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sábado, 26 de septiembre de 2015

Colegiata de los Santos Cosme y Damián de Covarrubias


En honor de los santos Cosme y Damián, visitamos hoy la que fuera Colegiata de Covarrubias, en la archidiócesis de Burgos. La iglesia actual, gótica, fue comenzada en 1474. De elegantes proporciones y planta de cruz latina, con tres naves y crucero, acoge entre sus muros los panteones de numerosas familias ilustres de la villa.


Bajo el altar mayor, descansan tres infantas abadesas, y en el presbiterio el conde Fernán González y su esposa Sancha, esta última en un bello sepulcro hispanorromano del siglo IV. El retablo principal es barroco y el órgano, de magníficas sonoridades, es de la segunda mitad del siglo XVII.


En el claustro, construido en los primeros años del siglo XVI, está el sepulcro gótico de la infanta Cristina de Noruega, primera esposa del infante Felipe, hermano de Alfonso X el Sabio.

Sepulcro de doña Sancha

El Museo ofrece una riquísima y completa variedad de piezas de arte sacro: capiteles románicos, tablas de Berruguete, Van Eyck, orfebrería del célebre maestro Calahorra, ropas litúrgicas de los siglos XVI al XVIII y el extraordinario tríptico de la Adoración de los Magos, magnífica talla de finales del siglo XV o comienzos del XVI, de autor desconocido.


Ultimamente se ha descubierto una talla hispano-flamenca de una Virgen con Niño y Libro perteneciente al anónimo autor del Triptico de la Adoración de los Magos. Según Robert Didier, indica que es un escultor procedente de los antiguos Países Bajos que vino a España y trabajó en el taller de Gil de Siloé, del que tomó su estilo.


La obra cumbre conservada en este museo es el extraordinario tríptico de la Epifanía, muestra emblemática de la escultura gótica de finales del siglo XV. Aunque se desconoce el autor de tan bella obra, se cree que pudo ser realizada por el denominado Maestro de Covarrubias, que debió ser uno de los discípulos más destacados de Gil de Siloe. Las tablas laterales fueron pintadas por un anónimo pintor de tradición hispano-flamenca. La parte central del tríptico, tallada en madera ricamente policromada y dorada, representa la escena de la Adoración de los Reyes Magos. La Virgen, de figura estilizada, es una mujer flamenca, con el rostro suave y delicado, que sostiene en su regazo al Niño. San José, en actitud contemplativa, se sitúa al lado del rey negro y observa como su Hijo tiende su mano a la copa que le ofrece otro de los reyes. Al otro lado de la escena aparece el tercer rey, con rasgos orientales, de largos cabellos y barbas ensortijadas. El conjunto está coronado por una fina crestería gótica, formando doseletes, y una cenefa de filigrana dorada. Las puertas laterales presentan cuatro escenas, realizadas a principios del siglo XVI, donde se representan la Natividad, la Transfiguración, el Bautismo de Cristo y la figura del donante tutelado por san Antonio y los santos Cosme y Damián decapitados.


En cuanto a las pinturas, se sabe que el primitivo retablo mayor estuvo compuesto por tablas dedicadas a los santos patronos, Cosme y Damián, conservándose sólo una de finales del siglo XV, obra de Pedro de Berruguete. También se exponen dos tablas procedentes del antiguo altar mayor de la iglesia de Santo Tomás, obra de Alonso de Sedano.

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