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jueves, 12 de febrero de 2015

Catedral de Santa Eulalia de Barcelona



En la ciudad de Barcelona, en la Hispania Tarraconense, memoria de santa Eulalia, virgen y mártir (in. s. IV).

El Martirologio Romano nos invita hoy a visitar la Catedral de Santa Eulalia, en Barcelona. La leyenda, de la que se tiene constancia a partir del siglo VII, se remonta a la época romana. Según la tradición, Eulalia fue una niña, educada en el cristianismo, que vivió en las afueras de la ciudad de Barcino (Hispania), en lo que hoy es Sarriá, a finales del siglo III. Con 13 años, durante el período de persecuciones a los cristianos del emperador Diocleciano (284-305), Eulalia se escapó de su hogar y fue a buscar al gobernador de Barcino, Daciano, para recriminarle la persecución contra los cristianos. El gobernador, ante la negativa de la niña a renunciar a la fe, la condenó a trece martirios, tantos como años tenía.


Según la tradición, como primer tormento fue encarcelada en una prisión oscura, para posteriormente ser azotada. En el ecúleo le fue desgarrada la carne con garfios. Luego fue puesta de pie sobre un brasero ardiendo y le fueron quemados los pechos. Las heridas le fueron fregadas con piedra tosca, para luego arrojarles aceite hirviendo y plomo fundido, además de lanzarla a una fosa de cal viva. El noveno tormento, uno de los más conocidos popularmente, consistió en ponerla desnuda dentro de un tonel lleno de cristales, clavos y otros objetos punzantes, siendo lanzada por una calle en bajada.

Posteriormente, fue encerrada en un corral lleno de pulgas. Finalmente, fue paseada desnuda por las calles de la ciudad hasta el lugar del suplicio donde fue crucificada en una cruz en forma de aspa. Según la leyenda, durante su cruxifición se produjo una nevada, tapando la pureza de su cuerpo desnudo. También según la tradición popular, al final de su oración de que el Señor la tomara a Su Reino, la gente vio volar hacia el cielo de su boca una paloma blanca.


La catedral de Barcelona, dedicada a la santa, se construyó durante los siglos XIII a XV sobre la antigua catedral románica, edificada a su vez sobre una iglesia de la época visigoda a la que precedió una basílica paleocristiana, cuyos restos pueden verse en el subsuelo. La finalización de la imponente fachada en el mismo estilo, sin embargo, es mucho más moderna (siglo XIX). Está dedicada a la Santa Cruz desde el año 599 y se añadió a partir del año 877 a Santa Eulalia.

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