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martes, 27 de enero de 2015

Veneración de san Tito en Creta


Junto a la figura de Timoteo, recordamos también hoy a Tito. Sobre él, dijo en una de sus Catequesis el papa Benedicto XVI:

Iglesia san Tito Gortina - Creta

Por lo que se refiere a la figura de Tito, cuyo nombre es de origen latino, sabemos que era griego de nacimiento, es decir, pagano. Pablo se lo llevó a Jerusalén con motivo del así llamado Concilio apostólico, en el que se aceptó solemnemente la predicación a los paganos del Evangelio sin los condicionamientos de la ley de Moisés. 

En la Carta que le dirige, el apóstol le elogia definiéndole «verdadero hijo según la fe común». Después de que Timoteo se fuera de Corinto, Pablo envió a Tito con la tarea de hacer un llamamiento a la obediencia a esa comunidad rebelde. Tito llevó la paz entre la Iglesia de Corinto y el apóstol escribió estas palabras: «el Dios que consuela a los humillados, nos consoló con la llegada de Tito, y no sólo con su llegada, sino también con el consuelo que le habíais proporcionado, comunicándonos vuestra añoranza, vuestro pesar, vuestro celo por mí hasta el punto de colmarme de alegría… Eso es lo que nos ha consolado. Y mucho más que por este consuelo, nos hemos alegrado por el gozo de Tito, cuyo espíritu fue tranquilizado por todos vosotros». Pablo volvió a enviar Tito -a quien llama «compañero y colaborador» - para organizar la conclusión de las colectas a favor de los cristianos de Jerusalén. Ulteriores noticias que se encuentran en las cartas pastorales hablan de él como obispo de Creta, desde donde, por invitación de Pablo, se unió al apóstol en Nicópolis, en Epiro, Más tarde fue también a Dalmacia. No tenemos más información sobre los viajes sucesivos de Tito ni sobre su muerte.

Basílica San Tito Heraclion

El recuerdo y la veneración a Tito cobran especial fuerza en la isla de Creta, donde se le cita como obispo. El primer hito de este recuerdo se sitúa en la destruida ciudad de Gorkina, que desapareció como consecuencia de un terremoto. Allí se encuentran los restos de una primitiva basílica dedicada a Tito.


De allí pasaron a la actual ciudad de Heraclion. Las reliquias de Tito sufrieron también los avates históricos; así, ante el avance turco, fueron llevados a Venecia, de donde volvió el cráneo de Tito a Creta en 1966, siendo venerado en la Iglesia de San Tito de Heraclion.

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