diócesis de León. El Monasterio de Sahagún llegó a ser el mayor monasterio benedictino de la Hispania cristiana, en el siglo XII; sucumbió, como los demás, en las turbulencias del siglo XIX, y fue destruido hasta sus cimientos, de modo que hoy apenas se conservan unos pocos restos de su egregio pasado.


¿Quiénes fueron estos santos mártires, cuyo memoria fue venerada en este cenobio? No disponemos de muchos datos, por lo que hemos de recurrir a noticias que, en parte, son legendarias.

Los santos Facundo y Primitivo, hijos de san Marcelo, centurión romano, fueron martirizados, gobernando en Galicia Ático el cual mandó pregonar un sacrificio público a una estatua del sol, que estaba en la ribera del río Cea, y era tenida en mucha veneración por toda aquella comarca. Al llegar el día señalado para el sacrificio, se juntó mucha gente, el mismo Ático, para dar ejemplo a los demás, hizo su adoración, y como era el gobernador, todos los demás le siguieron, menos Facundo y Primitivo, que no se quisieron hallar presentes en el sacrificio. Mucho sintió esto Ático; los mandó prender e interrogar, y después de varias preguntas y respuestas, entendiendo que perdía el tiempo en quererles persuadir que adorasen a sus falsos dioses, determinó darles atroces tormentos. Les quebraron los dedos de las manos, les lastimaron cruelmente las piernas, apretándoselas con una manera de cepo que como prensa se iba cerrando poco a poco; y así fatigados por una parte de los tormentos, y por otra consolados y alegres por ver que padecían por Cristo, les mandó Ático llevar a la cárcel.

Para tentarlos y probar si con blandura y regalo les podría atraer a su voluntad más fácilmente que con tormentos, les envió ricos manjares, que los dos santos hermanos no quisieron recibir; y Ático, teniendo esto por desacato e injuria, encendido de cólera y furor, los mandó echar en un horno encendido, donde estuvieron tres días con mucho alivio y refrigerio.

Pretendió matarlos dándoles ponzoña en la comida, y los santos, cuando se la trajeron, entendiendo lo que venia en ella, dijeron: « Nosotros no habíamos de gustar esta vianda, porque bien sabemos lo que hay en ella; pero para que Ático se desengañe y se manifieste más la virtud de Cristo, a quien servimos y adoramos, la comeremos toda.» Hicieron la señal de la cruz sobre ella y la comieron, y el veneno perdió su fuerza por virtud de la santa cruz y de aquel Señor a quien todas las cosas obedecen. Cuando vio esto el que había aparejado la Ponzoña, quemó sus libros y se hizo cristiano.

Todo esto era echar aceite en el fuego y abrasar más el corazón empedernido de Ático, el cual comenzó de nuevo a atormentar a los dos santos hermanos, despedazando carnes, sacándoles los nervios con garfios de hierro, echándoles aceite hirviendo por todo su cuerpo, Pegándoles hachas encendidas a los costados, y derramando en las bocas cal viva, mezclada con vinagre; no se contentó el impío tirano con esta tan desaforada é impía crueldad; el mismo Ático dijo:  «Cegadlos, porque me turban cuando me miran. » sufriendo este martirio con gran constancia y mansedumbre, le dijo uno los santos: «Mejorado nos has la vista, pues vemos ahora con solos los ojos espirituales.»


Estando sangrientos y llagados fueron colgados de los pies, y saliéndoles mucha sangre por las narices, los verdugos los dejaron por muertos; al cabo de tres días fueron hallados vivos con sus ojos enteros y claros, y las llagas sanas como si nunca hubieran sido atormentados. Mandó Ático desollarlos vivos; y ejecutándose este tormento, uno de los que estaban presentes dio grandes voces, diciendo: «Veo bajar dos ángeles con dos coronas en las manos.» Entonces Ático, turbado, dijo como por escarnio: «Cortadles las cabezas, para que ellas vayan a buscar esas coronas.»  Su martirio fue el 27 de noviembre, cerca del año 304.

jueves, 26 de noviembre de 2015

San Silvestre y el Monasterio de Monte Fano (Italia)


Celebramos hoy la memoria del abad reformador san Silvestre.  Nació en Osimo en 1177, pertenecía a la noble familia de los Gozzolini. Estudió leyes en Bolonia y Padua, pero pronto abandonó los estudios jurídicos para dedicarse a la teología y la Sagrada Escritura. Su padre se disgustó a tal extremo que, según se dice, no le dirigió la palabra en diez años. Silvestre fue nombrado canónigo en Osimo. Ahí trabajó, hasta que su celo le indispuso con su obispo. En efecto, el prelado llevaba una vida muy poco edificante y San Silvestre se lo echó en cara, con el debido respeto pero firmemente. El obispo, encolerizado, le amenazó con privarle de su beneficio. Seguramente que ello no afectó mucho al santo, pues desde hacía tiempo se sentía muy inclinado a la vida contemplativa. Tal inclinación se convirtió en un imperativo cuando Silvestre vio el cadáver putrefacto de un hombre que había sido famoso por su apostura física.


En 1227, a los cincuenta años de edad, San Silvestre renunció a su pingüe beneficio y se retiró a un sitio solitario, a unos cincuenta kilómetros de Osimo. Ahí vivió en gran pobreza e incomodidad, hasta que el señor del lugar le ofreció una ermita mejor. Pero el sitio era demasiado húmedo, de suerte que San Silvestre se trasladó a Grotta Fucile, donde se dedicó a la penitencia. En 1231, determinó establecer un monasterio con los discípulos que ya tenía. Así pues, sobre las ruinas de un antiguo templo pagano, construyó un monasterio en Monte Fano, cerca de Fabriano.


San Silvestre dio a sus monjes la regla de San Benito en toda su austeridad. Debido a su rigorismo en ciertos puntos, particularmente en materia de pobreza y también debido a la forma de su organización, la rama fundada por San Silvestre estuvo siempre separada de las otras ramas benedictinas. San Silvestre murió a los noventa años, luego de gobernar durante treinta y seis a su congregación con gran prudencia. A su muerte, once monasterios, nuevos o reformados, formaban parte de la congregación. En el sepulcro del santo se obraron muchos milagros. En 1275, sus reliquias fueron depositadas en la iglesia abacial de Monte Fano, donde se conservan todavía.

miércoles, 25 de noviembre de 2015

Monjas del andamio

He visto hoy este reportaje de una floreciente comunidad religiosa francesa, que actualmente se esfuerza por restaurar un complejo monástico antiguo.

martes, 24 de noviembre de 2015

Panteón de los Reyes de San Isidoro de León

Visitamos hoy el Panteón de los Reyes de la Basílica de San Isidoro de León. Se trata del lugar de enterramiento de varios reyes de León, a la entrada de la basílica de san Isidoro, que atesora una impresionante colección de pinturas murales y esculturas románicas. El reportaje está hecho por Javier Domingo, y es muy interesante.

lunes, 23 de noviembre de 2015

Basílica de san Clemente

La basílica de San Clemente es el más extraordinario testimonio arqueológico relativo a la arquitectura estratificada sobre sitios preexistentes en el transcurso de los siglos, práctica bastante común en Roma.

Sección de los niveles de la basílica de San Clemente. Roma
La basílica ocupa un sitio arqueológico articulado en tres niveles: el primero es una Domus romana y algunos edificios públicos del siglo I, el segundo una basílica paleocristiana del siglo IV y el último, el visible hoy en superficie, la basílica de San Clemente que se remonta al siglo XII. 

Durante el siglo II d.C., los terrenos sobre los que hoy se encuentra la iglesia estaban ocupados por una mansión romana, propiedad de Tito Flavio Clemente, uno de los primeros senadores romanos que se convirtieron al Cristianismo. La casa era utilizada para realizar reuniones secretas, ya que la religión cristiana estaba prohibida en aquella época.


Esta basílica debería visitarse al revés, o sea de abajo a arriba, desde la Domus romana. En esta son visibles varias habitaciones, un mitreo, o lugar donde se realizaba el culto a Mitra, (Dios solar de origen persa), que permanecería en uso para la realización de rituales de iniciación hasta finales del siglo III. Son visibles también una fuente de agua y divididos por un callejón a su vez interrumpido por los cimientos de la basílica, otros edificios públicos del siglo II y III.

Primer nivel. Mitreo y altar dedicado a Mitra.

El conjunto arqueológico fue descubierto a partir del 1857 gracias a las excavaciones de los padres Dominicos Irlandeses custodios todavía hoy de la iglesia.

Algunos años después se construyó una gran sala sobre la mansión que, tras el fin de la persecución cristiana en el año 313 d.C., pasaría a convertirse en una basílica bajo la bendición del Papa Siricio. La iglesia sufrió grandes daños durante los saqueos producidos en el año 1084 a manos de los normandos, por lo que quedó abandonada y sepultada cinco metros por debajo del nivel de las calles. 

Segundo Nivel,. Basílica Paleocristiana

La basílica paleocristiana está muy bien conservada, es posible ver los antiquísimos frescos presentes en las tres naves, un sarcófago, el altar con la característica ancla que nos traslada a la leyenda del santo titular de la basílica, de hecho el martirio de San Clemente consistió en ser arrojado al mar muerto atado a un ancla. 


La decisión de abandonar, y así pues enterrar, la que en su tiempo fue una famosa basílica se debe como hemos dicho, al grave daño ocurrido durante el saqueo de los Normandos de Roberto il Guiscardo en 1084, En el mismo terreno se llevó a cabo la construcción de una nueva iglesia bajo las órdenes del Papa Pascual II, que se vería finalizada en el año 1108 y es la misma que se conserva hasta la actualidad.
Al construir la basílica superior han sido englobadas las partes superiores de algunos frescos, de hecho algunas figuras aparecen sin cabeza, además las columnas originarias han sido reforzadas con pilastras de sostén eliminando el efecto de la columnata que divide la nave central de las laterales, típico de las basílicas paleocristianas.

A la basílica superior se accede desde la plaza que toma el nombre, un porche del siglo XII hace de arco de entrada al patio compuesto por un cuádruple pórtico de columnas jónicas, la fachada es del siglo XVII y está flanqueada por un pequeño campanario.

La basílica fue reconstruida en 1719 por Stefano Fontana, éste respetó la planta medieval limitando las intervenciones a la reconstrucción y decoraciones de los techos de las naves, en la bóveda de la nave central insertó un fresco obra de G. Chiari: "Gloria de S. Clemente" (1719)

Tercer Nivel. Basilica actual
Tres naves divididas por columnas jónicas, un bello pavimento cosmatesco, una Schola Cantorum casi en el centro de la iglesia, el cimborrio y el candelabro que se remontan al siglo XII por un momento son ensombrecidos por uno de los más antiguos mosaicos presentes en Roma.


El maravilloso mosaico representa "Cristo crucificado entre la virgen y San Juan evangelista", la representación está bastante articulada: desde un césped de acanto salen volutas que componen florituras por todo el área del cuenco absidal contorneando diversas figuras, en el césped se erige la cruz de la cual fluyen ríos paradisíacos en los que abrevan ciervos.

En el presbiterio se encuentran dos monumentos, a la derecha el del Card. Roverella, obra de G. Dalmata (1476) y a la izquierda el del Card. Venier di Isaia de Pisa (1479). A la izquierda de la entrada principal, cerrada con reja protectora, está la capilla de S. Caterina pintada al fresco por Masolino da Panicale entre el 1428 y el 1431.

Dejamos este video de la RAI sobre la basílica para su disfrute y mejor entedimiento del lugar.

domingo, 22 de noviembre de 2015

Mosaicos del Baptisterio de San Juan. Florencia


Si hay un sitio donde podriamos imaginar la venida de Cristo en majestad este sería el baptisterio de san Juan en Florencia dotado de un magnífico techo de mosaico en el que aparece Cristo como Juez y Señor de los tiempos al final de la Historia rodeado de ángeles, santos y realizando el Juicio final.

Pensando en el Baptisterio de San Juan , me viene a la mente las palabras del canto decimonoveno del Inferno de Dante : "Mi bello San Juan." Está situado en la "Piazza del Duomo", justo en frente de la Catedral de "St. Maria delle Fiore"  y es uno de los monumentos más importantes de Florencia.


Los orígenes del monumento no están seguros. Se cree que fue construido sobre las ruinas de un antiguo templo romano dedicado al dios Marte alrededor del cuarto o quinto siglo AC. La primera mención se remonta a 897 cuando se refiere como una basílica. En 1128 se convierte oficialmente en el baptisterio de la ciudad, donde pasaron el rito del bautismo.

El Baptisterio, se caracteriza por un forma octogonal, cubierto por una cúpula con ocho segmentos cubiertos en el exterior por una cubierta piramidal. El exterior del edificio está decorado con mármol blanco de Carrara y mármol verde de Prato, característica propia de la  arquitectura románica florentina.

Hoy nos quedaremos solo en el interior donde se puede admirar el hermoso mosaico que cubre toda la cúpula del siglo XIII.


Un domingo, dice el apocalípsis, caí en éxtasis y oí a mis espaldas una voz potente, como una trompeta. Me volví a ver quién me hablaba, y, al volverme, vi siete candelabros de oro, y en medio de ellos una figura humana, vestida de larga túnica, con un cinturón de oro a la altura del pecho. El pelo de su cabeza era blanco como lana, como nieve; sus ojos llameaban, sus pies parecían bronce incandescente en la fragua, y era su voz como el estruendo del océano. Con la mano derecha sostenía siete estrellas, de su boca salía una espada aguda de dos filos, y su semblante resplandecía como el sol en plena fuerza. No temas: Yo soy el primero y el último, yo soy el que vive. Estaba muerto, y, ya ves, vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y del abismo.

Estos mosaicos datan de 1225 y son obras de arte de muchos artesanos venecianos desconocidos, entre los artistas que posteriormente trabajaron se encuentra probablemente Cimabue. La cubierta del techo comenzó bajo la dirección del fraile franciscano Jacopo da Torrita y probablemente no fue completado hasta el siglo XIV.
Plano del techo de mosaico :
1. Juicio Final. 2. Lámpara. 3. Coro de ángeles.
4. Historias del Libro del Génesis. 5. Historias de José.
6. Historias de María y Cristo.
7. Historias de San Juan Bautista.

Este mosacio se representa en tres secciones sobre el altar: el Juicio Final con un gigante y majestuoso Cristo y los Ángeles del juicio a cada lado (realizado por Coppo di Marcovaldo), las recompensas de los salvados dejando sus tumbas (del lado derecho de Cristo), y los castigos de los condenados (del lado izquierdo de Cristo). Esta última parte es particularmente famosa: los hombres malvados son quemados en la hoguera, quemados por las llamas, aplastados con piedras, mordidos por serpientes, masticados por horribles bestias.


Estas escenas nos recuerdan de posteriores trabajos donde se muestran con un espantoso detalle los horrores del infierno, tales como El Juicio Final o El Jardín de las Delicias, ambos del pintor flamenco Hieronymus Bosch. Dante Alighieri creció contemplando estos mosaicos y sus imágenes de muerte y resurrección deben haber tenido un profundo impacto sobre él y su obra.




Las otras escenas en el techo representan diferentes historias en niveles horizontales del mosaico: (comenzando por el nivel superior) Coro de Ángeles, Tronos, Dominaciones, y Potencias; historias del libro del Génesis, historias de Jose, historias de María y Cristo, y finalmente en el nivel más bajo: historias de San Juan Bautista. Algunas cabezas de profetas que se encuentran allí, se le atribuyen a Gaddo Gaddi, un amigo de Cimabue.


sábado, 21 de noviembre de 2015

Sta. María la Mayor. Roma

Mosaico de la coronación. Abside Sta. María la Mayor. Roma

La Santísima Virgen María fue presentada en el Templo según la tradición judía y sabemos de ello por lo que nos narran los evangelios apócrifos. Su fiesta no empezó a celebrarse en occidente hasta el siglo XIV, aunque ya se celebraba en oriente desde el siglo VI.

Templo de Jerusalen.

Pero en Occidente y después del Concilio de Éfeso (431), en el que la madre de Jesús fue proclamada Madre de Dios, el papa Sixto III (432-440) erigió en Roma, sobre el monte Esquilino, una basílica dedicada a la Santa Madre de Dios, basílica que fue llamada más tarde «Santa María la Mayor». Es la iglesia más antigua dedicada en Occidente a la Virgen María. Un templo dedicado a la madre de Dios.

Ya dedicamos el dia 5 de agosto una mirada a esta basílica en el día conmemorativo de su dedicacióm. Hoy volvemos sobre ella con un amirada puesta en maría como templo del Espiritu santo, Madre de Dios y Madre nuestra.

Sta. María la Mayor. Roma
La Basílica de Santa María Mayor es una verdadera reliquia del siglo V. Es la única de las cuatro basílicas mayores de Roma (las otras son San Pedro, Letrán y San Pablo Extramuros) que conserva su planta paleocristiana intacta, aunque ha sufrido numerosos añadidos a lo largo de los siglos.

Su historia está ligada a una conocida leyenda: cuentan que la propia Virgen señaló la ubicación de la basílica haciendo caer una copiosa nevada sobre la colina del Esquilino en pleno mes de agosto, y que el Papa Liberio, en presencia de los fieles congregados por el prodigio, trazó sobre la nieve el perímetro de la basílica. Es el origen de la conocida advocación de la Virgen Blanca o Virgen de las nieves, muy difundida por todo el mundo.

Santa María Mayor (fotos, Vaticano)es el primer templo cristiano dedicado a la Virgen. Su origen se remonta al Concilio de Éfeso (año 431), que sancionó la maternidad divina de María, tema sobre el que gira toda la iconografía del templo. El gran tesoro de Santa María Mayor son los mosaicos paleocristianos del siglo V: el principal se encuentra en el Arco de triunfo, y contiene escenas de la vida de la Virgen y de Cristo niño.

También son de época romana los 27 pequeños paneles bajo las ventanas de la nave central, con escenas del Antiguo Testamento. El gran mosaico del ábside, en cambio, es ya de época medieval (siglo XIII). La basílica albergó desde su inicio una Gruta de la Natividad, que recreaba el lugar del nacimiento de Cristo (del mismo modo que Santa Croce in Gerusalemme recreaba el Calvario). En el siglo VII se depositaron en esta gruta las famosas reliquias del Pesebre, traídas de Tierra Santa, que todavía se exponen en la cripta de la confesión, junto al altar. En este plano tienes señalados los puntos de especial interés:


1. Mosaicos paleocristianos (s.V).
2. Paneles con mosaicos del s.V.
3. Mosaico del ábside (s.XIII), realizado por el gran maestro Jacopo Torriti
4. Capilla Sforza, última obra diseñada por Miguel Ángel, muy apreciada por los estudiosos por sus líneas que anticipan el Barroco.
5. Capilla Sixtina (Sixto V). Realizada a finales del Renacimiento en un estilo sobrerecargado.
6. Capilla Paulina (Pablo V). Realizada 25 años después, con arquitectura gemela a la Sixtina, pero en estilo barroco.
7. Reliquias del pesebre
8. Tumba de Bernini, apenas visible en el primer escalón del presbiterio
9. Techo: según parece, fue dorado con el primer oro traído de América, siendo Papa Alejandro VI Borgia
10. Acceso al Museo de la Basílica. Conserva el nacimiento de Arnolfo di Cambio (s.XIII), realizado para la antigua Gruta de las reliquias del pesebre.  (fuente; audioguiaroma)

Fuera de la Basílica, en la Plaza, la columna que sostiene la imagen de la Virgen es de época romana: pertenece a la Basílica de Majencio, del Foro Romano. Respecto a la fachada, lo más interesante es el campanario medieval, uno de los más elevados y elegantes de Roma. El día 5 de agosto, fiesta de la Virgen de las Nieves, en la Misa Solemne de la mañana, celebrada por el cardenal titular, una lluvia de pétalos blancos conmemora el milagro de la nieve.

viernes, 20 de noviembre de 2015

El Templo de Jerusalén en tiempos de Jesús

En aquellos días, Judas y sus hermanos propusieron: «Ahora que tenemos derrotado al enemigo, subamos a purificar y consagrar el templo.» Se reunió toda la tropa, y subieron al monte Sión. El año ciento cuarenta y ocho, el día veinticinco del mes noveno, que es el de Casleu, madrugaron para ofrecer un sacrificio, según la ley, en el nuevo altar de los holocaustos recién construido. En el aniversario del día en que lo habían profanado los paganos, lo volvieron a consagrar, cantando himnos y tocando cítaras, laúdes y platillos. Todo el pueblo se postró en tierra, adorando y alabando a Dios, que les había dado éxito. Durante ocho días, celebraron la consagración, ofreciendo con júbilo holocaustos y sacrificios de comunión y de alabanza.

Este texto del primer libro de los Macabeos, que nos propone la primera lectura de la Eucaristía, nos lleva a un momento importante de la historia de Israel, antes de Jesucristo: la purificación del segundo templo de Jerusalén, después de su profanación por los helenistas. Algo más de cien años después, Herodes el Grande lo destruiría y levantaría el tercer templo de Jerusalén, que fue el que vio Jesús. Este reportaje nos lo describe.

jueves, 19 de noviembre de 2015

Santa Matilde y el Monasterio de Helfta

Celebramos hoy la memoria de santa Matilde. con este motivo, regresamos al Monasterio de Helfta, donde vivió esta mística alemana del siglo XIII. El siguiente video nos muestra unas vísperas de domingo de la actual comunidad cisterciense, con algunas fotografías de la restauración del templo.



A continuación vemos otra grabación de la iglesia del Monasterio.

miércoles, 18 de noviembre de 2015

San Pedro y San Pablo


La actual Basílica de San Pedro en Roma fue consagrada por el Papa Urbano VIII el 18 de noviembre de 1626, aniversario de la consagración de la Basílica antigua. La construcción de este grandioso templo duró 170 años, bajo la dirección de 20 Sumos Pontífices. Está construida en la colina llamada Vaticano, sobre la tumba de San Pedro. Allí en el Vaticano fue martirizado San Pedro (crucificándolo cabeza abajo) y ahí mismo fue sepultado. Según la tradición, el martirio de San Pedro tuvo lugar en los jardines de Nerón en el Vaticano, donde se construyó el Circo de Calígula y se afirma que fue sepultado cerca de ahí.

Sobre su sepulcro hizo construir el emperador Constantino una Basílica, en el año 323, y esa magnífica iglesia permaneció sin cambios durante dos siglos. Junto a ella en la colina llamada Vaticano fueron construyéndose varios edificios que pertenecían a los Sumos Pontífices. Durante siglos fueron hermoseando cada vez más la Basílica.

Cuando los Sumos Pontífices volvieron del destierro de Avignon el Papa empezó a vivir en el Vaticano, junto a la Basílica de San Pedro (hasta entonces los Pontífices habían vivido en el Palacio, junto a la Basílica de Letrán) y desde entonces la Basílica de San Pedro ha sido siempre el templo más famoso del mundo.En 1506, el Papa Julio II inauguró la nueva Basílica proyectada por Bramante.

La Basílica de San Pedro mide 212 metros de largo, 140 de ancho, y 133 metros de altura en su cúpula. Ocupa 15,000 metros cuadrados. No hay otro templo en el mundo que le iguale en extensión.
Su construcción la empezó el Papa Nicolás V en 1454, y la terminó y consagró el Papa Urbano VIII en 1626 (170 años construyéndola). Trabajaron en ella los más famosos artistas como Bramante, Rafael, Miguel Angel y Bernini. Su hermosura es impresionante.


Hoy recordamos también la consagración de la Basílica de San Pablo, que está al otro lado de Roma, a 11 kilómetros de San Pedro, cerca está el lugar del martirio llamado Aquae Salviae,  hoy, "Tre fontane", porque la tradición cuenta que allí le fue cortada la cabeza a San Pablo y que al cortársela cayó al suelo y dio tres golpes y en cada golpe salió una fuente de agua (y allí están las tales tres fontantas).

El cadáver fue sepultado a tres kilómetros de ahí, en la propiedad de una dama llamada Lucina. La Basílica de San Pablo extramuros esta situada en la via Ostiense, lugar del sepulcro del apóstol de los gentiles. La antigua básilica fue construida el Papa San León Magno y el emperador Teodosio, pero en 1823 fue destruida por un incendio, y entonces, con limosnas que los católicos enviaron desde todos los países del mundo se construyó la nueva, sobre el modelo de la antigua, pero más grande y más hermosa, la cual fue consagrada por el Papa Pío IX  el 10 de diciembre de 1854, pero la fecha de su conmemoración se celebra en este día, como lo hace notar el Martirologio. En los trabajos de reconstrucción y tras diferentes excavaciones se encontró un sepulcro sumamente antiguo (de antes del siglo IV) con esta inscripción: "A San Pablo, Apóstol y Mártir"

Ésta es la morada de Dios con los hombres: 
acampará entre ellos; 
ellos serán su pueblo, 
y Dios estará con ellos y será su Dios. 

martes, 17 de noviembre de 2015

Santa Isabel de Hungría


Recordamnos hoy la santidad de Isabel de Hungría. Nació en 1207 como hija del rey Andrés II de Hungría y su esposa Gertrudis de Merania. Su madre era hermana de la religiosa que posteriormente será conocida como Santa Eduviges de Silesia. Santa Isabel creció en la corte húngara junto a sus hermanos los príncipes Béla, Colomán y Andrés. En 1215 su padre tomó una nueva esposa dos años después del asesinato de su madre, y nació una única hija, Violante de Hungría (la posterior esposa del rey Jaime I de Aragón). En 1221 Isabel se casó con el landgrave Luis de Turingia-Hesse y según los registros y leyendas, el matrimonio estuvo caracterizado por amor correspondido y felicidad. A Luis no le preocupaba demasiado el reparto de su riqueza entre los pobres que Isabel solía llevar a cabo, ya que creía que la labor caritativa de su esposa le traería una recompensa eterna; se le venera en Turingia como santa. Luis fue un aliado cercano y defensor acérrimo de los Hohenstaufen, y en particular del emperador germánico Federico II, por lo cual en la primavera de 1226, cuando Thuringia se vio asolada por inundaciones, hambre y la plaga Luis representó a Federico II en la Dieta de Cremona. En esta ocasión, Isabel asumió el control de sus asuntos y repartió limosnas por todo su territorio, incluso dando vestidos y adornos de la corte a los pobres. Debajo del castillo de Wartburgo, hizo construir un hospital con 28 camas, y visitaba todos los días a los enfermos para atenderlos.

La vida de Isabel cambió radicalmente cuando Luis murió a causa de la plaga el 11 de septiembre, 1227, en Otranto, Italia cuando se dirigía a unirse a la Sexta Cruzada conducida por Federico II. Pocos días después, el 29 de septiembre, Santa Isabel dio a luz a su hija, la beata Gertrudis de Altenberg, la cual fue enviada a un claustro las monjas Premonstratenses junto a Wetzlar, donde fue criada como religiosa y murió a una edad avanzada como abadesa en 1300.

Isabel murió en Marburgo, bien debido a agotamiento físico o a una enfermedad, cuando contaba sólo 24 años de edad. Fue canonizada por el Papa Gregorio IX en 1235, hallándose presente en la ceremonia el propio emperador Federico II Hohenstaufen. El día de Pentecostés (28 de mayo) del año 1235, durante la ceremonia de canonización, se la llamó la mujer más grande de la Edad Media alemana. Su cuerpo se colocó sobre un magnífico altar dorado — que hoy todavía puede visitarse — en la Elisabethkirche (Iglesia de Santa Isabel, en alemán) en Marburgo. Ahora es una iglesia protestante, pero cuenta con espacios reservados a la fe católica. Marburgo se convirtió en el centro de la Orden Teutónica, que adoptó a Santa Isabel como su segunda patrona. La Orden permaneció en Marburgo hasta que Napoleón I de Francia la disolvió en 1803.


La Iglesia de Santa Isabel fue construida por la Orden Teutónica en honor de santa Isabel de Hungría. Su tumba convirtió a la iglesia en un importante destino de peregrinación en los finales de la Edad Media. Este templo es una de las primeras iglesias góticas construida en área de habla alemana, y se considera que constituyó un modelo para la arquitectura de la catedral de Colonia. Está construida de piedra arenisca y diseño cruciforme, con planta de salón. La nave principal y las laterales presentan techo abovedado de más e 20 metros de altura. El triple coro está compuesto del Coro de Santa Isabel, el coro alto y el coro de los Landgrave. El crucero está separada de la nave por un Coro alto. La cabecera trebolada de Marburgo es manifestación de la triple función que cumplía esta iglesia, objeto de peregrinación al albergar los restos de Santa Isabel, probablemente en el ábside norte, panteón de los Landgrave de Hesse, en el ábside sur y sede de la Orden Teutónica, en el ábside este.


La Iglesia de Santa Isabel tiene dos torres con una altura aproximada de 80 metros. La norte está coronada por una estrella y la del sur por un caballero. El relicario gótico de Santa Isabel es el tesoro más importante de la iglesia, pero también se encuentran expuestas otras piezas de arte sacro.

lunes, 16 de noviembre de 2015

Santa María de Helfta


Santa María de Helfta es el famoso monasterio cisterciense del siglo XIII que fue llamado "la Corona de los monasterios de Alemania". Tres mujeres santas son el fundamento de su fama: Matilde de Magdeburg, Matilde de Hackeborn y Gertrudis la Grande.

La mística europea fue influida mucho por sus escritos y su espiritualidad. Por más de 450 años no repicaron las campanas de la iglesia, pero en 1999 ocho hermanas procedentes de Seligenthal – una abadía cisterciense en Baviera – comenzaron a reconstruir la vida monástica. Mientras tanto son quince las religiosas que viven, oran y trabajan en este monasterio. 

En 1229 nace el monasterio en las tierras del castillo de Mansfeld; mas tarde en 1258 se traslada al pueblo de Helfa cerca de Eisleben enTuringia, pero en 1342 la destrucción de los edificios y devastación de las tierras por el Duque Albrecht de Brunswick provocaron su ruina. Al año siguiente 1343 el monasterio (Nuevo-Helfta) es reconstruido dentro de las murallas de la ciudad de Eisleben, (1483-1546 ) de donde era natural Martín Lutero, rebelde y reformador que tambien murió en Eisleben. En 1525 Nuevo Helfta, durante la sublevación de los campesinos y el curso de la reforma, volvió a ser víctima de la destrucción. Algunas monjas intentaron restablecer la vida monástica entre las ruinas de los edificios del antiguo monasterio de Helfta hasta que en 1542 Helfta es secularizado y las tierras administradas por sus propietarios, deteriorándose las edificaciones. Así en 1712 Todas las tierras pasan a manos del gobierno Prusiano y se convierten en una granja del estado.

Tras el paso del tiempo en 1950 las tierras son devueltas al pueblo de la república democrática Alemana y se convierte en una granja administrada comunitariamente. Las ruinas de los edificios del monasterio y lo que queda de la iglesia fueron utilizadas como establos y garajes.


En 1994 la restablecida diócesis de Magdebur compra todos los edificios y 30 ht de tierra, lo que se financió completamente con donativos de católicos alemanes del este y oeste recaudado por la asociación "Los amigos de Helfta" y en 1998 empiezan la nueva reconstrucción del monasterio de Helfa; efectuándose trabajos de restauración y excavaciones arqueológicas. Las Monjas del Cistercienses de Seligenthal, de Baviera se trasladan al nuevo edificio en 1999.


El estado ruinoso de los hermosos edificios medievales ha sido reparado, han sido restauradas la iglesia, las dependencias de la comunidad y la casa de huéspedes, con la sola ayuda financiera de los católicos alemanes. Helfta se está convirtiendo en un centro de espiritualidad en la diócesis de Magdeburgo . Organizan pequeños número de seminarios y conducen retiros y ejercicios espirituales. También dan la bienvenida a visitantes y huéspedes algunos días. 


domingo, 15 de noviembre de 2015

San Alberto y la Iglesia de San Andrés de Colonia

Recordamos hoy la santidad de san Alberto Magno, nacido en Alemania a comienzos del siglo XIII. Ingresó en la recién fundada Orden de Predicadores, los dominicos, dedicándose fundamentalemtne al estudio. Fue profesor en la Universidad de París, e influyó en la formación de santo Tomás de Aquino. Acerca de sus últimos años de vida, dice el papa Benedicto XVI:

En los años 1263 y 1264 Alberto predicó en Alemania y en Bohemia, por voluntad del Papa Urbano IV y regresó después a Colonia, donde retomó su misión de docente, estudioso y escritor. Al ser un hombre de oración, de ciencia y de caridad, gozaba de gran autoridad en sus intervenciones, en varias vicisitudes de la Iglesia y de la sociedad de la época: fue sobre todo un hombre de reconciliación y de paz en Colonia, donde el arzobispo había entrado en dura contraposición con las instituciones ciudadanas; se prodigó durante los trabajos del II concilio de Lyon, en 1274, convocado por el Papa Gregorio X para favorecer la unión entre la Iglesia latina y la griega, después de la separación del gran cisma de Oriente de 1054; aclaró el pensamiento de santo Tomás de Aquino, que había sido objeto de objeciones e incluso de condenas completamente injustificadas. Murió en la celda de su convento de la Santa Cruz en Colonia en 1280, y muy pronto fue venerado por sus hermanos dominicos. La Iglesia lo propuso al culto de los fieles con la beatificación, en 1622, y con la canonización, en 1931, cuando el Papa Pío XI lo proclamó Doctor de la Iglesia.


Fue enterrado y hasta hoy es venerado en la Iglesia de San Andrés de Colonia. La construcción de la iglesia conventual de canónigos, que lleva el título de San Andrés, fue iniciada por el arzobispo Bruno, hermano del emperador Otto I (el Grande), en la segunda mitad del siglo 10 (en el mismo sitio ya había existido un templo del siglo anterior, dedicado a San Mateo). Se le aplicó el estilo románico temprano. Tuvo una cripta cuyos restos se han conservado en la cripta actual. La iglesia fue consagrada por el arzobispo Gero, el 3 de mayo de 974.


Alrededor del año 1200 se comenzó con la construcción de la iglesia actual, en estilo románico tardío, como basílica de tres naves y las respectivas columnas, con una fachada al oeste, una nave transversal, una torre sobre el cruce de naves y un coro largo al este. El actual vestíbulo de entrada era parte del claustro conventual. La iglesia, en esta época, pasó a ser el templo conventual de los dominicos de Colonia.


En el lado norte hubo un atrio de entrada que más tarde se convirtió en sacristía. El respectivo portal lleva dos figuras de leones en estilo románico. En el siglo 14 se ensancharon las naves laterales, agregándoles capillas. En el siglo 15, el original coro románico de los canónigos fue sustituído por un nuevo coro al estilo gótico. En esta oportunidad se tapó la cripta.


San Andrés cuenta con un número considerable de frescos que se han conservado sólo parcialmente, por ejemplo en las capillas laterales.


Es uno de los restos más antiguos de la iglesia. La cripta fue tapada en el siglo 15 y redescubierta en 1953. Su remodelación obedece al estilo de los años 50. La parte baja con la tumba de San Alberto nos da una idea cómo habrá sido originalmente. La cripta contiene un sarcófago romano (siglo 3 a.C.) con los restos mortales del San Alberto (1200-1280). El 15 de noviembre de 1980, el papa Juan Pablo II, en ocasión de su primera peregrinación oficial a Alemania, visitó esta iglesia y la tumba del Santo - a los 700 años de su muerte. En la pared se encuentran inscripciones que conmemoran tanto a San Alberto como también el mencionado hecho histórico.